noob
Milpostista
Sin verificar
Pocos relojes han despertado en mí tanta admiración como éste. Es uno de esos relojes que si me preguntaran cuál llevaría a una isla desierta elegiría sin dudar.
Algunos de vosotros tenéis la suerte de tener o haber tenido uno; el resto tan sólo nos conformábamos con soñar con él en las fotos, y pensar qué sensaciones nos produciría el llevar en la muñeca uno de los divers más míticos - y escasos- de Omega.
El hecho de que sea un reloj descatalogado acentúa el halo de prestigio que lo rodea, convirtiéndolo en una pieza fundamental para todo amante de los relojes. Líneas con fuerza, una esfera de un equilibrio perfecto, así como unos acabados excepcionales definen la personalidad de éste reloj: El Seamaster 2254.
Os dejo algunas fotos recién salidas del horno. Es todo lo que da de sí mi cámara compacta :
La visibilidad de la esfera es excelente. La aguja del segundero en rojo contrasta con el negro del bisel, dándole un toque especial:
La visibilidad nocturna es igual de buena. El metal adquiere un tono mate que le sienta de maravilla en ausencia de luz:
La calidad de construcción de la caja es excepcional. Los detalles han sido cuidados con esmero. Las aristas se unen mediante un juego de metal pulido y cepillado:
El bisel negro es espectacular:
Detalle del sello dorado de la caja del reloj en contraste con sus bordes afilados:
El armis es otro de los puntos fuertes del reloj. Cada eslabón transmite fuerza, robustez y calidad, adaptándose con suavidad a la muñeca.
De nuevo se pone en juego el contraste entre metal pulido y cepillado:
Es lo más cómodo que ha tocado nunca mi muñeca. Nada que envidiar a relojes que duplican su precio:
El cierre es otra de las grandes maravillas que esconde:
Y para terminar de completar el círculo, una trasera de calidad acorde con el resto de acabados:
Es todo por hoy. Espero que os haya gustado
Algunos de vosotros tenéis la suerte de tener o haber tenido uno; el resto tan sólo nos conformábamos con soñar con él en las fotos, y pensar qué sensaciones nos produciría el llevar en la muñeca uno de los divers más míticos - y escasos- de Omega.
El hecho de que sea un reloj descatalogado acentúa el halo de prestigio que lo rodea, convirtiéndolo en una pieza fundamental para todo amante de los relojes. Líneas con fuerza, una esfera de un equilibrio perfecto, así como unos acabados excepcionales definen la personalidad de éste reloj: El Seamaster 2254.
Os dejo algunas fotos recién salidas del horno. Es todo lo que da de sí mi cámara compacta :
La visibilidad de la esfera es excelente. La aguja del segundero en rojo contrasta con el negro del bisel, dándole un toque especial:
La visibilidad nocturna es igual de buena. El metal adquiere un tono mate que le sienta de maravilla en ausencia de luz:
La calidad de construcción de la caja es excepcional. Los detalles han sido cuidados con esmero. Las aristas se unen mediante un juego de metal pulido y cepillado:
El bisel negro es espectacular:
Detalle del sello dorado de la caja del reloj en contraste con sus bordes afilados:
El armis es otro de los puntos fuertes del reloj. Cada eslabón transmite fuerza, robustez y calidad, adaptándose con suavidad a la muñeca.
De nuevo se pone en juego el contraste entre metal pulido y cepillado:
Es lo más cómodo que ha tocado nunca mi muñeca. Nada que envidiar a relojes que duplican su precio:
El cierre es otra de las grandes maravillas que esconde:
Y para terminar de completar el círculo, una trasera de calidad acorde con el resto de acabados:
Es todo por hoy. Espero que os haya gustado