boga
Habitual
Sin verificar
Otro sitio al que me lleva mi trabajo que creo que puede interesaros.
Esta mañana he ido al sincrotron Alba (que está en Cerdanyola del Vallés, cerca de Barcelona). Acaban de recibir al investigador número 1000, y con este motivo hemos ido a entrevistarlo y hacer un pequeño reportaje.
Mi compañero Jordi, y yo, diría que somos unos habituales de esta instalación. Hemos ido a ella mientras la construian, cuando Zapatero vino a inaugurarlo, y siempre que ha habido algún tema interesante.
Aprovechando que volvía hoy al sincrotrón, he querido enseñároslo un poco. Y a un lugar tan tecnológico (dudo que haya muchas instalaciones tan punteras y sofisticadas en este pais) me he llevado algo contradictorio, uno de los relojes más viejitos y modestos que tengo: un Orient Crystal de los 70, con caja estrellada y dial marrón con muchas irisaciones. Un objeto modesto y relativamente sencillo, técnicamente hablando, visitando un lugar super moderno y tecnológicamente complicadísimo. El Orient irá apareciendo de vez en cuando en las fotos (los científicos y la directora del sincrotrón, a los que hemos entrevistado, flipaban cuando me veian hacerle fotos al reloj).
Aqui veis a mi modesto Orient, antes de entrar en el espectacular edificio. Parece que no le daba respeto entrar ali, y su dial marrón irisaba potentemente en el sol matinal.
En lo que sí se parece un poco el reloj al Alba es en su forma extraña. Si la caja estrellada del Orient es de lo más raro que he visto, fijaos la forma del Alba desde el aire. Parece la concha de un caracol.
No os voy a abrumar con muchos datos, pero que sepais que un sincrotrón es, básicamente, una especie de microscopio electrónico supergigante. Hay una fuente de luz que se genera y circula por un anillo gigante. De este anillo salen una serie de habitáculos (hay siete instalados y está previsto acabar la instalación de siete más en los próximos años. En total se pueden construir alli 33 laboratorios), a los que van los científicos a hacer sus experimentos. Cada equipo investigador pide un tiempo de sincrotrón, que la dirección otorga según el interés del experimento.
Os pongo este párrafo de la Wikipedia, donde se explica más o menos que es y para que sirve el sincrotrón:
ALBA consta de un acelerador de partículas lineal y un sincrotrón. En ellos se aceleran los electrones hasta velocidades próximas a la de la luz, alcanzando una energía de hasta 3 Gigaelectronvoltios (GeV). Dichos electrones se inyectan en un anillo de almacenamiento de 270 metros de perímetro. Este está equipado para producir radiación electromagnética de un continuo de longitudes de onda, desde la luz visible hasta los rayos X. Es una fuente de tercera generación, en la que la mayor parte de la luz procede de dispositivos de inserción, como wigglers y onduladores.
La radiación obtenida es útil no sólo en investigaciones en el campo de la física, sino también en todos los campos de la ciencia y la tecnología en los que hay que analizar muestras de pequeñas dimensiones como estructuras cristalinas, nuevos materiales, muestras biológicas, de contaminantes o restos arqueológicos. También puede tener aplicaciones en el diseño de nuevos fármacos y en imagen y terapias médicas.
Incluyo un esquema de su estructura, para que se entienda mejor. La luz se genera en ese túnel ciego del centro. En el primer círculo, el rayo (azul) recibe una primera aceleración, y luego pasa al anillo más grande (que en el Alba mide 270 metros de perímetro). Cada una de las "espinas" que salen de ese círculo es un laboratorio, en el que la luz primaria ha sufrido modificaciones, para adaptarla a cada experimento (aqui el rayo cambia de color en este gráfico a amarillo). primero estan los aparatos medidores y luego los ordenadores donde trabajan los científicos.
Esta es su página web:
Sincrotron Alba
Asi se ve el sincrotrón desde un balcón que lo rodea desde arriba. Por el anillo de la izquierda, de hormigon (para bloquear la radiación) circula la fuente de luz. Esta se desvía en cada una de las salidas previstas (la que ve en el centro, a la izquierda, está bloqueada, porque no se ha construido todavía el laboratorio). A la derecha sí que se ha instalado un laboratorio. La luz sale -por un tubo- a la altura de esa construcción naranja, y termina en los complicadísimos aparatos que se ven a la derecha, y que luego veremos un poco más cerca.
Usar esta instalación saldría carísmo, pero el 95% de los usuarios pertenecen a instituciones públicas (universidades, etc), y no pagan ni un euro. Para que os hagais una idea, el sincrotrón Alba ha costado hasta ahora más de 200 millones de euros, y mantenerlo vale unos 16 millones de euros al año. Hace 4 años que se inauguró, y justo 2 años que empezó el primer experimento. Hasta ahora se han hecho 267 proyectos. Se calcula que en todo el mundo hay unos 40 sincrotrones similares.
Aqui se nos ve entrevistando a la directora del Alba, una italiana
El Orient no se ha querido perder esta vista privilegiada desde las alturas.
El anillo de 270 metros está compuesto de muchísimos electroimanes gigantescos como este, unidos unos junto al otro. Así se genera la energía necesaria para que el rayo de luz (que viaje en línea recta) se curve para formar el círculo.
Aqui, mi cámara junto a una de esas unidades, que está de exposición.
Un detalle de uno de los electroimanes. El tubo de metal por el que viaja la luz se instala dentro de ese círculo plateado que está semitapado.
Aqui, haciendo la presentación del reportaje (he dejado la cámara grabando, mientras hacía la foto, como en la entrevista).
Por estos dos tubos es por donde pasa la luz. Cuando se hace circular, no hay nadie al lado, por precaución contra la radiación. Todos los resultados se ven por ordenador. Detrás de esa pared naranja aún tiene el paso más restringido. Sólo se puede entrar para trabajos de mantenimiento, y cuando el Alba está parado.
Siento la calidad de esta foto, pues me ha salido un poco movida. Pero quería ponerla para que veais el nivel de complicación que tienen estos aparatos. Todo está lleno de tornillos, tubos y aparatos. Y aunque parezca sin sentido, todo tiene su motivo.
El Orient también ha querido mostrarse al lado de tanta sofisticación, luciendo su veteranía.
Aqui me teneis, intentando explicar con imágenes un aparato tan complicado.
Un primer plano del reloj, con más tubos.
Entrevistando al responsable de este experimento, el científico número 1000. Venía de Madrid.
Y aqui, al final de los aparatos, unos primeros ordenadores, donde se hace un análisis inicial de los resultados, y se preparan las próximas pruebas. Cuando funciona la fuente de luz, los científicos se van a otros ordenadores que hay cerca, más aislados y cómodos.
Una vez hemos acabado el reportaje, una foto del Orient ante la puerta del sincrotrón.
Espero que no os haya aburrido, y que hayais entendido un poco lo del sincrotrón.
Este es el vídeo que hemos emitido hoy en el Telenotícies de TV3, resultado del trabajo de esta mañana (está en catalán, pero creo que se entiende bien, y el científico -de Madrid- y la directora -italiana- hablan en castellano).
Mil investigadors al sincrotró
Gracias por la atención y paciencia en leerme.
Esta mañana he ido al sincrotron Alba (que está en Cerdanyola del Vallés, cerca de Barcelona). Acaban de recibir al investigador número 1000, y con este motivo hemos ido a entrevistarlo y hacer un pequeño reportaje.
Mi compañero Jordi, y yo, diría que somos unos habituales de esta instalación. Hemos ido a ella mientras la construian, cuando Zapatero vino a inaugurarlo, y siempre que ha habido algún tema interesante.
Aprovechando que volvía hoy al sincrotrón, he querido enseñároslo un poco. Y a un lugar tan tecnológico (dudo que haya muchas instalaciones tan punteras y sofisticadas en este pais) me he llevado algo contradictorio, uno de los relojes más viejitos y modestos que tengo: un Orient Crystal de los 70, con caja estrellada y dial marrón con muchas irisaciones. Un objeto modesto y relativamente sencillo, técnicamente hablando, visitando un lugar super moderno y tecnológicamente complicadísimo. El Orient irá apareciendo de vez en cuando en las fotos (los científicos y la directora del sincrotrón, a los que hemos entrevistado, flipaban cuando me veian hacerle fotos al reloj).
Aqui veis a mi modesto Orient, antes de entrar en el espectacular edificio. Parece que no le daba respeto entrar ali, y su dial marrón irisaba potentemente en el sol matinal.
En lo que sí se parece un poco el reloj al Alba es en su forma extraña. Si la caja estrellada del Orient es de lo más raro que he visto, fijaos la forma del Alba desde el aire. Parece la concha de un caracol.
No os voy a abrumar con muchos datos, pero que sepais que un sincrotrón es, básicamente, una especie de microscopio electrónico supergigante. Hay una fuente de luz que se genera y circula por un anillo gigante. De este anillo salen una serie de habitáculos (hay siete instalados y está previsto acabar la instalación de siete más en los próximos años. En total se pueden construir alli 33 laboratorios), a los que van los científicos a hacer sus experimentos. Cada equipo investigador pide un tiempo de sincrotrón, que la dirección otorga según el interés del experimento.
Os pongo este párrafo de la Wikipedia, donde se explica más o menos que es y para que sirve el sincrotrón:
ALBA consta de un acelerador de partículas lineal y un sincrotrón. En ellos se aceleran los electrones hasta velocidades próximas a la de la luz, alcanzando una energía de hasta 3 Gigaelectronvoltios (GeV). Dichos electrones se inyectan en un anillo de almacenamiento de 270 metros de perímetro. Este está equipado para producir radiación electromagnética de un continuo de longitudes de onda, desde la luz visible hasta los rayos X. Es una fuente de tercera generación, en la que la mayor parte de la luz procede de dispositivos de inserción, como wigglers y onduladores.
La radiación obtenida es útil no sólo en investigaciones en el campo de la física, sino también en todos los campos de la ciencia y la tecnología en los que hay que analizar muestras de pequeñas dimensiones como estructuras cristalinas, nuevos materiales, muestras biológicas, de contaminantes o restos arqueológicos. También puede tener aplicaciones en el diseño de nuevos fármacos y en imagen y terapias médicas.
Incluyo un esquema de su estructura, para que se entienda mejor. La luz se genera en ese túnel ciego del centro. En el primer círculo, el rayo (azul) recibe una primera aceleración, y luego pasa al anillo más grande (que en el Alba mide 270 metros de perímetro). Cada una de las "espinas" que salen de ese círculo es un laboratorio, en el que la luz primaria ha sufrido modificaciones, para adaptarla a cada experimento (aqui el rayo cambia de color en este gráfico a amarillo). primero estan los aparatos medidores y luego los ordenadores donde trabajan los científicos.
Esta es su página web:
Sincrotron Alba
Asi se ve el sincrotrón desde un balcón que lo rodea desde arriba. Por el anillo de la izquierda, de hormigon (para bloquear la radiación) circula la fuente de luz. Esta se desvía en cada una de las salidas previstas (la que ve en el centro, a la izquierda, está bloqueada, porque no se ha construido todavía el laboratorio). A la derecha sí que se ha instalado un laboratorio. La luz sale -por un tubo- a la altura de esa construcción naranja, y termina en los complicadísimos aparatos que se ven a la derecha, y que luego veremos un poco más cerca.
Usar esta instalación saldría carísmo, pero el 95% de los usuarios pertenecen a instituciones públicas (universidades, etc), y no pagan ni un euro. Para que os hagais una idea, el sincrotrón Alba ha costado hasta ahora más de 200 millones de euros, y mantenerlo vale unos 16 millones de euros al año. Hace 4 años que se inauguró, y justo 2 años que empezó el primer experimento. Hasta ahora se han hecho 267 proyectos. Se calcula que en todo el mundo hay unos 40 sincrotrones similares.
Aqui se nos ve entrevistando a la directora del Alba, una italiana
El Orient no se ha querido perder esta vista privilegiada desde las alturas.
El anillo de 270 metros está compuesto de muchísimos electroimanes gigantescos como este, unidos unos junto al otro. Así se genera la energía necesaria para que el rayo de luz (que viaje en línea recta) se curve para formar el círculo.
Aqui, mi cámara junto a una de esas unidades, que está de exposición.
Un detalle de uno de los electroimanes. El tubo de metal por el que viaja la luz se instala dentro de ese círculo plateado que está semitapado.
Aqui, haciendo la presentación del reportaje (he dejado la cámara grabando, mientras hacía la foto, como en la entrevista).
Por estos dos tubos es por donde pasa la luz. Cuando se hace circular, no hay nadie al lado, por precaución contra la radiación. Todos los resultados se ven por ordenador. Detrás de esa pared naranja aún tiene el paso más restringido. Sólo se puede entrar para trabajos de mantenimiento, y cuando el Alba está parado.
Siento la calidad de esta foto, pues me ha salido un poco movida. Pero quería ponerla para que veais el nivel de complicación que tienen estos aparatos. Todo está lleno de tornillos, tubos y aparatos. Y aunque parezca sin sentido, todo tiene su motivo.
El Orient también ha querido mostrarse al lado de tanta sofisticación, luciendo su veteranía.
Aqui me teneis, intentando explicar con imágenes un aparato tan complicado.
Un primer plano del reloj, con más tubos.
Entrevistando al responsable de este experimento, el científico número 1000. Venía de Madrid.
Y aqui, al final de los aparatos, unos primeros ordenadores, donde se hace un análisis inicial de los resultados, y se preparan las próximas pruebas. Cuando funciona la fuente de luz, los científicos se van a otros ordenadores que hay cerca, más aislados y cómodos.
Una vez hemos acabado el reportaje, una foto del Orient ante la puerta del sincrotrón.
Espero que no os haya aburrido, y que hayais entendido un poco lo del sincrotrón.
Este es el vídeo que hemos emitido hoy en el Telenotícies de TV3, resultado del trabajo de esta mañana (está en catalán, pero creo que se entiende bien, y el científico -de Madrid- y la directora -italiana- hablan en castellano).
Mil investigadors al sincrotró
Gracias por la atención y paciencia en leerme.
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