Tempranillo
Forer@ Senior
Sin verificar
Os pongo en antecedentes: Hace un par de meses me decidí a buscar un reloj tipo pilot y ya sabéis lo que esto conlleva para los que tenemos este bendito vicio de los relojes: buscar información, ver reviews, leer opiniones en el foro, etc. Durante este proceso se cruzó ante mis ojos un reloj que llamó poderosamente la atención. Quizá no sea el mas ortodoxo en lo que a fliegers se refiere, pero fue un flechazo. Os hablo del Hamilton khaki pilot. Fijada la presa veo que el precio se va un poco bastante de mi presupuesto. Bueno, pues paciencia y a ir poco a poco juntando las perras me dije a mi mismo. Mientras tanto, me consolaba con ir a mirarlo (y a probarmelo) a la joyería de un amigo de la familia, el cual, al verme entrar sonreía y me decía "te saco el Hami,¿no?". El ritual era siempre el mismo: lo cogía, lo miraba, me lo probaba y, con un suspiro se lo devolvía a mi amigo diciéndole: "en cuatro o cinco meses, me lo llevo".
Nos trasladamos a la mañana de hoy, mañana de reyes en familia y llega la hora de ver qué nos han dejado sus majestades. Llega mi turno y mis padres con una sonrisa me dan un paquete. Creo que todavia me dura la cara de asombro al abrirlo y ver al Hami. Con los ojos como platos sólo acerté a balbucear " ¿pero...pero cómo sabíais que...? He de hacer un inciso y confesar que mis visitas a ver el reloj eran clandestinas y nadie, salvo el joyero amigo, estaba al tanto del asunto.
Resulta que el buen amigo había llamado a mi padre para sugerirle un regalo que me iba a hacer muy feliz.
Y aquí estoy, todavía en estado de shock y maravillado con el barrido de su segundero. El reloj ya me encantaba, pero por venir de quien viene es algo aun más especial.
Os pongo un par de fotos apresuradas de "el pequeñín".
Un saludo y gracias por leer
Nos trasladamos a la mañana de hoy, mañana de reyes en familia y llega la hora de ver qué nos han dejado sus majestades. Llega mi turno y mis padres con una sonrisa me dan un paquete. Creo que todavia me dura la cara de asombro al abrirlo y ver al Hami. Con los ojos como platos sólo acerté a balbucear " ¿pero...pero cómo sabíais que...? He de hacer un inciso y confesar que mis visitas a ver el reloj eran clandestinas y nadie, salvo el joyero amigo, estaba al tanto del asunto.
Resulta que el buen amigo había llamado a mi padre para sugerirle un regalo que me iba a hacer muy feliz.
Y aquí estoy, todavía en estado de shock y maravillado con el barrido de su segundero. El reloj ya me encantaba, pero por venir de quien viene es algo aun más especial.
Os pongo un par de fotos apresuradas de "el pequeñín".
Un saludo y gracias por leer