• El foro de relojes de habla hispana con más tráfico de la Red, donde un reloj es algo más que un objeto que da la hora. Relojes Especiales es el punto de referencia para hablar de relojes de todas las marcas, desde Rolex hasta Seiko, alta relojería, relojes de pulsera y de bolsillo, relojería gruesa y vintages, pero también de estilográficas. Además, disponemos de un foro de compraventa donde podrás encontrar el reloj que buscas al mejor precio. Para poder participar tendrás que registrarte.

Herreros - Relojeros.

  • Iniciador del hilo arrola
  • Fecha de inicio
Estado
Hilo cerrado
arrola

arrola

De la casa
Sin verificar
Ante mi nula capacidad para poner solo el vinculo a la noticia y dada la curiosidad que ha despertado en mi la misma, hago un corta pega de la misma aparecida en el periódico Deia el día de hoy.
Si no es este el lugar que corresponde a la misma ruego a los moderadores subsanen el entuerto.

[h=1]Yeregui, cinco generaciones de herreros-relojeros[/h]Desde que en 1796 José Francisco Yeregui firmara un contrato para hacer un reloj de torre en Betelu, esta familia navarra se ha dedicado a marcar el tiempo con sus sofisticados ingenios

REPORTAJE Y FOTOS DE XABIER ÁLVAREZ YEREGUI - Sábado, 7 de Noviembre de 2015 - Actualizado a las 08:29h
lostlink.jpg





lostimage.jpg
Reloj limpio y en funcionamiento.



Vista:

  • lostimage.jpg
    lostlink.jpg
  • lostimage.jpg
    lostlink.jpg







JOSÉ Francisco Yeregui Zabaleta (1760-1834) fue el primero de cinco generaciones de los herreros-relojeros de la dinastía Yeregui, afincados en Betelu (Nafarroa) que hemos podido reconstruir con base a los datos históricos proporcionados por Juan Garmendia Larrañaga y genealógicos facilitados por José Ignacio Yeregui Arlanzón.
Nació el 19 de marzo de 1760 en la casa Gorritenea de Leitza (hoy en día conocida como Peru-Harri). Sus padres fueron Martín José de Yeregui Marizcurrena y María Josefa Zabaleta Arrizurieta. Carpintero de oficio, construyó un reloj en madera y lo expuso en una feria de Pamplona. Tanto atrajo la curiosidad de los entendidos que le animaron a aprender el oficio de herrero. Es por ello que dejó en Leitza a su mujer y dos hijos y se trasladó a una herrería en Arruitz, en el Valle de Larraun. Allí aprendió el oficio y en 1796 firmó un contrato con la Villa de Betelu para la construcción de un reloj de torre.
En el contrato aparecían varias particularidades, aparte de las reseñas típicas (coronas de bronce, piñones templados, etc.). Uno de los requisitos era que el mantenimiento del reloj correría a su cargo durante seis años y a cambio el pueblo de Betelu le daría fragua y alimento para la familia durante todo este tiempo. Otra particularidad residía en la sonería, es decir, cómo deberían de sonar las campanas. En este sentido, además de las horas, y medias, “a las tres de la tarde deberían de sonar 33 campanadas”, para recordar la hora de la muerte de Cristo y los años con los que falleció.
De Francisco tenemos conocimiento de otros relojes que fabricó para Egiarreta e Hiabar, ambos concejos de Nafarroa, por unos contratos firmados en 1804. Siendo importante la capacidad de estos artesanos para fabricar relojes de torre, debemos de tener en cuenta que esa no era su fuente de ingresos principal ya que ellos, principalmente, eran herreros.
JUAN MANUEL YEREGUI CANFLANCA (1795-1848) A Francisco le vino a suceder su hijo Juan Manuel. De este y hasta ahora el reloj más importante que hemos encontrado es el que estuvo en el Ayuntamiento de Pamplona desde 1849 a 1991. Este reloj, en realidad, fue construido para la iglesia de San Lorenzo de Iruñea en 1827. Es a finales de la Segunda Guerra Carlista, en 1849, y temiendo que podría ser destruido, que lo retiran de la torre de la iglesia y lo trasladan al Ayuntamiento, donde siguió funcionando hasta 1991, siendo el reloj de referencia de Iruñea. Por desgracia, se le hicieron modificaciones invasivas que más adelante comentaré. Sería bueno que este reloj se pudiera recoger (actualmente está en una sala de maquinas de aire acondicionado), por ejemplo, en el Planetario de Iruñea, y exponerlo al público, ya que es parte de nuestro patrimonio.
JUAN JOSÉ YEREGUI OLANO (1819-1887) A Juan Manuel le sucedió su sobrino, Juan José, hijo de su hermano José Francisco. De Juan José, tercero en la generación de los herreros-relojeros, tenemos referencias que nos indican que construyó relojes para Auritz-Espinal y Altzaga.
BONIFACIO YEREGUI YEREGUI (1850-1911) Tras Juan José vino su hijo Bonifacio, cuarto de la saga Yeregui. De este tenemos referencias de relojes que construyó para Marcilla, Saldias, Gaintza y Villanueva.
ANDRÉS YEREGUI ERASO (1884-1975) Hijo de Bonifacio y quinto de la generación de los herreros-relojeros. Juan Garmendia en uno de sus escritos comenta: “Andrés conocido como errementari-zaharra, es un hombre más bien alto y de cara sonrosada, en sus ojos claros se trasluce una mirada viva y perspicaz, de afable y amena conversación, su memoria sale de lo corriente”. Andrés, construyó un reloj de madera para Juan Garmendia, lo que nos comentó él en una entrevista.
De los relojes construidos por Andrés, tenemos referencia de tres localidades: uno para Igoa, otro para Izurdiaga y un tercero para Latasa. Recientemente, hemos podido comprobar que el de Latasa, aparentemente, está en buen estado, aunque la iglesia está casi en situación de ruina.
Una cita de Juan Garmendia Larrañaga al hablar de los artesanos relojeros dice: “Salamanca nada les prestó, pero natura mucho les concedió”. Son verdaderas obras de arte los relojes construidos artesanalmente, además, con la particularidad que cada reloj era construido para un sitio determinado, con sus singularidades. Como ejemplos: las 33 campanadas del de Betelu, las 25 campanadas a las cinco de la mañana y 29 campanadas a las nueve de la noche en Zia (Nafarroa). ¡Cada reloj era único!
BENITO YEREGUI GOLDARACENA (1843-1912) Juan Martín, hermano de Juan José (tercero de la generación), tuvo ocho hijos, siendo el mayor Benito, mi bisabuelo. En un escrito dirigido a los franciscanos de Zarautz, en 1896, para argumentar su antigüedad en el oficio, comentaba que llevaba 39 años de relojero, de lo cual se deduce que comenzó a trabajar a los 14 años en la fragua de su tío y de relojero.
Benito se trasladó de Betelu a Aguinaga de Usurbil a la edad de 27 años; contrajo matrimonio con Martina Manterola a los 29 y tuvieron trece hijos. Creemos que tras la construcción del reloj de Artadi (1901), se planteó trasladarse a Zumaia con su familia. En la fragua de Aguinaga construyó la mayoría de sus relojes.
Tenemos constancia de que construyó ochenta. Los numeraba en su mayoría, el número 80 está en la iglesia de San Salvador de Usurbil, del año 1912. En la placa pone: Fábrica de Relojes de Torre, Benito Yeregui e Hijos, Zumaya.
De los relojes construidos por Benito y que sigan funcionando hay unos cuantos. Enumero solo seis, aunque hay más que están en marcha: Zestoa, iglesia de la Natividad, 1879; Urrexola, iglesia de Nuestra Señora de la Ascensión, 1884; Ikaztegieta, iglesia de San Lorenzo, 1887; Alegi, iglesia de San Juan Bautista, 1904; Urrestilla, iglesia de la Anunciación, 1905; y Zarautz, Torre del Campanario, 1910, etc.
Más relojes de Benito podemos encontrar en la basílica de El Buen Pastor (Donostia), Usurbil o Gabika, en Ereño, etc. Estos últimos están parados, pero en su sitio.
SERAPIO YEREGUI GONDARACENA (1859-1926) Hermano de Benito, fue también constructor de relojes. Primero se trasladó de Betelu a Aguinaga y luego montó su empresa enDonostia. De Serapio tenemos constancia de cuatro relojes, el más conocido el de Arano (Nafarroa), de 1909, está en marcha y funciona muy bien.
También construyó para Goizueta, Irun y Elizondo. Los relojeros a menudo se encargaban también del montaje de las campanas o, por lo menos, asesoraban sobre la colocación de estas.
RESTAURACIÓN NO INVASIVA Tras visitar las torres de las iglesias y comprobar la situación en la que se encuentran algunos de los relojes, tanto los que están parados como en funcionamiento, me pregunté si no habría forma de restaurar estas máquinas sin que se cambie la fisonomía y la estructura creadas por el artesano. Tras varias consultas y visitar otros países llegué a la conclusión de que se pueden hacer las cosas de distinta forma a la que se estaban haciendo o se hicieron. Lo más importante para ver esta necesidad es darse cuenta que la máquina que tenemos entre nuestras manos, es única y cualquier modificación en su estructura no tiene vuelta atrás.
Si en la restauración tenemos que cambiar alguna pieza, la original la recogeremos instalando la nueva para hacer funcionar el reloj. También tenemos que tener en cuenta que cualquier automatización del reloj, remontaje de pesas o control del péndulo, debe de respetar la originalidad de los elementos del reloj y si fuera el caso de que el automatismo no funcionara, retirarlo en su totalidad para que el reloj pueda funcionar dándole cuerda como en origen. En algunos casos he visto tambores de las ruedas imperiales modificados, para poner motores de remontaje de las pesas, con escasos resultados.
RESTAURACIÓN EN ARTADI-ZUMAIA Con criterios no invasivoshemos restaurado un reloj del año 1901 que construyó Benito Yeregui para la iglesia de San Miguel de Artadi de Zumaia. Este reloj se paró hacia 1985, lo retiraron de su sitio y estando a punto de tirarlo a la chatarra dos tíos míos lo recogieron y lo expusieron en el jardín de sus casas, tras haberle dado, previamente, varias capas de pintura para que no se oxidara. Obviamente, no funcionaba.
La restauración de este reloj nos ha llevado casi dos años. La electrónica que se le ha instalado para el remontaje de las pesas y control del péndulo están fabricados y montados con criterios no invasivos. El remontaje de las pesas se hace con motores instalados en la parte inferior del reloj y la tracción mecánica que ejercen para subir las pesas la practica sobre el tambor de la rueda imperial, no hay ningún otro acoplamiento. El sistema de control de péndulo es para evitar tener que regular que las estaciones del año influyan en la marcha del reloj, pues como es sabido, en verano el péndulo sufre dilataciones, lo cual hace que el reloj atrase y en invierno el péndulo se contrae y esto le hace adelantar. Con este sistema de motor lineal accionando sobre la parte baja del péndulo conseguimos que el reloj vaya siempre en hora. Este sistema esta aplicado en los relojes que están en la Torre Belfort (http://www.brujas.info/belfort) de la localidad belga de Brujas y en la torre Zimer, de Lier, también Bélgica (http://www.zimmertoren.be). Este último reloj se construyó en 1930, para celebrar el centenario de la independencia de Bélgica y en su día fue visitado por Albert Einstein.
El ingeniero, Javier Castells Garmendia ha realizado su proyecto fin de grado analizando los cálculos matemáticos y de funcionamiento de este reloj con resultado de sobresaliente.
ASOCIACIÓN YEREGUI ELKARTEA El año pasado creamos una asociación Yeregui Elkartea entre la familia y amigos para recuperar la memoria histórica de los herreros-relojeros Yeregui.
La restauración de una máquina que ha sincronizado el quehacer diario de nuestros pueblos es posible. El trabajo en auzolan nos ayuda a abordar esta recuperación del patrimonio, pero la implicación de las instituciones es imprescindible.
La asociación Yeregui Elkartea, quiere crear la cultura de mantener en servicio los relojes centenarios que son parte de nuestro patrimonio y está dispuesta para asesorar a quien lo necesite.
 
Estado
Hilo cerrado
Atrás
Arriba Pie