Claudio
Milpostista
Sin verificar
Un pequeño artículo periodístico publicado en "La Federación Relojera suiza" en noviembre de 1912, decía aproximadamente (ya que la traducción es mía) lo siguiente:
El reloj más solicitado es de procedencia suiza y cuesta alrededor de 5,50 dólares, lo mismo que los relojes americanos. La importación total de relojes es de 48.000 a 50.000 piezas al año.
Los relojes y los péndulos alemanes, baratos, procedentes de la Selva Negra, no son casi más demandados, puesto que tienen una competencia muy reñida con los relojes americanos, fabricados en masa por la Ansonia Clock Company, que, por su parte, son suplantados por los de fabricación japonesa.
Estos últimos se parecen mucho a los relojes alemanes y son parcialmente provistos de las mismas marcas de fábricas e inscripciones. Visto que las tarifas americanas de transporte son muy elevadas y las de Japón en cambio muy pequeñas, hay que prever que los japoneses se harán los dueños del mercado. Por otra parte, se ha constatado que los relojes japoneses son muy buenos, a pesar de su bajo precio.
En lo que concierne a los despertadores, observamos una disminución sensible en la importación. En cuanto a los relojes de aplique con carillón, son bastante demandados, pero no todavía en grandes cantidades. Son también los japoneses los aprovisionadores de fornituras para estos artículos.
El comercio de relojería en Hongkong
Los relojes de bolsillo, los más demandados, vienen de Suiza, y son buenos aun siendo bastante baratos. Igualmente, los relojes americanos se despachan fácil. En cambio, los relojes de Glashütte tienen un acceso bastante difícil.El reloj más solicitado es de procedencia suiza y cuesta alrededor de 5,50 dólares, lo mismo que los relojes americanos. La importación total de relojes es de 48.000 a 50.000 piezas al año.
Los relojes y los péndulos alemanes, baratos, procedentes de la Selva Negra, no son casi más demandados, puesto que tienen una competencia muy reñida con los relojes americanos, fabricados en masa por la Ansonia Clock Company, que, por su parte, son suplantados por los de fabricación japonesa.
Estos últimos se parecen mucho a los relojes alemanes y son parcialmente provistos de las mismas marcas de fábricas e inscripciones. Visto que las tarifas americanas de transporte son muy elevadas y las de Japón en cambio muy pequeñas, hay que prever que los japoneses se harán los dueños del mercado. Por otra parte, se ha constatado que los relojes japoneses son muy buenos, a pesar de su bajo precio.
En lo que concierne a los despertadores, observamos una disminución sensible en la importación. En cuanto a los relojes de aplique con carillón, son bastante demandados, pero no todavía en grandes cantidades. Son también los japoneses los aprovisionadores de fornituras para estos artículos.