Goldoff
Administrador de RE
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Buenos días,
me ha sido concedido el honor de abrir este hilo de la Centolada 2016, y antes de contaros nada quiero quiero dar las gracias (por primera vez en este hilo, pero hay motivos para muchísimas más) a Juan y Manu, Manu y Juan, Dagofa y Darkcabrio, por una quedada impecablemente organizada, por su dedicación a todos nosotros pero sobre todo por ser como son: grandes de verdad.
Esto va a ser más un reportaje gráfico que aunque medio largo va a quedar incompleto porque uno no está a todo, de manera que se agradecerán las contribuciones de los asistentes.
Salimos de Barcelona a hora de señores un viernes al mediodía, y mientras tomábamos altura (y poco más, que estos de Ryanair no se invitan a nada ) nos fuimos probando los pelucos de los compañeros de viaje. Porque estaba en el lado de la ventana y la huida era complicada a 10.000 metros de altura, pero la tentación era seria...
Con estas chucherías se nos pasó el tiempo literalmente volando y aterrizamos en Vigo a la hora prevista (aquí una lanza rota en favor de Ryanair, que a veces se lleva más palos de los que merece)
Tengo que hacer aquí una elipsis y aparecernos por la tarde noche, que entre el check-in del hotel, comer algo por el jet-lag e ir saludando a los que iban llegando se me fue el santo al cielo y no saqué una triste foto.
Iglesia de la Virgen Peregrina, patrona de Pontevedra, que tiene planta de Vieira. Muy chula, y ese toque lila en el campanario le da un aire moderno dentro de lo barroco (¿neoclásico? ) de su fachada.
En la calle, de camino a La Cámara, en el edifico de lo que supongo había sido la Cámara Agraria de Pontevedra.
No tengo muchas fotos -tampoco- de eso, pero sí me probé unas piezas que antes de probármelas no me decían mucho... Cómo cambian las cosas de tocar a no tocar.
Nunca digas de este agua no beberé ni... ¿cómo iba lo del cura?
Pero lo de la Cámara era un piscolabis previo a la cena, que tuvo lugar en la pulpería al lado del hotel. Tuvimos suerte y conseguimos mesa para catorce.
Por cierto, reivindico aquí la cerveza Estrella Galicia: cada vez me gusta más, y si encima la tiran con esa espuma que parece casi nata el placer es completo (no, no tengo foto de mi cerveza )
Después de cenar, unos chupitos de crema de orujo. Como somos así de sofisticados, a uno se le ocurrió reproducir un mejunje de su época de estudiante y nos lo flambeó con ¡Cointreau! (Cuantró, vamos )
Y como para todo hay que tener arte, Juan Darkcabrio nos enseño a manejar el fuego.
(quedó claro que yo no aprendí nada, porque me quemé cuando al agarrar el vasito este se me pegó el licor -y el fuego- a un dedo que aún hoy tiene una buena herida )
Puestos a pegarse se pegaban hasta los teléfonos, que con tanto azúcar diluido quedó todo pringosillo...
Al día siguiente no todos estaban tan frescos como hubieran deseado: en lugar de cerveza, Jordi se había puesto bien de un vino blanco que "oye, qué bien pasa el vino este..." en fin, nada grave
Paseo por la ciudad para hacer un poco de ejercicio
La Peregrina, ahora de día. Esos zascandiles bicolor iban en nuestro grupo, sí.
El loro malhablado de la antigua botica y el Aerospace
¿Tabiques pluviales? Aquí los hacemos de verdad impermeables. Y si alguien sabe de lluvia esos son los gallegos...
Rincones bien bonitos. Entre esto y que los precios hosteleros parecen de hace diez años Pontevedra es una seria candidata a una escapada de fin de semana en cualquier momento...
Zascandiles incluidos...
La iglesia de pescadores o mareantes. Barroco puro, este sí.
En el interior, la paz es beatífica. Tanto, que estos dos se reconciliaban, y eso que no les hacía ninguna falta porque se llevan divinamente
Detrás de ellos, la mesilla-camilla-confesionario con sus sillas.
El mercado de Abastos. Eran horas tardías ya, pero el género que vimos ahí era para empezar a salivar y no parar...
... y los vecinos
Lo mejor: puedes comprar en el mercado y en el piso de arriba te lo cocinan al gusto. Con Albariño-Albariño y cerveza... Estrella Galicia, por supuesto. Esos percebes y esos camarones sabían a gloria.
Y si como algún valiente te los comías crudos, todavía más.
Pues nada, de camino ya para la comida y con el hambre abierto no se me ocurrió sacar más fotos hasta que Audencio González me enseño la caja de los pecados:
Luego veréis más fotos -espero- pero yo es que me quedé prendado...
Una foto -sólo una- del ambiente:
Y más asistentes:
El Señor del Fuego en plena faena con la Queimada:
Hubo cena -otra vez en la pulpería vecina, que se estaba bien a gusto- pero fue "de tranquis" y no hay fotos (un desastre, oiga).
La pulpería, eso sí. Dicen que la oreja estaba buena (preguntadle al jubilao y a Jesús Albasit), pero el pulpo a Feira estaba de repetir: 8 euros la ración.
Al día siguiente excursión cultural. Manu nos llevó a un cerro en medio de toda Galicia (o casi) para disfrutar del paisaje... pero primero disfrutamos de su imagen voladora
Desde luego valió la pena:
Como todavía no nos habíamos aburrido de relojes, empezaron las comparaciones (de tamaño) odiosas...
Y ¡¡por fin!! pudimos exclamar la famosa frase ¿¿Estamos a relojes o a setas, cagondiola??
Tiempo para el noble arte fotográfico...
... y ¡¡a comer!! Esto es un no parar, aunque hay que decir que conseguimos modular las cantidades.
Y con esto y un bizcocho (o una crepe crujiente con bola de helado) empezamos las despedidas, que los chicos de Ryan nos esperaban.
Y esto es lo que dio de sí mi móvil. Espero que mis compañeros de quedada vayan poniendo sus aportaciones.
Una vez más, mil gracias a Juan y Manu, Manu y Juan, por haberse currado tan bien una de las quedadas más entrañables de todas las que se organizan en RE
Abraciños a los dos y biquiños a las sufridoras Miriam y Sonia.
Ya queda menos para la próxima
me ha sido concedido el honor de abrir este hilo de la Centolada 2016, y antes de contaros nada quiero quiero dar las gracias (por primera vez en este hilo, pero hay motivos para muchísimas más) a Juan y Manu, Manu y Juan, Dagofa y Darkcabrio, por una quedada impecablemente organizada, por su dedicación a todos nosotros pero sobre todo por ser como son: grandes de verdad.
Esto va a ser más un reportaje gráfico que aunque medio largo va a quedar incompleto porque uno no está a todo, de manera que se agradecerán las contribuciones de los asistentes.
Salimos de Barcelona a hora de señores un viernes al mediodía, y mientras tomábamos altura (y poco más, que estos de Ryanair no se invitan a nada ) nos fuimos probando los pelucos de los compañeros de viaje. Porque estaba en el lado de la ventana y la huida era complicada a 10.000 metros de altura, pero la tentación era seria...
Con estas chucherías se nos pasó el tiempo literalmente volando y aterrizamos en Vigo a la hora prevista (aquí una lanza rota en favor de Ryanair, que a veces se lleva más palos de los que merece)
Tengo que hacer aquí una elipsis y aparecernos por la tarde noche, que entre el check-in del hotel, comer algo por el jet-lag e ir saludando a los que iban llegando se me fue el santo al cielo y no saqué una triste foto.
Iglesia de la Virgen Peregrina, patrona de Pontevedra, que tiene planta de Vieira. Muy chula, y ese toque lila en el campanario le da un aire moderno dentro de lo barroco (¿neoclásico? ) de su fachada.
En la calle, de camino a La Cámara, en el edifico de lo que supongo había sido la Cámara Agraria de Pontevedra.
No tengo muchas fotos -tampoco- de eso, pero sí me probé unas piezas que antes de probármelas no me decían mucho... Cómo cambian las cosas de tocar a no tocar.
Nunca digas de este agua no beberé ni... ¿cómo iba lo del cura?
Pero lo de la Cámara era un piscolabis previo a la cena, que tuvo lugar en la pulpería al lado del hotel. Tuvimos suerte y conseguimos mesa para catorce.
Por cierto, reivindico aquí la cerveza Estrella Galicia: cada vez me gusta más, y si encima la tiran con esa espuma que parece casi nata el placer es completo (no, no tengo foto de mi cerveza )
Después de cenar, unos chupitos de crema de orujo. Como somos así de sofisticados, a uno se le ocurrió reproducir un mejunje de su época de estudiante y nos lo flambeó con ¡Cointreau! (Cuantró, vamos )
Y como para todo hay que tener arte, Juan Darkcabrio nos enseño a manejar el fuego.
(quedó claro que yo no aprendí nada, porque me quemé cuando al agarrar el vasito este se me pegó el licor -y el fuego- a un dedo que aún hoy tiene una buena herida )
Puestos a pegarse se pegaban hasta los teléfonos, que con tanto azúcar diluido quedó todo pringosillo...
Al día siguiente no todos estaban tan frescos como hubieran deseado: en lugar de cerveza, Jordi se había puesto bien de un vino blanco que "oye, qué bien pasa el vino este..." en fin, nada grave
Paseo por la ciudad para hacer un poco de ejercicio
La Peregrina, ahora de día. Esos zascandiles bicolor iban en nuestro grupo, sí.
El loro malhablado de la antigua botica y el Aerospace
¿Tabiques pluviales? Aquí los hacemos de verdad impermeables. Y si alguien sabe de lluvia esos son los gallegos...
Rincones bien bonitos. Entre esto y que los precios hosteleros parecen de hace diez años Pontevedra es una seria candidata a una escapada de fin de semana en cualquier momento...
Zascandiles incluidos...
La iglesia de pescadores o mareantes. Barroco puro, este sí.
En el interior, la paz es beatífica. Tanto, que estos dos se reconciliaban, y eso que no les hacía ninguna falta porque se llevan divinamente
Detrás de ellos, la mesilla-camilla-confesionario con sus sillas.
El mercado de Abastos. Eran horas tardías ya, pero el género que vimos ahí era para empezar a salivar y no parar...
... y los vecinos
Lo mejor: puedes comprar en el mercado y en el piso de arriba te lo cocinan al gusto. Con Albariño-Albariño y cerveza... Estrella Galicia, por supuesto. Esos percebes y esos camarones sabían a gloria.
Y si como algún valiente te los comías crudos, todavía más.
Pues nada, de camino ya para la comida y con el hambre abierto no se me ocurrió sacar más fotos hasta que Audencio González me enseño la caja de los pecados:
Luego veréis más fotos -espero- pero yo es que me quedé prendado...
Una foto -sólo una- del ambiente:
Y más asistentes:
El Señor del Fuego en plena faena con la Queimada:
Hubo cena -otra vez en la pulpería vecina, que se estaba bien a gusto- pero fue "de tranquis" y no hay fotos (un desastre, oiga).
La pulpería, eso sí. Dicen que la oreja estaba buena (preguntadle al jubilao y a Jesús Albasit), pero el pulpo a Feira estaba de repetir: 8 euros la ración.
Al día siguiente excursión cultural. Manu nos llevó a un cerro en medio de toda Galicia (o casi) para disfrutar del paisaje... pero primero disfrutamos de su imagen voladora
Desde luego valió la pena:
Como todavía no nos habíamos aburrido de relojes, empezaron las comparaciones (de tamaño) odiosas...
Y ¡¡por fin!! pudimos exclamar la famosa frase ¿¿Estamos a relojes o a setas, cagondiola??
Tiempo para el noble arte fotográfico...
... y ¡¡a comer!! Esto es un no parar, aunque hay que decir que conseguimos modular las cantidades.
Y con esto y un bizcocho (o una crepe crujiente con bola de helado) empezamos las despedidas, que los chicos de Ryan nos esperaban.
Y esto es lo que dio de sí mi móvil. Espero que mis compañeros de quedada vayan poniendo sus aportaciones.
Una vez más, mil gracias a Juan y Manu, Manu y Juan, por haberse currado tan bien una de las quedadas más entrañables de todas las que se organizan en RE
Abraciños a los dos y biquiños a las sufridoras Miriam y Sonia.
Ya queda menos para la próxima
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