Goldoff
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.
Gracias a una llamada de última hora la semana pasada tuve ocasión de asisitir a la inauguración de la exposición del título.
donde además de poder saludar a un veterano forero "que se está quitando" (un abrazo, Paco ) vi -y toqué- la colección más exclusiva de TAG-Heuer, desde el V4 hsta el Mikrograph
Antes, un poco de historia:
En 1963, Jack Heuer, el hombre responsable de algunos de los avances más innovadores en el cronometraje deportivo, centró su atención en las necesidades específicas de los pilotos de carreras profesionales. Seguidor y testigo durante mucho tiempo del deporte, sabía exactamente lo que era necesario: una esfera amplia y fácil de leer, y una caja resistente tanto a los golpes como al agua que aguantase las carreras más duras.
También tenía en mente la fuente de inspiración ideal: la Carrera Panamericana, la competición de resistencia más dura del mundo. “El primero que me habló de esta carrera fue Pedro Rodríguez en las ‘12 Horas de Sebring’ donde yo era el Cronometrador Oficial. Él y su hermano Ricardo fueron dos de los pilotos más rápidos, inteligentes y resistentes de todos los tiempos. Mi imaginación echó a volar al oírlos hablar de esta competición, que había sido ganada en 1953 por Juan Manuel Fangio, viejo amigo de nuestra marca. El nombre de la competición por sí mismo me sonaba elegante, dinámico, fácil de pronunciar en todos los idiomas y cargado de emoción, entonces, supe que mi nuevo cronógrafo era el tributo perfecto a esa leyenda”, dice.
El primer Carrera fue este mítico Panda que ahora se ha reeditado:
En 1969 se presenta el modelo patentado Carrera Chronomatic Calibre 11, el primer cronógrafo automático del mundo que cambió la historia del diseño de relojes. El nombre, una combinación de las palabras “cronógrafo” y “automático”, figura entre los más emblemáticos de la historia de la relojería suiza. Dotado con contadores de 30 minutos y de 12 horas, y con el famoso piñón oscilante inventado por Edouard Heuer en 1887, el cronógrafo se equipó con un rotor libre en torno al eje y un volante espiral, un ajuste regulador excéntrico y un bloqueo en espiral movible, especialmente patentados, que garantizan una gran precisión con un margen de error mínimo en el cronometraje, incluso en las condiciones más extremas.
Este es uno de esos pioneros con calibre 11:
En 1996, TAG Heuer relanzó la icónica línea con el TAG Heuer CARRERA Cronógrafo. El nuevo abanderado de la firma es uno de los relojes más vendidos en la historia de la marca.
En 2004, se sumaron dos modelos automáticos a la lista, el CARRERA Taquímetro (41mm) y el CARRERA con brazalete de acero. En 2005, el Calibre 360 Concept Chronograph, primer cronógrafo mecánico con una precisión de una centésima de segundo, fue la sensación de la Feria de Basilea. Al año siguiente, en una demostración de la pericia de TAG Heuer en convertir conceptos en realidad, la edición limitada TAG Heuer Carrera Calibre 360 de oro rosa, fue nombrada “Reloj Deportivo del Año” en el Gran Premio de Relojería de Ginebra.
En 2010, el CARRERA fue la clara elección para afrontar un nuevo reto: el ‘Calibre 1887’, un movimiento cronógrafo diseñado y fabricado exclusivamente en los talleres de TAG Heuer en Suiza. Ganador del prestigioso galardón La Petite Aiguille del Gran Premio de Ginebra de 2010, el movimiento rinde tributo al piñón oscilante Heuer original de 1887, una de las primeras patentes de la firma y un punto de referencia sin igual en la relojería moderna.
En 2011, TAG Heuer añadió al legado dos novedades destacadas: la CARRERA Heritage, una línea con relojes deportivos y con un toque retro recordando los primeros CARRERA; y el revolucionario Carrera Mikrograph, el primer cronógrafo del mundo con aguja central saltante para medir una centésima de segundo.
El Mikrograph es uno de los relojes más fascinantes que he tenido ocasión de probarme: una máquina batiendo a 360.000 alternancias por hora (diez veces la frecuencia de el mítico El Primero) con una aguja que da una vuelta completa a la esfera por segundo. Eso lo consigue con lo que podríamos llamar dos movimientos (en realidad dos órganos reguladores): uno, el del reloj, batiendo a 28.800 a/h y el del cronógrafo batiendo a esa locura que acabo de mencionar. Además, el crono tiene una reserva de marcha de noventa (!) minutos, lo se antoja más que suficiente si lo que te interesa medir son centésimas... La trotadora sale movida sí o sí, básicamente porque en el tiempo de tomar la foto ha dado una vuelta completa: fijaos en los segundos continuos a las nueve.
Esta es siempre la parte más emocionante...
... aunque, como siempre, hay cosas que te hacen volver a poner los pies en el suelo. Por eso prefiero fijarme en esa preciosa trasera, que 150 ejemplares duran poco.
En 2012, la firma lanza el TAG Heuer Carrera Mikrogirder, con un sistema de alta frecuencia dual con 7.200.000 alternancias por hora y un cronógrafo central que completa una rotación 20 veces por segundo. Esta asombrosa máquina, el primer reloj de la historia sin volante regulador ni resorte regulador, es exacto hasta cinco diezmilésimas de segundo, algo sin precedentes. En la ceremonia del Gran Premio de Relojería de Ginebra, en noviembre 2012, fue distinguido como el mejor reloj en todas las categorías y premiado con la prestigiosa Aiguille d’Or, el galardón de mayor distinción en toda la industria relojera.
Aunque a estas alturas el V4 parezca cosa de la historia no hay que olvidar que TAG-Heuer no ha parado de trabajar para que dejara de ser un prototipo y pasara a producción, de manera que finalmente las famosas correas de transmisión de su "rotor" funcionaran correctamente. Una cosa de admirar es que no se limiten a lanzar "concept watches" sino que sigan hasta el final, así que brindis al sol los justos...
La historia de los Carrera se perpetúa con los nuevos modelos.
Con calibre 36 Flyback
Calibre 1887
más 36...
Gracias a Pere Quera y TAG Heuer por la oportunidad, doy fe que este tipo de acontecimientos dejan huella en el aficionado. Sobre todo cuando te permiten tocar las piezas.
Saludos
Gracias a una llamada de última hora la semana pasada tuve ocasión de asisitir a la inauguración de la exposición del título.
donde además de poder saludar a un veterano forero "que se está quitando" (un abrazo, Paco ) vi -y toqué- la colección más exclusiva de TAG-Heuer, desde el V4 hsta el Mikrograph
Antes, un poco de historia:
En 1963, Jack Heuer, el hombre responsable de algunos de los avances más innovadores en el cronometraje deportivo, centró su atención en las necesidades específicas de los pilotos de carreras profesionales. Seguidor y testigo durante mucho tiempo del deporte, sabía exactamente lo que era necesario: una esfera amplia y fácil de leer, y una caja resistente tanto a los golpes como al agua que aguantase las carreras más duras.
También tenía en mente la fuente de inspiración ideal: la Carrera Panamericana, la competición de resistencia más dura del mundo. “El primero que me habló de esta carrera fue Pedro Rodríguez en las ‘12 Horas de Sebring’ donde yo era el Cronometrador Oficial. Él y su hermano Ricardo fueron dos de los pilotos más rápidos, inteligentes y resistentes de todos los tiempos. Mi imaginación echó a volar al oírlos hablar de esta competición, que había sido ganada en 1953 por Juan Manuel Fangio, viejo amigo de nuestra marca. El nombre de la competición por sí mismo me sonaba elegante, dinámico, fácil de pronunciar en todos los idiomas y cargado de emoción, entonces, supe que mi nuevo cronógrafo era el tributo perfecto a esa leyenda”, dice.
El primer Carrera fue este mítico Panda que ahora se ha reeditado:
En 1969 se presenta el modelo patentado Carrera Chronomatic Calibre 11, el primer cronógrafo automático del mundo que cambió la historia del diseño de relojes. El nombre, una combinación de las palabras “cronógrafo” y “automático”, figura entre los más emblemáticos de la historia de la relojería suiza. Dotado con contadores de 30 minutos y de 12 horas, y con el famoso piñón oscilante inventado por Edouard Heuer en 1887, el cronógrafo se equipó con un rotor libre en torno al eje y un volante espiral, un ajuste regulador excéntrico y un bloqueo en espiral movible, especialmente patentados, que garantizan una gran precisión con un margen de error mínimo en el cronometraje, incluso en las condiciones más extremas.
Este es uno de esos pioneros con calibre 11:
En 1996, TAG Heuer relanzó la icónica línea con el TAG Heuer CARRERA Cronógrafo. El nuevo abanderado de la firma es uno de los relojes más vendidos en la historia de la marca.
En 2004, se sumaron dos modelos automáticos a la lista, el CARRERA Taquímetro (41mm) y el CARRERA con brazalete de acero. En 2005, el Calibre 360 Concept Chronograph, primer cronógrafo mecánico con una precisión de una centésima de segundo, fue la sensación de la Feria de Basilea. Al año siguiente, en una demostración de la pericia de TAG Heuer en convertir conceptos en realidad, la edición limitada TAG Heuer Carrera Calibre 360 de oro rosa, fue nombrada “Reloj Deportivo del Año” en el Gran Premio de Relojería de Ginebra.
En 2010, el CARRERA fue la clara elección para afrontar un nuevo reto: el ‘Calibre 1887’, un movimiento cronógrafo diseñado y fabricado exclusivamente en los talleres de TAG Heuer en Suiza. Ganador del prestigioso galardón La Petite Aiguille del Gran Premio de Ginebra de 2010, el movimiento rinde tributo al piñón oscilante Heuer original de 1887, una de las primeras patentes de la firma y un punto de referencia sin igual en la relojería moderna.
En 2011, TAG Heuer añadió al legado dos novedades destacadas: la CARRERA Heritage, una línea con relojes deportivos y con un toque retro recordando los primeros CARRERA; y el revolucionario Carrera Mikrograph, el primer cronógrafo del mundo con aguja central saltante para medir una centésima de segundo.
El Mikrograph es uno de los relojes más fascinantes que he tenido ocasión de probarme: una máquina batiendo a 360.000 alternancias por hora (diez veces la frecuencia de el mítico El Primero) con una aguja que da una vuelta completa a la esfera por segundo. Eso lo consigue con lo que podríamos llamar dos movimientos (en realidad dos órganos reguladores): uno, el del reloj, batiendo a 28.800 a/h y el del cronógrafo batiendo a esa locura que acabo de mencionar. Además, el crono tiene una reserva de marcha de noventa (!) minutos, lo se antoja más que suficiente si lo que te interesa medir son centésimas... La trotadora sale movida sí o sí, básicamente porque en el tiempo de tomar la foto ha dado una vuelta completa: fijaos en los segundos continuos a las nueve.
Esta es siempre la parte más emocionante...
... aunque, como siempre, hay cosas que te hacen volver a poner los pies en el suelo. Por eso prefiero fijarme en esa preciosa trasera, que 150 ejemplares duran poco.
En 2012, la firma lanza el TAG Heuer Carrera Mikrogirder, con un sistema de alta frecuencia dual con 7.200.000 alternancias por hora y un cronógrafo central que completa una rotación 20 veces por segundo. Esta asombrosa máquina, el primer reloj de la historia sin volante regulador ni resorte regulador, es exacto hasta cinco diezmilésimas de segundo, algo sin precedentes. En la ceremonia del Gran Premio de Relojería de Ginebra, en noviembre 2012, fue distinguido como el mejor reloj en todas las categorías y premiado con la prestigiosa Aiguille d’Or, el galardón de mayor distinción en toda la industria relojera.
Aunque a estas alturas el V4 parezca cosa de la historia no hay que olvidar que TAG-Heuer no ha parado de trabajar para que dejara de ser un prototipo y pasara a producción, de manera que finalmente las famosas correas de transmisión de su "rotor" funcionaran correctamente. Una cosa de admirar es que no se limiten a lanzar "concept watches" sino que sigan hasta el final, así que brindis al sol los justos...
La historia de los Carrera se perpetúa con los nuevos modelos.
Con calibre 36 Flyback
Calibre 1887
más 36...
Gracias a Pere Quera y TAG Heuer por la oportunidad, doy fe que este tipo de acontecimientos dejan huella en el aficionado. Sobre todo cuando te permiten tocar las piezas.
Saludos