¿Abrimos un restaurante... de una sola mesa?

Conseguir una mesa en elBulli (Cala Montjoi, Roses –Girona–) fue el sueño de cualquier gourmet durante una década. Tras su desaparición, El Celler de Can Roca en Girona (posicionado como el segundo mejor restaurante del mundo, según la lista S. Pellegrino, publicada por la revista británica ‘Restaurant’), DiverXO en Madrid o Tickets en Barcelona son objetivos ineludibles en la agenda de los aficionados a la gastronomía. Pero es posible que haya una opción casi tan atractiva como lograr una reserva casi imposible en un restaurante muy deseado: sentarse en una mesa exclusiva. ¿Qué pasaría si en el actual contexto de crisis del ‘gastrosector’, con cierres de restaurantes casi a diario y con una creciente tendencia hacia los locales informales y asequibles, alguien llega y dice que el futuro está en los establecimientos de una sola mesa? Ya ha ocurrido. Es la apuesta de Ferran Adrià. No es algo del todo nuevo. Hace un par de años, en el discurso del creador de elBulli, se coló el concepto: locales de una sola mesa para ofrecer exclusividad al comensal.
Y, además, Adrià asegura contra todo pronóstico que es un formato mucho más rentable que cualquier otro concepto de negocio en el sector gastronómico. “E mucho más negocio montar un restaurante de nueve o diez plazas que uno de cuarenta”, señaló hace el chef unos días en una presentación con Telefónica. De hecho, es el concepto de negocio que abrirá en Barcelona Eugeni de Diego, una de las piezas clave del ‘engranaje Bulli’ durante muchos años. “Le voy a ayudar a lanzar este negocio”, aclara Adrià.
La idea tiene su origen en Mibu, un local del barrio de Ginza (Tokio) liderado por el matrimonio Hiroyohi y Tomiko Ishida con sólo ocho plazas y restringido a unos 300 socios, un espacio del que el cocinero de elBulli es fan número uno.
Hay algunos casos en España que podrían asimilarse más o menos al formato de mesa única. Inopia, el bar de tapas de Albert Adrià (hermano de Ferran) que cerró hace un año para lanzar Tickets y la coctelería 41º, era un bar de tapas con opción a reservar una sola mesa sujeta a un menú degustación prefijado. El chef madrileño Paco Roncero aplicó el mismo concepto en su primer Estado Puro, en Madrid.
Abastos 2.0, el espacio abierto hace dos años escasos en el Mercado de Santiago de Compostela, incluye en sus servicios por sesiones horarios la opción de disfrutar del ritual de una mesa única (su bautizada como barra efímera reconvertida en una reserva exclusiva) por la noche.
Incluso existe alguna mesa especial como la que Le Cabrera Casa América creó este verano en la escalinata del Palacio de Linares, como un añadido de la terraza del restaurante de este multiespacio de gastronomía y coctelería firmada por el barman Diego Cabrera. En la parte alta de la escalera, una mesa exclusiva –y, por lo tanto, única por ello–
Además, espacios variopintos más o menos privados como BeChic, Inhova de Paco Roncero o Chefslab de Sergio Pérez (Madrid); el aula de El Cenador de Amós (Villaverde de Pontones, Cantabria), de Jesús Sánchez; e, incluso, la barra bajo reserva de Dospalillos (Barcelona), del ex Bulli Albert Raurich, se alinean con esta filosofía.
¿Habrá mesa única en elBullifoundation que planea Ferran Adrià? Lo sabremos en 2014.




expansion.com

Muy bueno Jose, la verdad es que es una idea original. Yo había odido de restaurantes que no reservan mesa a nadie y cuando abren sus puertas dejan entrar por orden de llegada, cuando está lleno lo cierran.
O también los que cambian cada 3 meses de ubicación sin avisar a los clientes asiduos...
Esto de sólo una mesa no se yo...
Saludos.

Cuando abra el Bulli vamos un día y probamos.

Habrá que echar a suertes quien de los dos se agarra de los tobillos cuando traigan la cuenta

Aqui en andorra hay un lugar que se llama "Crostò", el cual os super recomiendo, donde entran unas 15 o 20 personas, no mas..... no existe carta, el propietario, "Jordi", te canta los platos del dia y el trato es exquisito y la comida ni les cuento.

Bonito e interesante hilo. Gracias.

Esta idea solo la podrían desarrollar un puñado de cocineros y tal vez piense en demasiados. Como idea elitista tiene mercado, pero si prolifera al "olor de la sardina" deja de srlo y se convierte en algo incluso incómodo.
De todas formas, los grandes cocineros no están en crisis, suelen tener sus locales a pleno rendimiento y la crisis realmente está en la segunda división, que es donde más ha calado la idea de que nos cobran (salvo honrosas excepciones) el producto y la mano de obra a precio de Estación Espacial y nos ofrecen platos que para nada se justifican. La crisis también ha puesto a muchos en su sitio.
El mercado del lujo no sabe de crisis, por eso la idea no es mala.

Esta idea hace unos 30 años que pude comprobarla en Paris,concretamente era una casa particular,Chez Marseille en la Rue de Moux,regentada por una sra, que era un clonico de Editt Piaf,que por la edad que tenia seguramente hara tiempo que descansa en paz,era un piso y se comia en el comedor unas 10 personas en la misma mesa,de diferentes estatus,el menu consistia en la mejor bullabesa que jamas e probado,con el caldo por delante y detras el pescado,como esta mandado,postres el plateau de fromage y un vino blanco de Borgoña excelente,cafe y nada mas,alli acudia la jet set de Paris ,politicos mandatarios,eso si con reserva de 4 6 meses por adelantado,tuve la suerte de ir con un amigo que era repetidor de tal experiencia,y jamas olvidare aquella pitanza,la señora cocinaba y servia vivia sola con un gato siames,la idea estuvimos a punto de ponerla en practica en Barcelona ,pero al final no cuajo

sebas11 dijo:

Aqui en andorra hay un lugar que se llama "Crostò", el cual os super recomiendo, donde entran unas 15 o 20 personas, no mas..... no existe carta, el propietario, "Jordi", te canta los platos del dia y el trato es exquisito y la comida ni les cuento.

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