Claudio
Milpostista
Sin verificar
Curioso Ariste Racine militar "tonel" de pulsera con fotografía, de 1915 (1GM)
Fijaos en un detalle: ya usaba esta Casa el nombre de Enicar, pero no como marca comercial, sino como su dirección telegráfica. No es hasta 1918 cuando se empieza a ver Enicar como marca relojera. Ariste Racine se publicaba como fabricante de cajas de relojes y de relojes terminados. En este anuncio se puede leer esto ("livre aussi la boîte seule"). También fabricaban brújulas para dijes ("boussoles pour breloques") y otras fantasías, con esferas normales o luminosas. Podían atender grandes pedidos ("livrables par grandes séries") de relojes, como se puede leer; así como de los otros objetos, ya que tenían capacidad de producir diariamente 3.000 piezas.
Hacían movimientos con escape de áncora y de cilindro en distintos tamaños, desde 11 hasta 13 líneas. El modelo de la imagen, especial para militares, portaba una fotografía inalterable y la hacían de todos los países beligerantes. Y, como colofón de todo esto, sus precios, tanto de los relojes como de las brújulas y demás fantasías eran o ventajosos o extraventajosos.
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Fijaos en un detalle: ya usaba esta Casa el nombre de Enicar, pero no como marca comercial, sino como su dirección telegráfica. No es hasta 1918 cuando se empieza a ver Enicar como marca relojera. Ariste Racine se publicaba como fabricante de cajas de relojes y de relojes terminados. En este anuncio se puede leer esto ("livre aussi la boîte seule"). También fabricaban brújulas para dijes ("boussoles pour breloques") y otras fantasías, con esferas normales o luminosas. Podían atender grandes pedidos ("livrables par grandes séries") de relojes, como se puede leer; así como de los otros objetos, ya que tenían capacidad de producir diariamente 3.000 piezas.
Hacían movimientos con escape de áncora y de cilindro en distintos tamaños, desde 11 hasta 13 líneas. El modelo de la imagen, especial para militares, portaba una fotografía inalterable y la hacían de todos los países beligerantes. Y, como colofón de todo esto, sus precios, tanto de los relojes como de las brújulas y demás fantasías eran o ventajosos o extraventajosos.
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