Conde Overos
Milpostista
Sin verificar
Como cada año en los últimos... me he ido al desierto del Sahara. Para ser más exactos a los campamentos de refugiados saharauis en Tindouf, Argelia.
Este año, al igual que el anterior, he hecho una prueba de tintas que será presentada a su debido tiempo y que, ya aviso, sorprenderá.
También me llevé cinco compañeras de viaje, además de la Midori Traveler's notebook (de Pepe, Inktraveler - en este viaje le he puesto los cuernos a Alfre ) y una magnífica libreta Tsubame, también de Ikntraveler, de reserva por si me sentía inspirado y me acababa las dos que llevaba en la Midori. Menos mal, porque las dos de la Midori cayeron. De la misma forma que las cargas de las cuatro plumas y el vial de repuesto que llevaba. Y también, finalmente, la libreta de repuesto agotó su última página en el viaje de vuelta. Todavía escribí alguna cosa que se quedó en el tintero cuando volví a casa.
Las fotos luego...
El comportamiento de las plumas fue fantástico. Como ya he dicho en alguna otra ocasión eso de en los aviones se sale la tinta... ¡nada de nada! Al menos en mis viajes que supongo son a la misma altitud que el resto; metro arriba, metro abajo.
En lo que a los calores del desierto tengo que decir que no afectan mucho si se da un uso continuo a la estilográfica; al final, poca tinta se evapora si la gastas antes. Pero esto lo puedo decir con base en la experiencia de viajes anteriores, ya que este año de sol, lo que se dice sol, nada de nada. Un poco fuerte los dos primeros días y el resto lluvia y más lluvia durante una semana y luego nubes y más nubes con alguna llovizna aislada. Pocas veces he padecido tanta humedad en mi vida. Y empieza a ser dilatada. De lo que allí sucedió a causa de la lluvia la red va llena; podéis informaros y ver todas las fotos que queráis buscando en Google.
Como compañeras de viaje me llevé:
Pelikan M205 naranja punto F cargada con Edelstein Amber de Pelikan, mi tinta favorita, y que pasó a estar cargada con Pelikan azul. Un tintero que acompañaba a la M400 de pijama verde de West Germany.
Otra de las acompañantes era la Pelikan M200 Cognac con plumín Italic cargada con Irish green de Mont Blanc. Un punto al que me cuesta acostumbrarme, más si cuando toca escribir es tumbado en el suelo en una posición difícil en la que un brazo acaba dormido. Me quedan horas de vuelo con él, supongo.
También viajó conmigo una pluma que queda muy bien en el desierto, se camufla en él. Es la pluma del foro, punto M; cargada con Mont Blanc Toffee brown. Pluma y tinta no pueden mimetizarse más con ese entorno. Lástima que la carga duró un suspiro. Pasó a estar entintada con verdigris de R&K. Es una de las plumas que más uso, va a todas partes conmigo.
También me acompañó una Sailor 1911 standard. Punto M cargada con verdigris de R&K. Una vez acabada la carga la dejé de lado. La Pelikan cargada y con punto F da para mucho.
Es curioso lo que me ha pasado con las Pelikan M200, M205. Porque eran plumas que me causaban cierto rechazo por mi forma de escribir, apretaba mucho la pluma, como si quisiera estrujarla, lo que hacía que apretara al escribir y un F fuera un M y un M pasara a ser un B. A parte de dejarme una seria marca en los dedos al ser el final de la sección tan anguloso, afilado. Con el tiempo aprendí a escribir con ellas, que no a escribir, y ahora son plumas con las que me siento cómodo escribiendo.
La quinta pluma no la tengo fotografiada. Es una Kaweco Sport azul "lavada a la piedra" punto M con tinta azul de la misma marca. Una pluma de batalla, dura donde las haya y que no se raya . La del día a día para toma de notas. El diario con las otras cuatro.
Por último... La Midori y la funda ASTON.
Y el autor... escribiendo con una pluma que no era suya. Lamy. El mismo día que empezó a llover. (No quiero quejas porque no se me vea la cara, otros siempre salen de espaldas )
Un conjunto perfecto para viajar.
Del diario... pocas veces he escrito tantas emociones. Me lo quedo para mi.
Espero no haberos aburrido.
Este año, al igual que el anterior, he hecho una prueba de tintas que será presentada a su debido tiempo y que, ya aviso, sorprenderá.
También me llevé cinco compañeras de viaje, además de la Midori Traveler's notebook (de Pepe, Inktraveler - en este viaje le he puesto los cuernos a Alfre ) y una magnífica libreta Tsubame, también de Ikntraveler, de reserva por si me sentía inspirado y me acababa las dos que llevaba en la Midori. Menos mal, porque las dos de la Midori cayeron. De la misma forma que las cargas de las cuatro plumas y el vial de repuesto que llevaba. Y también, finalmente, la libreta de repuesto agotó su última página en el viaje de vuelta. Todavía escribí alguna cosa que se quedó en el tintero cuando volví a casa.
Las fotos luego...
El comportamiento de las plumas fue fantástico. Como ya he dicho en alguna otra ocasión eso de en los aviones se sale la tinta... ¡nada de nada! Al menos en mis viajes que supongo son a la misma altitud que el resto; metro arriba, metro abajo.
En lo que a los calores del desierto tengo que decir que no afectan mucho si se da un uso continuo a la estilográfica; al final, poca tinta se evapora si la gastas antes. Pero esto lo puedo decir con base en la experiencia de viajes anteriores, ya que este año de sol, lo que se dice sol, nada de nada. Un poco fuerte los dos primeros días y el resto lluvia y más lluvia durante una semana y luego nubes y más nubes con alguna llovizna aislada. Pocas veces he padecido tanta humedad en mi vida. Y empieza a ser dilatada. De lo que allí sucedió a causa de la lluvia la red va llena; podéis informaros y ver todas las fotos que queráis buscando en Google.
Como compañeras de viaje me llevé:
Pelikan M205 naranja punto F cargada con Edelstein Amber de Pelikan, mi tinta favorita, y que pasó a estar cargada con Pelikan azul. Un tintero que acompañaba a la M400 de pijama verde de West Germany.
Otra de las acompañantes era la Pelikan M200 Cognac con plumín Italic cargada con Irish green de Mont Blanc. Un punto al que me cuesta acostumbrarme, más si cuando toca escribir es tumbado en el suelo en una posición difícil en la que un brazo acaba dormido. Me quedan horas de vuelo con él, supongo.
También viajó conmigo una pluma que queda muy bien en el desierto, se camufla en él. Es la pluma del foro, punto M; cargada con Mont Blanc Toffee brown. Pluma y tinta no pueden mimetizarse más con ese entorno. Lástima que la carga duró un suspiro. Pasó a estar entintada con verdigris de R&K. Es una de las plumas que más uso, va a todas partes conmigo.
También me acompañó una Sailor 1911 standard. Punto M cargada con verdigris de R&K. Una vez acabada la carga la dejé de lado. La Pelikan cargada y con punto F da para mucho.
Es curioso lo que me ha pasado con las Pelikan M200, M205. Porque eran plumas que me causaban cierto rechazo por mi forma de escribir, apretaba mucho la pluma, como si quisiera estrujarla, lo que hacía que apretara al escribir y un F fuera un M y un M pasara a ser un B. A parte de dejarme una seria marca en los dedos al ser el final de la sección tan anguloso, afilado. Con el tiempo aprendí a escribir con ellas, que no a escribir, y ahora son plumas con las que me siento cómodo escribiendo.
La quinta pluma no la tengo fotografiada. Es una Kaweco Sport azul "lavada a la piedra" punto M con tinta azul de la misma marca. Una pluma de batalla, dura donde las haya y que no se raya . La del día a día para toma de notas. El diario con las otras cuatro.
Por último... La Midori y la funda ASTON.
Y el autor... escribiendo con una pluma que no era suya. Lamy. El mismo día que empezó a llover. (No quiero quejas porque no se me vea la cara, otros siempre salen de espaldas )
Un conjunto perfecto para viajar.
Del diario... pocas veces he escrito tantas emociones. Me lo quedo para mi.
Espero no haberos aburrido.