Pedro Haddock
Forer@ Senior
Sin verificar
No siempre los japoneses han seguidos líneas comerciales identificables. De vez en cuando, junto con inventos técnicos o mecánicos admirables, han intentado abrir nuevas líneas de trabajo que, por una u otra razón, no han perdurado en el tiempo.
Aquí os muestro dos ejemplos de diferentes ensayos comerciales que llevó a cabo Sailor en los años 80.
El primero es una pluma de estudiante. Una humilde Sailor "demostrador" de fantasía destinada al público infantil y juvenil. Se distribuyó en España durante muy poco tiempo; ignoro los motivos. Pero es una buena muestra de que la actual línea de entrada japonesa, con plumas magníficas como la Preppy o la Candy, tuvo sus humildes precursoras.
La segunda pluma pertenece a otra categoría pero, pese a su apariencia, no a la más alta.
Se trata de una Sailor 1911 TIGP, una producción exclusiva para Europa que combinaba la magnífica mecánica de Sailor con materiales algo más baratos como el plumín que, en lugar de oro, era de acero chapado. El cuerpo es de brezo; la sección y el extremo del capuchón son de resina negra.
En realidad, no era una pluma barata y el ahorro de producción que podía obtenerse con el cambio en el material del plumín no justificaba la pérdida de imagen que sufría la marca de manera que dejó de comercializarse muy pronto.
Es una pluma con un rendimiento extraordinario y con la legendaria suavidad y eficacia de los plumines Sailor.
Espero que os gusten y, como siempre, aguardo vuestros comentarios
¡Un abrazo para todos!
Aquí os muestro dos ejemplos de diferentes ensayos comerciales que llevó a cabo Sailor en los años 80.
El primero es una pluma de estudiante. Una humilde Sailor "demostrador" de fantasía destinada al público infantil y juvenil. Se distribuyó en España durante muy poco tiempo; ignoro los motivos. Pero es una buena muestra de que la actual línea de entrada japonesa, con plumas magníficas como la Preppy o la Candy, tuvo sus humildes precursoras.
La segunda pluma pertenece a otra categoría pero, pese a su apariencia, no a la más alta.
Se trata de una Sailor 1911 TIGP, una producción exclusiva para Europa que combinaba la magnífica mecánica de Sailor con materiales algo más baratos como el plumín que, en lugar de oro, era de acero chapado. El cuerpo es de brezo; la sección y el extremo del capuchón son de resina negra.
En realidad, no era una pluma barata y el ahorro de producción que podía obtenerse con el cambio en el material del plumín no justificaba la pérdida de imagen que sufría la marca de manera que dejó de comercializarse muy pronto.
Es una pluma con un rendimiento extraordinario y con la legendaria suavidad y eficacia de los plumines Sailor.
Espero que os gusten y, como siempre, aguardo vuestros comentarios
¡Un abrazo para todos!
Última edición: