cocoliso22
Habitual
Sin verificar
Pues tengo que reconocerlo, al menos en las plumas antiguas, Parker es Parker, productos de mucha calidad.
El caso es que, de casa de mis padres, arrinconadas en un cajón, recuperé ya hace bastante tiempo, una Parker 51 y tres 21. La 51 la he usado esporádicamente desde entonces y sin ni un sólo problema, pero las 21 pasaron si pena ni gloria de un cajón a otro en mi casa, sin prestarles demasiada atención.
Como desde que descubrí este foro me ha vuelto a dar fuerte la "fiebre plumeríl" pues me decidí el miércoles a ponerlas en estado de revista, sin muchas esperanzas ya que las tres estaban usadas y mal conservadas, es decir, con restos de tinta en plumín y sistema de carga.
Una, la que peor estaba, aún sigue en la "uvi" a ver si la salvamos, ya que se debió quedar, en su día, bastante cargada de tinta y la goma del sistema aerométrico no sé si va a ser recuperable, pero las otras dos es que han quedado perfectas, tanto de aspecto exterior, que ya lo estaban, como de funcionamiento del sistema aerométrico. Las he probado y parecen nuevas, escriben más fino de lo que me gusta pero con trazo perfecto, y sin problemas de flujo de tinta, vamos, como el primer día.
Y no tiene poco mérito el asunto pues son plumas que, como mínimo, tienen 35 años, de los que los últimos 25 han estado aparcadas, sin funcionar y sin mantenimiento.
No me queda más remedio que reconocer que, cuando menos en aquellos tiempos (años 60-70 del pasado siglo), Parker tenía objetos de escritura de calidad, de mucha calidad.
Sirvan estas líneas de pequeño homenaje a tan afamada casa americana de estilográficas, que desde luego, sabe hacer plumas. Saludos.
El caso es que, de casa de mis padres, arrinconadas en un cajón, recuperé ya hace bastante tiempo, una Parker 51 y tres 21. La 51 la he usado esporádicamente desde entonces y sin ni un sólo problema, pero las 21 pasaron si pena ni gloria de un cajón a otro en mi casa, sin prestarles demasiada atención.
Como desde que descubrí este foro me ha vuelto a dar fuerte la "fiebre plumeríl" pues me decidí el miércoles a ponerlas en estado de revista, sin muchas esperanzas ya que las tres estaban usadas y mal conservadas, es decir, con restos de tinta en plumín y sistema de carga.
Una, la que peor estaba, aún sigue en la "uvi" a ver si la salvamos, ya que se debió quedar, en su día, bastante cargada de tinta y la goma del sistema aerométrico no sé si va a ser recuperable, pero las otras dos es que han quedado perfectas, tanto de aspecto exterior, que ya lo estaban, como de funcionamiento del sistema aerométrico. Las he probado y parecen nuevas, escriben más fino de lo que me gusta pero con trazo perfecto, y sin problemas de flujo de tinta, vamos, como el primer día.
Y no tiene poco mérito el asunto pues son plumas que, como mínimo, tienen 35 años, de los que los últimos 25 han estado aparcadas, sin funcionar y sin mantenimiento.
No me queda más remedio que reconocer que, cuando menos en aquellos tiempos (años 60-70 del pasado siglo), Parker tenía objetos de escritura de calidad, de mucha calidad.
Sirvan estas líneas de pequeño homenaje a tan afamada casa americana de estilográficas, que desde luego, sabe hacer plumas. Saludos.