Kurtz
Forer@ Senior
Sin verificar
Os voy a hablar de mi última, y muy querida, adquisición: una Stipula Davinci de punto F en color negro.
Lo que en principio me acercó a ella fue el hecho de ser retráctil. Por alguna razón me atraen ese tipo de pumas (soy feliz poseedor de una Pilot VP). Lo segundo es la fuerte personalidad del modelo en sí (podrá gustar o no, pero dudo que provoque indiferencia) y su imponente belleza (eso ya es más subjetivo; lo reconozco).
Antes de hacerme con ella, estuve indagando un poco (bueno, mucho en realidad) acerca de sus cualidades; virtudes y defectos.
Tres cosas se le achacaban: muy gruesa, muy pesada y remolona a la hora de arrancar después de un tiempo sin uso. Bueno. Las tres son ciertas.
Es gruesa, así que gustará a aquellas personas que gustan de tales grosores. A mí me llevó un par de días acostumbrarme (no tenía plumas ni bolígrafos con ese diámetro) y ahora muchas plumas me parecen excesivamente delgadas (tengo dedos largos, todo sea dicho).
Es pesada. Mucho. Pero me gusta porque el peso se concentra en el lado del plumín, lo que la hace especialmente estable y consistente al escribir con ella. Además, una vez se descubre su robusto interior de acero inoxidable, ese peso se aprecia como una garantía de solidez.
En cuanto a su arranque "en frío", de un día para otro va perfecta. Si estás dos días sin usarla, da algún síntoma leve pero arranca sin dificultad. Si está más de tres días parada, lo cierto es que cuesta volver a ponerla en marcha. En fin. Lo tolero porque en lo demás la pluma me encanta. Es una pluma para usarla a diario o para guardarla limpia en una caja. Exige un grado alto de fidelidad. También me parece importante mencionar que, peor que el tiempo sin uso, le sienta fatal estar con el plumín al descubierto sin uso. Si no se va a escribir nada con ella en un par de minutos, mejor replegar el plumín hasta que se vayan a necesitar sus servicios de nuevo.
El mecanismo retráctil se activa mediante rotación de la sección. Son tres vueltas completas y, para mí, se trata de una ceremonia de lo más placentera.
Por lo demás, escribir con ella es una auténtica delicia. El flujo de tinta es estupendo y la escritura extremadamente suave.
Añadir que, al contrario que en la Pilot VP, el clip se puede girar los 360 grados para que quede donde nos sea menos molesto. Yo lo tengo en la misma posición que en la VP, así que tampoco le saco demasiado partido. Además, en la Stipula, queda más retirado al tener una generosa sección entre éste y el plumín propiamente dicho.
Os pongo una foto de familia con el resto de plumas que poseo (Waterman Sérénité, Parker Sonnet, Pilot VP y Laban Ring) para que os hagáis una idea de su tamaño:
Es grande, como podéis comprobar, pero cuando se sca el plumín... es muyyy grande:
Pues eso es todo, amigos. Tan sólo añadir que es mi favorita.
Lo que en principio me acercó a ella fue el hecho de ser retráctil. Por alguna razón me atraen ese tipo de pumas (soy feliz poseedor de una Pilot VP). Lo segundo es la fuerte personalidad del modelo en sí (podrá gustar o no, pero dudo que provoque indiferencia) y su imponente belleza (eso ya es más subjetivo; lo reconozco).
Antes de hacerme con ella, estuve indagando un poco (bueno, mucho en realidad) acerca de sus cualidades; virtudes y defectos.
Tres cosas se le achacaban: muy gruesa, muy pesada y remolona a la hora de arrancar después de un tiempo sin uso. Bueno. Las tres son ciertas.
Es gruesa, así que gustará a aquellas personas que gustan de tales grosores. A mí me llevó un par de días acostumbrarme (no tenía plumas ni bolígrafos con ese diámetro) y ahora muchas plumas me parecen excesivamente delgadas (tengo dedos largos, todo sea dicho).
Es pesada. Mucho. Pero me gusta porque el peso se concentra en el lado del plumín, lo que la hace especialmente estable y consistente al escribir con ella. Además, una vez se descubre su robusto interior de acero inoxidable, ese peso se aprecia como una garantía de solidez.
En cuanto a su arranque "en frío", de un día para otro va perfecta. Si estás dos días sin usarla, da algún síntoma leve pero arranca sin dificultad. Si está más de tres días parada, lo cierto es que cuesta volver a ponerla en marcha. En fin. Lo tolero porque en lo demás la pluma me encanta. Es una pluma para usarla a diario o para guardarla limpia en una caja. Exige un grado alto de fidelidad. También me parece importante mencionar que, peor que el tiempo sin uso, le sienta fatal estar con el plumín al descubierto sin uso. Si no se va a escribir nada con ella en un par de minutos, mejor replegar el plumín hasta que se vayan a necesitar sus servicios de nuevo.
El mecanismo retráctil se activa mediante rotación de la sección. Son tres vueltas completas y, para mí, se trata de una ceremonia de lo más placentera.
Por lo demás, escribir con ella es una auténtica delicia. El flujo de tinta es estupendo y la escritura extremadamente suave.
Añadir que, al contrario que en la Pilot VP, el clip se puede girar los 360 grados para que quede donde nos sea menos molesto. Yo lo tengo en la misma posición que en la VP, así que tampoco le saco demasiado partido. Además, en la Stipula, queda más retirado al tener una generosa sección entre éste y el plumín propiamente dicho.
Os pongo una foto de familia con el resto de plumas que poseo (Waterman Sérénité, Parker Sonnet, Pilot VP y Laban Ring) para que os hagáis una idea de su tamaño:
Es grande, como podéis comprobar, pero cuando se sca el plumín... es muyyy grande:
Pues eso es todo, amigos. Tan sólo añadir que es mi favorita.
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