Juan PH
Milpostista
Sin verificar
En repetidas ocasiones se ha hablado por aquí de mezclar tintas para conseguir un color que nos guste más.
En esto, como en tantas otras cosas hay dos escuelas o grupos bien diferenciados, a saber los defensores de las mismas como una forma más de disfrutar de las estilográficas y los detractores de las mezclas que niegan rotundamente que pueda ser bueno.
Quienes están a favor aducen que:
No voy a daros mi opinión sobre el tema ya que me gustaría abrir un pequeño debate y escuchar vuestras opiniones.
Permitidme que os dé unos pequeños consejos por si nos decidimos a realizar las mezclas.
Materiales imprescindibles:
Empezamos poco a poco y vamos anotando los resultados.
Por ejemplo una gota de amarillo y una de cyan.
Agitamos, dejamos reposar y evaluamos.
Deberíamos tener algún tipo de verde quizá poco marcado, aún muy azul.
Añadimos una segunda gota de amarillo.
Agitamos, dejamos reposar y evaluamos de nuevo.
Siempre debemos anotar concienzudamente las mezclas que realizamos y sus resultados.
Para ello en las cuartillas indicaremos cuántas gotas o ml de cada color hemos utilizado, así como las muestras de color iniciales y final.
En las etiquetas adhesivas haremos lo mismo de una forma más esquemática y con un número de referencia que también tendrá la cartulina.
El uso de un frasco de cristal nos garantiza que no interferirá en las mezclas ya que no es poroso y una buena tapa nos garantiza la conservación.
Ya hemos conseguido el color que nos gusta.
Realizamos varios trazos con el palillero en la cartulina para dejar constancia del tono, consistencia, opacidad.
Paciencia, horas de paciencia, lo ideal entre 48 y 72 horas.
Comprobamos que la mezcla no ha producido residuos sólidos, agitamos y evaluamos de nuevo color, opacidad, etc.
Si todo está bien, ya podemos cargar nuestra nena y a escribir si tenemos tinta suficiente.
Si necesitamos más tinta, realizamos la mezcla de forma más generosa en las cantidades, pero respetando escrupulosamente las proporciones.
Agitamos y dejamos reposar.
Dos o tres días más tarde, si no hay sorpresas ya podemos escribir como locos con nuestra tinta.
En esto, como en tantas otras cosas hay dos escuelas o grupos bien diferenciados, a saber los defensores de las mismas como una forma más de disfrutar de las estilográficas y los detractores de las mezclas que niegan rotundamente que pueda ser bueno.
Quienes están a favor aducen que:
- Puedo hacer el color que quiero
- Es divertido experimentar nuevos colores y mezclas
- Tengo mayor variedad de colores
- Hago mi propio color
Quienes están en contra manifiestan que:- Es divertido experimentar nuevos colores y mezclas
- Tengo mayor variedad de colores
- Hago mi propio color
- Los colores que nos ofrecen los fabricantes están testados y no son perjudiciales para nuestras plumas.
- Los colores de la industria tienen una permanencia garantizada
- Hay suficiente variedad de colores para encontrar el tono deseado
- Las mezclas pueden alterar la composición química de la tinta resultante y en la mayoría de los casos no pasa nada, pero pueden producirse precipitados que obstruyan o atasquen nuestras plumas. Y en el peor de los casos no de forma inmediata.
- Hay que desechar muchas mezclas para encontrar una que nos guste
- Es difícil volver a mezclar un color que nos ha gustado.
Os garantizo que el que hay más comentario en un lado que en el otro, solo es debido a que he encontrado siempre más detractores que partidarios cuando se ha comentado el tema o buscando información sobre tintas en la red.- Los colores de la industria tienen una permanencia garantizada
- Hay suficiente variedad de colores para encontrar el tono deseado
- Las mezclas pueden alterar la composición química de la tinta resultante y en la mayoría de los casos no pasa nada, pero pueden producirse precipitados que obstruyan o atasquen nuestras plumas. Y en el peor de los casos no de forma inmediata.
- Hay que desechar muchas mezclas para encontrar una que nos guste
- Es difícil volver a mezclar un color que nos ha gustado.
No voy a daros mi opinión sobre el tema ya que me gustaría abrir un pequeño debate y escuchar vuestras opiniones.
Permitidme que os dé unos pequeños consejos por si nos decidimos a realizar las mezclas.
Materiales imprescindibles:
- Cuentagotas o jeringuilla (de insulina con aguja)
- Frascos pequeños de cristal con cierre lo más hermético posible
- Etiquetas autoadhesivas de un tamaño medio (que entren en el frasco de cristal)
- Cuartillas o mejor fichas de cartulina
- Paciencia y constancia
- Tintas iniciales (lo ideal los colores sustractivos amarillo, magenta y cyan)
- Palillero o en su defecto una estilográfica
El uso de un cuentagotas o una jeringuilla nos garantiza poder repetir las mezclas.- Frascos pequeños de cristal con cierre lo más hermético posible
- Etiquetas autoadhesivas de un tamaño medio (que entren en el frasco de cristal)
- Cuartillas o mejor fichas de cartulina
- Paciencia y constancia
- Tintas iniciales (lo ideal los colores sustractivos amarillo, magenta y cyan)
- Palillero o en su defecto una estilográfica
Empezamos poco a poco y vamos anotando los resultados.
Por ejemplo una gota de amarillo y una de cyan.
Agitamos, dejamos reposar y evaluamos.
Deberíamos tener algún tipo de verde quizá poco marcado, aún muy azul.
Añadimos una segunda gota de amarillo.
Agitamos, dejamos reposar y evaluamos de nuevo.
Siempre debemos anotar concienzudamente las mezclas que realizamos y sus resultados.
Para ello en las cuartillas indicaremos cuántas gotas o ml de cada color hemos utilizado, así como las muestras de color iniciales y final.
En las etiquetas adhesivas haremos lo mismo de una forma más esquemática y con un número de referencia que también tendrá la cartulina.
El uso de un frasco de cristal nos garantiza que no interferirá en las mezclas ya que no es poroso y una buena tapa nos garantiza la conservación.
Ya hemos conseguido el color que nos gusta.
Realizamos varios trazos con el palillero en la cartulina para dejar constancia del tono, consistencia, opacidad.
Paciencia, horas de paciencia, lo ideal entre 48 y 72 horas.
Comprobamos que la mezcla no ha producido residuos sólidos, agitamos y evaluamos de nuevo color, opacidad, etc.
Si todo está bien, ya podemos cargar nuestra nena y a escribir si tenemos tinta suficiente.
Si necesitamos más tinta, realizamos la mezcla de forma más generosa en las cantidades, pero respetando escrupulosamente las proporciones.
Agitamos y dejamos reposar.
Dos o tres días más tarde, si no hay sorpresas ya podemos escribir como locos con nuestra tinta.