Y
yosan
Forer@ Senior
Sin verificar
Que el celuloide sea inflamable no me parece un inconveniente grave, dado que no fumo; pero que no sea termoestable me preocupa algo más. ¿A qué temperatura empieza a haber peligro de que la pluma se deforme? ¿Si se vive en Écija, hay que meterla en la nevera cuando llega el verano?
También me preocupa el tema de la ebonita. Tengo entendido que se decolora cuando le da la luz, y que el agua la oxida.
Por si fuera poco, he leído por ahí que uno de esos materiales (o los dos) se mancha indeleblemente con la tinta, con lo cual sumergir el plumín en el tintero supone el riesgo de que la boquilla quede teñida para siempre.
¿No son demasiados inconvenientes?
¿Es razonable optar por esos materiales de mírame y no me toques, a la hora de decidirse por un instrumento cuya principal misión se pretende que sea la de escribir con cierto decoro, y no tanto la de coleccionar piezas únicas? ¿O en realidad la cosa no es para tanto, y a esas piezas se les puede dar un uso normal, sin temor a que se resfríen cuando se las saca de su caja?
Pregunto.
También me preocupa el tema de la ebonita. Tengo entendido que se decolora cuando le da la luz, y que el agua la oxida.
Por si fuera poco, he leído por ahí que uno de esos materiales (o los dos) se mancha indeleblemente con la tinta, con lo cual sumergir el plumín en el tintero supone el riesgo de que la boquilla quede teñida para siempre.
¿No son demasiados inconvenientes?
¿Es razonable optar por esos materiales de mírame y no me toques, a la hora de decidirse por un instrumento cuya principal misión se pretende que sea la de escribir con cierto decoro, y no tanto la de coleccionar piezas únicas? ¿O en realidad la cosa no es para tanto, y a esas piezas se les puede dar un uso normal, sin temor a que se resfríen cuando se las saca de su caja?
Pregunto.