villade
Habitual
Sin verificar
Hola. Hace unos meses, con motivo de una cata de vinos en Toro; una persona que sabe de mi afición por la estilográficas, me enseñó algo que sabía me gustaría ver. Era una invitación del grupo LVMH, con el nombre del destinatario escrito con pluma, y con una caligrafía exquisita.
Aquello me gustó. Para asegurarme, pregunté a una persona muy cercana al citado grupo, y me comfirmó lo que vi. Efectivamente, cuando el grupo tiene que hacer invitaciones (desfiles, presetaciones, eventos), recurre a los servicios de un calígrafo, para escribir los nombres de los invitados. Pregunté si sabía quién era ésa persona, me dijo que no; pero que en cuanto lo supiera, me lo decía.
Pues bien, ayer recibí un correo con la información que le solicité. La información que me ha pasado, pertenece a otra de las grandes firmas del mundo del lujo: Hermés. Que, por lo visto, también recurre a los servicios de la misma persona para personalizar sus invitaciones.
Aunque por aquí ya lo sabemos, ¿hay algo más bonito, personal, y de buen gusto, que recibir una carta escrita escrita con pluma y, además, con una hermosa caligrafía? Según parece, viendo los ejemplos citados anteriormente, no.
Os pongo la información sobre la calígrafa en cuestión.
Saludos.
¿Es posible que Hermès recurra a un calígrafo para que ponga las direcciones a los sobres? : “Tenemos una maravillosa calígrafa, se llama Beba Elorza”. “Trabajo para otras firmas de lujo que me contactan directamente como Cartier, Loius Vuitton, etc. Pero sobretodo me encargan trabajos de caligrafía agencias de comunicación y organización de eventos que son contratadas por las firmas, con las agencias que más trabajo son Equipo Singular, Globally, Quid Quid, Cienvolando, etc”.
Me explica cómo se inició en esto de la caligrafía. “Fue de casualidad; le hice a una amiga su caligrafía de sobres cuando se casó, y lo vio la dueña de una imprenta de invitaciones de boda y me empezó a llamar, y luego de boca en boca… Yo iba a un colegio británico donde era obligatorio escribir con pluma y donde daban mucha importancia a las aptitudes de cada uno. Y siempre me gustó el arte, y cuando teníamos que hacer trabajos yo era feliz, las portadas eran como pergaminos antiguos, con letras en dorado, sombras, dibujos…. Cuando llegó la era del ordenador me dio mucha pena”.
Afortunadamente quedan personas que creen en el poder de la tinta sobre el papel… a mano. Casi todos los que hemos pasado por la universidad hemos terminado con la escritura deformada por el vicio de tomar apuntes a toda velocidad. Yo en tercero de carrera ya desistí de reinterpretar mi propia letra y fotocopiaba los apuntes de mi amiga Mariló directamente, que venía del colegio de monjas de la Sagrada Familia y conservaba una caligrafía esmerada. Afortunadamente a Beba no le ocurrió lo mismo: “Yo estudié derecho en la Complutense y saqué media de notable” me cuenta, “se me daba bien, pero sabía que no era lo mío. Empecé a trabajar en despachos de abogados y simultáneamente los fines de semana o por las noches hacía mis encargos de caligrafía, pero llegó un momento que tenía tantos encargos, y que me los pagaban bien que me compensó dejar la abogacía para dedicarme en exclusiva a la caligrafía e ilustración. Y ya llevo más de 5 años en ello. En la época del colegio recibí clases de pintar en carboncillo, acuarela, oleo, y otras disciplinas y ya es algo que te queda, pero durante los 5 años de carrera de derecho lo dejé bastante aparcado. Ahora llevo dos años recibiendo clases de acuarela que para mis encargos de bodas me viene muy bien”.
¿Acuarelas? ¿También pinta acuarelas? “Hago todo lo relacionado con bodas; como caligrafía de sobres, diseño e ilustración de planos, acuarelas personalizadas de las Iglesias y casas donde de casan los novios, también sus libros de testigos, meseros…” Espera. De pronto me doy cuenta que tengo un tarjetón colgado en la pared de mi despacho con una acuarela asombrosa que posiblemente sea obra de Beatriz.
Beba es la envidia de muchas madres porque el camino que ha escogido le permite trabajar en casa y estar mucho tiempo con su bebé. Se despide diciéndome “gracias por interesarte por este mundo tan pequeño de la caligrafía”, a lo que yo le digo ahora: “no, gracias a ti por hacernos la vida un poco más agradable estéticamente hablando”.
Os preguntareis qué tiene que ver este post con la Alta Costura. Pues es evidente: los detalles son los que importan. Una buena caligrafía en la dirección que encuentras en tu buzón puede suponer un momento muy agradable (no, en serio, no estoy siendo ñoño) y cuando hablamos de casas epítome del lujo como Hermès nobleza obliga.
Aquello me gustó. Para asegurarme, pregunté a una persona muy cercana al citado grupo, y me comfirmó lo que vi. Efectivamente, cuando el grupo tiene que hacer invitaciones (desfiles, presetaciones, eventos), recurre a los servicios de un calígrafo, para escribir los nombres de los invitados. Pregunté si sabía quién era ésa persona, me dijo que no; pero que en cuanto lo supiera, me lo decía.
Pues bien, ayer recibí un correo con la información que le solicité. La información que me ha pasado, pertenece a otra de las grandes firmas del mundo del lujo: Hermés. Que, por lo visto, también recurre a los servicios de la misma persona para personalizar sus invitaciones.
Aunque por aquí ya lo sabemos, ¿hay algo más bonito, personal, y de buen gusto, que recibir una carta escrita escrita con pluma y, además, con una hermosa caligrafía? Según parece, viendo los ejemplos citados anteriormente, no.
Os pongo la información sobre la calígrafa en cuestión.
Saludos.
¿Es posible que Hermès recurra a un calígrafo para que ponga las direcciones a los sobres? : “Tenemos una maravillosa calígrafa, se llama Beba Elorza”. “Trabajo para otras firmas de lujo que me contactan directamente como Cartier, Loius Vuitton, etc. Pero sobretodo me encargan trabajos de caligrafía agencias de comunicación y organización de eventos que son contratadas por las firmas, con las agencias que más trabajo son Equipo Singular, Globally, Quid Quid, Cienvolando, etc”.
Me explica cómo se inició en esto de la caligrafía. “Fue de casualidad; le hice a una amiga su caligrafía de sobres cuando se casó, y lo vio la dueña de una imprenta de invitaciones de boda y me empezó a llamar, y luego de boca en boca… Yo iba a un colegio británico donde era obligatorio escribir con pluma y donde daban mucha importancia a las aptitudes de cada uno. Y siempre me gustó el arte, y cuando teníamos que hacer trabajos yo era feliz, las portadas eran como pergaminos antiguos, con letras en dorado, sombras, dibujos…. Cuando llegó la era del ordenador me dio mucha pena”.
Afortunadamente quedan personas que creen en el poder de la tinta sobre el papel… a mano. Casi todos los que hemos pasado por la universidad hemos terminado con la escritura deformada por el vicio de tomar apuntes a toda velocidad. Yo en tercero de carrera ya desistí de reinterpretar mi propia letra y fotocopiaba los apuntes de mi amiga Mariló directamente, que venía del colegio de monjas de la Sagrada Familia y conservaba una caligrafía esmerada. Afortunadamente a Beba no le ocurrió lo mismo: “Yo estudié derecho en la Complutense y saqué media de notable” me cuenta, “se me daba bien, pero sabía que no era lo mío. Empecé a trabajar en despachos de abogados y simultáneamente los fines de semana o por las noches hacía mis encargos de caligrafía, pero llegó un momento que tenía tantos encargos, y que me los pagaban bien que me compensó dejar la abogacía para dedicarme en exclusiva a la caligrafía e ilustración. Y ya llevo más de 5 años en ello. En la época del colegio recibí clases de pintar en carboncillo, acuarela, oleo, y otras disciplinas y ya es algo que te queda, pero durante los 5 años de carrera de derecho lo dejé bastante aparcado. Ahora llevo dos años recibiendo clases de acuarela que para mis encargos de bodas me viene muy bien”.
¿Acuarelas? ¿También pinta acuarelas? “Hago todo lo relacionado con bodas; como caligrafía de sobres, diseño e ilustración de planos, acuarelas personalizadas de las Iglesias y casas donde de casan los novios, también sus libros de testigos, meseros…” Espera. De pronto me doy cuenta que tengo un tarjetón colgado en la pared de mi despacho con una acuarela asombrosa que posiblemente sea obra de Beatriz.
Beba es la envidia de muchas madres porque el camino que ha escogido le permite trabajar en casa y estar mucho tiempo con su bebé. Se despide diciéndome “gracias por interesarte por este mundo tan pequeño de la caligrafía”, a lo que yo le digo ahora: “no, gracias a ti por hacernos la vida un poco más agradable estéticamente hablando”.
Os preguntareis qué tiene que ver este post con la Alta Costura. Pues es evidente: los detalles son los que importan. Una buena caligrafía en la dirección que encuentras en tu buzón puede suponer un momento muy agradable (no, en serio, no estoy siendo ñoño) y cuando hablamos de casas epítome del lujo como Hermès nobleza obliga.