Tinomariachi
Habitual
Sin verificar
Bueno amigos, con la autorización pertinente del editor y citando a los autores, transmito una historia más de la inventiva nacional frenada por falta de medios y apoyo (un tal Waterman se llevaría la gloria 81 años después) y que tristemente se repite en nuestro panorama actual......
El valenciano Francisco de Paula Martí (Xàtiva, 1761-Lisboa, 1827) no solo fue un excelente grabador, un esclarecido dramaturgo, un filólogo consumado, el introductor de la estenografía en España inventando el sistema de signos ,sino que, además, ingenió en 1803 una pluma-fuente para escribir “tres o cuatro horas sin necesitar de mojar la pluma...”, que se anticipó a los inventos de J. Scheffer(1819), de J.J. Parker (1832) y al famoso de L. E. Waterman (1884), entre otros.
En la edición de 1803 de su libroTachigrafía Castellana ó arte de escribir con tanta velocidad como se habla y con la misma claridad que la escritura común, y en las siguientes de 1813,1821, 1823 y 1824, Francisco de Paula Martí insertó una lámina grabada por él mismo en la que aparece el diseño de la mencionada pluma y sus partes, cuya explicación expuso con todo detalle al final del libro.
Después de elegir la pluma metálica –de oro, plata, latón o acero... por su “ventaja sobre las de ave de no gastarse los puntos con tanta facilidad” Martí describe su invento: “un tubo de latón o de plata que tenga cuatro pulgadas de largos: al extremo superior cuatro líneas de diámetro y al inferior tres rosca... En el extremo opuesto, que es el más angosto, tendrá otra rosca y un casquillo de una pulgada y cuatro líneas de largo, que sirve para cubrir la pluma, y para poderla llevar en la faltriquera sin que incomode ni se estropee. A cuatro líneas de distancia de la parte más angosta del tubo se soldará un pedacito de metal redondo y bien ajustado de una línea de grueso. El cual tendrá a un extremo un agujerito que pueda caber por él una aguja gorda de coser, seguido de un cañoncito del mismo diámetro de seis líneas de longitud, al frente del cual estará colocada la parte superior de la pluma. El grueso del metal de que se le hará la ranura muy larga, y a su extremo, esto es a la mitad del cañón, un agujero. El cañoncito que tiene el tubo en la parte interior, que es el que comunica la tinta a la pluma, está puesto a efecto de que el sedimento que hace comúnmente la tinta se baje al fondo, y no impida nunca el paso a ésta. Para echar la tinta en el tubo se tendrá puesto el casquillo que cubre lapluma, y no se abrirá hasta después de haberle puesto un taponcito acomodado de corcho, que entre demasiado apretado, y el casquillo superior que la cubre: de este modo como no tiene el aire comunicación, la tinta se contiene sin salir aunque se le quite el casquillo que cubre la pluma, y no sale sino la muy precisa para poder escribir por medio de la flotación de los puntos sobre el papel. Con la tinta que cabe hay bastante para escribir todo un día; pero cada vez que se eche tinta nueva es necesario antes enjuagar bien el tubo con agua clara para que no quede nada del depósito que haya podido dejar la última tinta que se echó. La tinta que se haya de usar para estas plumas es necesario que sea muy líquida, y al mismo tiempo lo más negra que sea posible.....”
Revista Cuentagotas Noviembre 2010
Documentacion extraida del libro Francisco dePaula Marti por Alberto Miguez editado por SACRISTAN.
Colaboración Toni Espin
Saludos
El valenciano Francisco de Paula Martí (Xàtiva, 1761-Lisboa, 1827) no solo fue un excelente grabador, un esclarecido dramaturgo, un filólogo consumado, el introductor de la estenografía en España inventando el sistema de signos ,sino que, además, ingenió en 1803 una pluma-fuente para escribir “tres o cuatro horas sin necesitar de mojar la pluma...”, que se anticipó a los inventos de J. Scheffer(1819), de J.J. Parker (1832) y al famoso de L. E. Waterman (1884), entre otros.
En la edición de 1803 de su libroTachigrafía Castellana ó arte de escribir con tanta velocidad como se habla y con la misma claridad que la escritura común, y en las siguientes de 1813,1821, 1823 y 1824, Francisco de Paula Martí insertó una lámina grabada por él mismo en la que aparece el diseño de la mencionada pluma y sus partes, cuya explicación expuso con todo detalle al final del libro.
Después de elegir la pluma metálica –de oro, plata, latón o acero... por su “ventaja sobre las de ave de no gastarse los puntos con tanta facilidad” Martí describe su invento: “un tubo de latón o de plata que tenga cuatro pulgadas de largos: al extremo superior cuatro líneas de diámetro y al inferior tres rosca... En el extremo opuesto, que es el más angosto, tendrá otra rosca y un casquillo de una pulgada y cuatro líneas de largo, que sirve para cubrir la pluma, y para poderla llevar en la faltriquera sin que incomode ni se estropee. A cuatro líneas de distancia de la parte más angosta del tubo se soldará un pedacito de metal redondo y bien ajustado de una línea de grueso. El cual tendrá a un extremo un agujerito que pueda caber por él una aguja gorda de coser, seguido de un cañoncito del mismo diámetro de seis líneas de longitud, al frente del cual estará colocada la parte superior de la pluma. El grueso del metal de que se le hará la ranura muy larga, y a su extremo, esto es a la mitad del cañón, un agujero. El cañoncito que tiene el tubo en la parte interior, que es el que comunica la tinta a la pluma, está puesto a efecto de que el sedimento que hace comúnmente la tinta se baje al fondo, y no impida nunca el paso a ésta. Para echar la tinta en el tubo se tendrá puesto el casquillo que cubre lapluma, y no se abrirá hasta después de haberle puesto un taponcito acomodado de corcho, que entre demasiado apretado, y el casquillo superior que la cubre: de este modo como no tiene el aire comunicación, la tinta se contiene sin salir aunque se le quite el casquillo que cubre la pluma, y no sale sino la muy precisa para poder escribir por medio de la flotación de los puntos sobre el papel. Con la tinta que cabe hay bastante para escribir todo un día; pero cada vez que se eche tinta nueva es necesario antes enjuagar bien el tubo con agua clara para que no quede nada del depósito que haya podido dejar la última tinta que se echó. La tinta que se haya de usar para estas plumas es necesario que sea muy líquida, y al mismo tiempo lo más negra que sea posible.....”
Revista Cuentagotas Noviembre 2010
Documentacion extraida del libro Francisco dePaula Marti por Alberto Miguez editado por SACRISTAN.
Colaboración Toni Espin
Saludos
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