Conceptos y prejuicios

Cada vez que paso el paño por mis estilográficas, pienso en su momento de adquisición y el impulso del que fue fruto. Me da la sensación de que nunca dejaremos de ser unos caprichosos que pueden aplicar también unas reglas básicas para moderar la tentación, sean conscientes o no. De las reglas pasamos a los principios, otras veces prejuicios, que establecen los límites de nuestra colección y personaliza esa compleja relación con lo práctico del uso y disfrute de cada piezas. Pero esto ya es terreno propio y del propio consumismo, que tantas veces es tema transversal en buena cantidad de hilos, y no quisiera ser ahora la excusa...
Cuando paso ese paño de limpieza, que al final es una caricia protectora, de reconocimiento a través del cuidado, suelo preguntarme qué considero bello en cada una de ellas que pueda ser trasladado al resto, porque ahí debería estar mi gusto. Reconozco, pues, un gusto por lo artesanal, la personalidad a la vista de un suntuoso plumín, los colores intensos de las resinas, pero también el equilibrio de los negros con los metales... Aunque haya muchas que reciban la caricia merecida sin cumplir esas generalidades, que están hechas más bien para el ojo intruso que quiere aumentarnos la colección con buenas intenciones.
Intentando abstraernos, pero hablando de lo que cada uno quiera, sacando o no a colación piezas que reconocemos como nuestro prototipo, considerando también nuestra experiencia al tacto: del expositor a nuestras manos, ¿qué consideramos como bello, vulgar y hortera en una estilográfica?
Un gusto leeros...

Magnifica reflexión.
Muchas de nuestras compras no tienen ningún sentido racional, se compra motivado por impulsos, sensaciones, caprichos etc... es la esencia de la vida.
Con muy pocas cosas podríamos ser felices, solo preguntarnos que necesitaríamos en una isla para sobrevivir -cuatro cosas, no más-.
Yo me confieso coleccionista de estilográficas ( no puedo explicar el porque, solo porque me gusta), a veces pienso que somos un poco los guardianes de la historia, ya que el dia que no estemos, lo que hemos ido almacenando quedara para las siguientes generaciones.
Pero si solo se trata de disfrutar de la escritura de una estilográfica, nos basta con dos o tres buenos ejemplares, pero yo creo que al final no nos contentamos con eso y entramos en el bucle de "una más, ¿ y porque no?".
Saludos, y repito magnifica reflexión.

Voy a ser sincero, en este momento no se muy bien cual es mi criterio a la hora de comprar una pluma. Creo que estoy en un periodo de prueba/error y afortunadamente (no para mi cartera) están llegando a casa estilográficas que en principio no me hicieron guiñar el ojo pero una vez en la mano me han roto los esquemas.
Un ejemplo de ello es una Platinum 3776 en SoftFine que llegó recientemente: me gustan los puntos suaves y este no lo es, es como un lapicero 3H bien afilado, pero tiene algo especial. Es muy precisa, de trazo muy fino pero bien lubricado, y ese plumín enorme tan característico.

En general me gusta pensar que pongo por encima lo práctico a lo estético, pero tengo multitud de ejemplos que tiran por tierra esta idea.

Las plumas realmente las uso, entonces no solo tienen que ser atractivas por alguna razón, sino también efectivas al escribir; y ésto último es lo más importante. Primero investigo, leo que tal son, que críticas tienen y si es una de las elegidas busco algun modelo que me guste. Una que se me resistió años fue la Kaweco Sport porque me parecen de un diseño muy feo, pero como siempre escuché maravillas, entonces me hice de una Brass Sport (Broad) que me pareció una maravilla como escribe y entonces al poco tiempo me hice de una de plástico común pero trazo M. Digamos que acá la compra fue como esas películas que dicen "aclamadas por el público", entonces uno se acerca a ver si es tan así.
En general (no solo en el ámbito de las plumas), me atraen los dorados y los detalles (sin exceso). Por eso prefiero aquellas que tengan buenos contrastes de colores y donde haya algunos detalles en dorado (ejemplo: el del plumín, varios anillos, en el clip, etc), y que tengan colores atractivos. Por eso, una simple Parker 45 color turquesa (modelo color Acqua) con plumín dorado, clip y anillo dorado me parece hermosísima; y por eso la compré y no dejo de entintarla. Y una Lamy 2000 la compré por "aclamada por el público", y realmente escribe de lo mejor, pero me parece muy aburrida, y casi no la uso. He usado más la P45 que esta Lamy 2000.
Considero a las Parker 51 de lo mejor hecho en la historia, pero con colores muy pocos y clásicos. Entonces por eso, me hice de una color amarillo (es raro, lo reconozco, pero un color muy fresco) que le compré a Ariel Kullock. También me hice una de cuerpo de metal dorado y la compra fue porque es una de las mejores plumas y con un color y textura diferente a los clásicos negros y azúl.
También la compra puede ser porque busco materiales varios para tener diferentes experiencias, como por ejemplo, una Faber Castell de madera que me encanta o una Kaweco Brass Sport (no me gustaba la Kaweco, pero al ser de un metal diferente, fue la excusa perfecta para comprarla). Es por esto también que tengo pendiente una Visconti Homo Sapiens hecha con lava y con detalles en bronce (supongo que ahí el marketing me ha atrapado, pero es tan cara que no estoy dispuesto a pagar tanto por ella, aunque pueda).
Como las uso efectivamente, en mi trabajo suelo usar 3 colores de tintas a la vez (rojo, azúl o negro y verde) cuando hago lista de tareas, entonces me hice juegos de 3 plumas de un mismo modelo pero con esos 3 colores del cuerpo (ej: una Parker 51 roja, otra verde, otra negra; idem con P45, Parker Rialto, Urban, Safari).
También he comprado modelos que reunen 3 atractivos a la vez (buena escritura + color y diseño atractivo + experiencia diferente con cierre por imán), como son las Visconti (serie pintores)
Y las que no me gustan son las que son súper cargadas (clips muy raros ej: con cabeza de serpiente, o cuerpos muy extraños, muy barrocos), o las que son gigantes de tamaño, o las que son muy plastiquito, y todas aquella que no escriban bien,según mis parámetros.
En resumen: la compra la decido en primer término por si escribe bien (buenas críticas, buenas referencias) y en segundo término, que tenga algo que cuando la tienes en la mano digas "qué hermosa pieza", y te de una experiencie placentera por cualquier motivo. Es decir: escritura + atractivo + experiencia

jromay dijo:

Digamos que acá la compra fue como esas películas que dicen "aclamadas por el público",

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Buenos días:
Dada la peculiar naturaleza de esta afición, tampoco me parece mal criterio de compra teniendo en cuenta que las "aclamadas", por lo general, suelen ser buenas escritoras. Incluso quienes nos confesamos usuarios y no coleccionistas terminamos amasando una pequeña colección cuando, en rigor, con tres o cuatro plumas a lo sumo y dos puntos andaríamos más que bien surtidos. Sin embargo, terminamos adquiriendo modelos que no se ajustan a nuestras necesidades porque son un "must", por su diseño icónico, por estas cosas que los de relojes llaman "intangibles". Y puede ser una humilde Safari o una 149, por traer dos modelos ciertamente dispares e incomparables, que personalmente no me seducen y que, sin embargo, terminaré teniendo (antes la 149 que la Safari, las cosas como son).
¿Es consumismo, como desliza el compañero Valeriano? Algo de ello hay, tampoco somos seres de luz ni cosa parecida, y ya advirtió San Agustín de algunos pecados que se insinúan en las obras buenas. Solo que el nuestro es un consumismo "de pecera", esto es, que se mueve en un ámbito restringido y razonablemente ajeno a las modas y tendencias generales. Aunque ya digo que ni somos seres de luz inmunes a nuestro entorno, ni usar pluma nos da un plus ontológico, ni podemos olvidar que el ir contra las tendencias es en sí mismo una tendencia.
¿Tendemos a la impulsividad? Los grandes coleccionistas no sé, pero quienes tenemos unas pocas decenas somos propensos, porque en cada hilo salta una de esas plumas "que hay que tener y que no tenemos". Ahora, no podemos olvidar que la pluma, como el reloj o como los coches, es una compra pasional: Máximo Sant, el periodista del motor, siempre dice que por algo hay revistas y programas de coches pero no de neveras, y la imagen se me hace especialmente significativa. Fijaos, sin embargo, en que mucha gente se mete en comprar un coche que a duras penas se puede permitir mientras que con esto de las plumas la compra más imprudente y excesiva te puede dar un regusto de culpa, pero rara vez es un golpe a largo para la economía doméstica, al menos hasta donde conozco.
Por otra parte, incluso como usuarios, hay plumas que sirven aunque no sirvan para todo, y no hablo ahora de puntos, tema que salió en un hilo reciente: yo solo viajo con plumas de émbolo y gran capacidad o, en su defecto, de cartucho; pero ello no quita para que en el día a día, en casa o en el trabajo, dé su buen uso a las de palanca.
Como fuera, ese "escritura+atractivo-experiencia [añado: colectiva]" que propones me parece prudente y sensato.
Disculpas por el sermón mañanero: este cuatrimestre no tengo docencia y amanezco con hambre atrasada.
Saludos

He estado pensando profundamente en qué prejuicios tengo a la hora de comprar una estilográfica y he llegado a la conclusión de que sólo tengo uno, el precio. Si entra en mi presupuesto, me gusta (también me gustan fuera de mi presupuesto, pero como tengo este prejuicio pues no me la compro, así soy yo).
Y es que me da igual que valgan 15 o 150, china o alemana, negra o transparente, plumín de oro o acero... me da igual, me gustan todas. Al final, con la experiencia vas quedando menos expuesto a las compras "hormiga", pero al principio rara era la semana que no tenía antojo de una nueva porque todo me llamaba la atención; ahora ya vamos afinando un poco más el tiro y son una o dos al año las que acojo en casa.

Mi prejuicio es con los materiales....
Sin no son de metal... o por lo menos llevan todo el alimentador / grip de metal.... no las compro!!!

Lo siento, el resto de materiales, aun a sabiendas que me pierdo muchas cosas.... es que no me hacen nada de tilin...

DADOGON dijo:

Mi prejuicio es con los materiales....
Sin no son de metal... o por lo menos llevan todo el alimentador / grip de metal.... no las compro!!!

Lo siento, el resto de materiales, aun a sabiendas que me pierdo muchas cosas.... es que no me hacen nada de tilin...

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Un buen prejuicio. Yo también lo tengo con los materiales: no soporto las plumas de plástico barato o sencillo, que en mano me dan la sensación de estar agarrando un simple bolígrafo. Me quedo con la tríada escritura + belleza + experiencia, y sólo me la garantizan plumas de un cierto nivel. Por decir algo, la Platinum 3776 está al límite de lo que considero un tacto plasticoso. Sí, lo sé: prejuicios...! De eso hablamos!

Un saludo!

DADOGON dijo:

Mi prejuicio es con los materiales....
Sin no son de metal... o por lo menos llevan todo el alimentador / grip de metal.... no las compro!!!

Lo siento, el resto de materiales, aun a sabiendas que me pierdo muchas cosas.... es que no me hacen nada de tilin...

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Buenos días:
Qué curioso, suele suceder al revés. ¿Podrías explicar los motivos, si es que son explicables?
Un saludo.

Como sabéis, partimos de que cualquier pluma (por extraña o fea que parezca) me despierta una ternura infinita, y la doy por criatura venerable. Esto sin coñas. Cuando alguien decide construir una pluma con forma rara o aspectos sorprendentes será por algo, tenga éxito o fracaso.
Pero prejuicios me gasto, desde luego. En general, no suelo poner en acción las que tienen las siguientes características:
1) que no se dejen postear. -- A veces uso la pluma sin postearla, pero eso de que venga con imposibilidad de hacerlo prácticamente las elimina del uso habitual.
2) las de clip bajo que hacen sobresalir tres centímetros por encima del bolsillo. Las que he adquirido con estas características han tenido que ser en plan ganga total, porque si no ni las miro. La de Cross estupendas que me estaré perdiendo, pero mientras haya Baileys, ATX y así, puedo darles algo.
3) las que tienen cierre a presión que parece flojo -- en fin, un buen fabricante no debe permitirse este error, pero hay plumas de concepción sencilla que no lo logran evitar, en fin --- Y en segundo término, las que aunque tengan un cierre potable que no se cae, permiten que el capuchón cerrado gire a lo loco sin resistencia. Esto, cuando puedo, lo remedio con chapuza casera, y si no, pues al cajón para la eternidad.
Tendré algún prejuicio más, pero en este momento con estos voy servidito.

pues imagino que por mania mia jeje, Pero la sensacion de robustez, resistencia, durabilidad, eternidad o como quieras llamarlo, que me dan los metales... lo siento mucho, pero no consigo verlo ni por asomo... en una resina plastica, u otros materiales...

Es que no concibo, otro material que no sea de tipo metalico....

Sino es acero inox, titanio, bronce, cobre, laton, grafeno o adamantium como las garras de lobezno... no lo compro jajaja

DADOGON dijo:

pues imagino que por mania mia jeje, Pero la sensacion de robustez, resistencia, durabilidad, eternidad o como quieras llamarlo, que me dan los metales... lo siento mucho, pero no consigo verlo ni por asomo... en una resina plastica, u otros materiales...

Es que no concibo, otro material que no sea de tipo metalico....

Sino es acero inox, titanio, bronce, cobre, laton, grafeno o adamantium como las garras de lobezno... no lo compro jajaja

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Te preguntaba porque yo era también así, hasta que me pasé al otro lado.

Han sido una buena cantidad de respuestas para identificar el preocupado gusto que de media tenemos, si bien no suficientemente rígido como para evitar eventuales y sanas excursiones.
Me ha encantado eso de la "ternura" general al objeto, porque estoy muy de acuerdo en que un aficionado por medios propios al mundo de la estilográfica, también a otros objetos de escritura relacionados, por la mera evolución de su atracción acaba de mirando a cualquier estilográfica con ojos de comprensión y cercanía, quizá porque todas hablan un poco nosotros...
Todos estamos de acuerdo en que queremos "efectividad al escribir", pero en el fondo somos comprensivos y pacientes con las más bellas, asunto que nos deja pensando largamente en nuestra relación emocional con el objeto.
Puntos suaves, decía alguno, y parece que bien los fabricantes no deben tener claro esto o bien prefieren su diferencia. Es verdad que la experiencia debe abrirnos y no cerrarnos, y que hay distintas maneras de disfrutar de la escritura, también para seguir siendo conscientes del gesto mismo y de todas sus posibilidades.
Muy de acuerdo también con la respuesta que mencionaba esos "diseños aburridos", para cada cual los suyos. Uno habla con la estilográfica, y a veces nos cansamos de llevar siempre la voz. Este problema lo trae a menudo el tiempo, la evolución del gusto o la dura competencia... La pieza se va haciendo poco a poco transparente.
En el mundo de las "aclamadas", como decía otro, está el enorme poder de sugestión que acompaña a nuestra afición. Sabemos que nos puede esperar una buena experiencia cuando alguien nos comparte con justificación las virtudes de algún modelo. Es ya una experiencia por adelantado esa invitación al deseo, y solemos ser muy agradecidos. A veces demasiado.
Del "precio" poco podemos decir, es el critero que mejor disciplina el gusto. Yo al menos disfruto con mucha disciplina de esta...
En cuanto al tema de los "materiales", lógico es que tendamos a llevar a las manos nuestros prejuicios en este terreno. Quizá sean estos los más radicales, por encima de las marcas y los diseños. La comodidad y la seguridad van a afectar a nuestra experiencia de escritura. Bien podemos decir aquí que "para gustos, los materiales".
Los ejercicios de "posteo", "clip" en bolsillo y "cierre" parecen más definitivos en la adquisición de una pieza de lo que pueden discutir por sí solos, en medio de tanto protagonismo del plumín y del sistema de carga. Yo no posteo en general, tampoco suelo llevar las piezas en bolsillo prendidas del clip, pero sí tengo una gran preocupación por los cierres a presión. Creo que no siempre están bien diseñados ni se han hecho las pruebas suficientes para darlos por buenos. Muchos tenemos disgustos al respecto y queremos huir.
Buen día a todos...