joler
De la casa
Sin verificar
NOTA: las fotos tardarán unos minutos en estar disponibles
Al final de mi lista de prioridades para este año se encontraban aprender a bailar claqué y tatuarme la frente con el escudo de mi equipo de fútbol preferido. Comprarme una bicicleta, y menos aún un engendro plegable, ni siquiera se me había pasado por la cabeza.
Pero, todo cambió cuando el ayuntamiento de mi ciudad (Tres Cantos de Madrid), sin previo aviso, canceló “sine die” el servicio de préstamo de bicicletas que llevábamos disfrutando unos años.
Poco importó que durante este tiempo se hubieran dejado de emitir 4.200 kilos de CO2 a la atmósfera por año o que varios centenares de usuarios se quedaran tirados. Al parecer el sistema no era económicamente rentable.
Ante esta tesitura y acostumbrado ya a utilizar la bicicleta a diario me puse a buscar alguna solución lo que me condujo a diferentes webs y foros sobre bicicletas plegables.
De repente, palabras como Dahon, Brompton, Strida, Ossby… ,que parecían sacadas de un catálogo de Ikea, se hicieron habituales en mis búsquedas por Internet.
LA ELECCIÓN: OSSBY
Tenía claro que necesitaba una bicicleta que me permitiera subir alguna cuesta con desahogo y que contara con un sistema de plegado rápido que facilitara el tránsito en las estaciones de tren, los transbordos y viajar en los propios trenes de Cercanías.
Al final la elegida fue una Ossby.
La bicicleta es de segunda mano y formó parte del acuerdo de colaboración y patrocinio entre la marca y el equipo de motociclismo Stratos Racing Team como se puede comprobar en la siguiente imagen tomada de Internet.
En realidad, por prestaciones y equipamiento, este modelo estaría más cerca de la Ossby Curve que de la Arrow.
Confío en que el hecho de que la bicicleta tenga unos años de uso sirva también para analizar su fiabilidad a lo largo del tiempo e identificar sus puntos fuertes y débiles.
LA CONDUCCIÓN
Montar en una bicicleta plegable Ossby es tan fácil como montar en bicicleta. No es necesario ningún proceso de adaptación especial y eso teniendo en cuenta que yo no tuve bicicleta hasta los 18 años por lo que soy un conductor bastante limitado en todos los sentidos.
Tan sólo la mayor viveza de reacciones de la rueda delantera puede sorprender al principio pero esa aparente sensación de inseguridad no dura más de 10 minutos.
La posibilidad de regular tija, potencia, manillar y sillín permite encontrar la postura óptima en una bicicleta muy cómoda y fácil de llevar en la que podrás ponerte de pie sobre los pedales de forma intuitiva y natural.
El cambio interno de 5 velocidades Sturmey Archer es un prodigio de suavidad en su funcionamiento aunque en mi unidad presenta algunas deficiencias menores que espero estén relacionadas con la falta de mantenimiento.
El cambio se endurece a medida que se insertan las velocidades más cortas (de hecho la persona que me vendió la bici me aseguró que sólo tenía 3 velocidades cuando en realidad tiene 5) y si se llega a la velocidad más corta luego le cuesta volver a engranar las largas.
Si los de Sturmey llevan más de un siglo equipando las mejores bicicletas por algo será.
Los frenos son unos clásicos V-Brake que me parecieron más que suficientes para las velocidades a las que pensaba moverme en ciudad y también tuve en cuenta que sería más fácil y económico a la hora de regularlos o de comprar repuestos.
En mi unidad no he conseguido que el freno trasero tenga la mordiente necesaria pero tanto puede ser por mi falta de pericia o porque las zapatas están endurecidas por el paso del tiempo.
Respecto al manillar plegable Ergotec me ha sorprendido muy positivamente su solidez y la seguridad que transmite.
Al principio detecté una ligera holgura al mover el puño izquierdo que se solucionó apretando mínimamente el tornillo central.
EL SISTEMA DE PLEGADO
La Ossby es una bicicleta que, incluso desplegada, es pequeña gracias a sus ruedas de 12 y 14 pulgadas.
En la imagen siguiente podemos verla junto a una bicicleta infantil con rueda de 20 pulgadas.
Eso permite llevarla por el andén de una estación, subir las escaleras mecánicas, entrar en un ascensor o incluso subir y bajar al tren sin necesidad de plegarla.
En mi opinión, cuando se combina la bicicleta con el transporte público no es tan importante el tamaño mínimo que puede alcanzar la bici totalmente plegada como que tenga una opción de semi plegado rápido que permita combinar tren+andén+escalera+tren de forma rápida, cómoda y sencilla.
En este sentido el sistema de plegado parcial de la Ossby es imbatible porque, no es que sea rápido, es que es instantáneo.
De nada sirve que una bicicleta plegada tenga un tamaño mínimo si el sistema de plegado es lento o complejo o si, una vez plegada , te ves obligado a arrastrarla o, lo que es peor, a cargarla en peso.
La Ossby se pliega y despliega parcialmente de forma instantánea y sin esfuerzo y se puede llevar rodando sobre sus propias ruedas con una sola mano
¿Pero, cómo de fiable resultará ese sistema de plegado basado en una gran articulación central tras unos años de uso?
En mi unidad, que debe de tener 3 o 4 años de uso no intensivo (a juzgar por el estado de ruedas y zapatas de freno) la articulación funciona a la perfección pero, exteriormente, evidencia quizás en exceso el paso del tiempo.
En la “rótula” de esta rodilla mecánica la pintura ha desaparecido en las zonas de fricción y se observan signos de oxidación aunque no parecen graves.
La zona de impacto y apoyo de la articulación también ha sufrido un desgaste que quizás podría haberse evitado dotando a esa zona de una anillo de goma que suavizara el apoyo de la articulación sobre la barra inferior.
Creo que la presión que sufre esa zona durante la marcha y los impactos reiterados de la articulación al desplegar la bicicleta pueden convertirla, a la larga, en un punto débil.
Otra peculiaridad del sistema de plegado de la Ossby es que el cuadro también roza con el final de la tija hasta el extremo de que el fabricante ha incluido un pequeño apósito transparente para proteger esa zona. Esta circunstancia es difícilmente evitable ya que el propio fabricante recomienda que la tija asome como mínimo un centímetro por la parte inferior para evitar someter al tubo a tensiones excesivas.
El problema es que si la tija es demasiado larga el plegado parcial no podrá ser completo a no ser que se afloje la abrazadera y se acomode la tija a la distancia adecuada en cada ocasión.
Una posible solución es situar la tija a la altura ideal para el usuario habitual y luego cortarla a la longitud recomendada por Ossby para no comprometer la integridad del cuadro.
Eso es lo que yo he hecho y además le he puesto un tapón para minimizar el roce entre las dos partes. Es que cuando quiero soy “mu apañao”.
EN LA PRÁCTICA
En la práctica la Ossby es una bicicleta ideal para desplazamientos diarios en los que se necesita combinar el desplazamiento a “tracción animal” con el transporte público.
La posibilidad del semi plegado instantáneo facilita mucho las cosas cuando se convive a diario con el agradable hacinamiento del transporte público: trenes llenos, andenes atestados, ascensores que no funcionan…
Las bicicletas tradicionales necesitan un gran espacio para viajar en transporte público y subir una escalera mecánica o atravesar los tornos de acceso puede convertirse en un ejercicio de malabarismo.
La Ossby se acomoda en cualquier espacio resultando especialmente adecuado el destinado a las sillas de ruedas en los trenes de Cercanías que casi siempre está vacío.
Además las pequeñas ruedas no penalizan su uso urbano gracias al excelente cambio de 5 velocidades que permite subir cuestas empinadas sin despeinarse sobre todo si, como en mi caso, tienes más de descapotable que de coupé.
Tampoco le hace ascos a las pistas de tierra siempre que el firme tenga la dureza adecuada mientras que transitar por hierba o barro es tarea casi imposible.
UNA ULTIMA ANÉCDOTA
El otro día coincidí en el tren con una Strida que su dueño llevaba convenientemente plegada y me llamó la atención porque, aunque era una de las candidatas, nunca había visto una salvo en fotos.
Me sorprendió mucho lo alta que resultaba aun estando plegada, lo enorme que resultaba el plato y que para moverla había que sujetar y empujar a la vez.
Al dueño de la Strida parece que también le llamó la atención la Ossby ya que no dejaba de mirarla de soslayo.
La ventaja indiscutible de la Strida cuando se lleva plegada es que te puedes hacer pasar por agrimensor en prácticas.
En el caso de la Ossby,mientras que el 50% de la gente piensa que le has robado la bicicleta a un niño el otro 50% espera que te levantes y empieces a hacer equilibrios sobre la bicicleta como si fueras un artista callejero.
Espero que os resulte útil.
Al final de mi lista de prioridades para este año se encontraban aprender a bailar claqué y tatuarme la frente con el escudo de mi equipo de fútbol preferido. Comprarme una bicicleta, y menos aún un engendro plegable, ni siquiera se me había pasado por la cabeza.
Pero, todo cambió cuando el ayuntamiento de mi ciudad (Tres Cantos de Madrid), sin previo aviso, canceló “sine die” el servicio de préstamo de bicicletas que llevábamos disfrutando unos años.
Poco importó que durante este tiempo se hubieran dejado de emitir 4.200 kilos de CO2 a la atmósfera por año o que varios centenares de usuarios se quedaran tirados. Al parecer el sistema no era económicamente rentable.
Ante esta tesitura y acostumbrado ya a utilizar la bicicleta a diario me puse a buscar alguna solución lo que me condujo a diferentes webs y foros sobre bicicletas plegables.
De repente, palabras como Dahon, Brompton, Strida, Ossby… ,que parecían sacadas de un catálogo de Ikea, se hicieron habituales en mis búsquedas por Internet.
LA ELECCIÓN: OSSBY
Tenía claro que necesitaba una bicicleta que me permitiera subir alguna cuesta con desahogo y que contara con un sistema de plegado rápido que facilitara el tránsito en las estaciones de tren, los transbordos y viajar en los propios trenes de Cercanías.
Al final la elegida fue una Ossby.
La bicicleta es de segunda mano y formó parte del acuerdo de colaboración y patrocinio entre la marca y el equipo de motociclismo Stratos Racing Team como se puede comprobar en la siguiente imagen tomada de Internet.
En realidad, por prestaciones y equipamiento, este modelo estaría más cerca de la Ossby Curve que de la Arrow.
Confío en que el hecho de que la bicicleta tenga unos años de uso sirva también para analizar su fiabilidad a lo largo del tiempo e identificar sus puntos fuertes y débiles.
LA CONDUCCIÓN
Montar en una bicicleta plegable Ossby es tan fácil como montar en bicicleta. No es necesario ningún proceso de adaptación especial y eso teniendo en cuenta que yo no tuve bicicleta hasta los 18 años por lo que soy un conductor bastante limitado en todos los sentidos.
Tan sólo la mayor viveza de reacciones de la rueda delantera puede sorprender al principio pero esa aparente sensación de inseguridad no dura más de 10 minutos.
La posibilidad de regular tija, potencia, manillar y sillín permite encontrar la postura óptima en una bicicleta muy cómoda y fácil de llevar en la que podrás ponerte de pie sobre los pedales de forma intuitiva y natural.
El cambio interno de 5 velocidades Sturmey Archer es un prodigio de suavidad en su funcionamiento aunque en mi unidad presenta algunas deficiencias menores que espero estén relacionadas con la falta de mantenimiento.
El cambio se endurece a medida que se insertan las velocidades más cortas (de hecho la persona que me vendió la bici me aseguró que sólo tenía 3 velocidades cuando en realidad tiene 5) y si se llega a la velocidad más corta luego le cuesta volver a engranar las largas.
Si los de Sturmey llevan más de un siglo equipando las mejores bicicletas por algo será.
Los frenos son unos clásicos V-Brake que me parecieron más que suficientes para las velocidades a las que pensaba moverme en ciudad y también tuve en cuenta que sería más fácil y económico a la hora de regularlos o de comprar repuestos.
En mi unidad no he conseguido que el freno trasero tenga la mordiente necesaria pero tanto puede ser por mi falta de pericia o porque las zapatas están endurecidas por el paso del tiempo.
Respecto al manillar plegable Ergotec me ha sorprendido muy positivamente su solidez y la seguridad que transmite.
Al principio detecté una ligera holgura al mover el puño izquierdo que se solucionó apretando mínimamente el tornillo central.
EL SISTEMA DE PLEGADO
La Ossby es una bicicleta que, incluso desplegada, es pequeña gracias a sus ruedas de 12 y 14 pulgadas.
En la imagen siguiente podemos verla junto a una bicicleta infantil con rueda de 20 pulgadas.
Eso permite llevarla por el andén de una estación, subir las escaleras mecánicas, entrar en un ascensor o incluso subir y bajar al tren sin necesidad de plegarla.
En mi opinión, cuando se combina la bicicleta con el transporte público no es tan importante el tamaño mínimo que puede alcanzar la bici totalmente plegada como que tenga una opción de semi plegado rápido que permita combinar tren+andén+escalera+tren de forma rápida, cómoda y sencilla.
En este sentido el sistema de plegado parcial de la Ossby es imbatible porque, no es que sea rápido, es que es instantáneo.
De nada sirve que una bicicleta plegada tenga un tamaño mínimo si el sistema de plegado es lento o complejo o si, una vez plegada , te ves obligado a arrastrarla o, lo que es peor, a cargarla en peso.
La Ossby se pliega y despliega parcialmente de forma instantánea y sin esfuerzo y se puede llevar rodando sobre sus propias ruedas con una sola mano
¿Pero, cómo de fiable resultará ese sistema de plegado basado en una gran articulación central tras unos años de uso?
En mi unidad, que debe de tener 3 o 4 años de uso no intensivo (a juzgar por el estado de ruedas y zapatas de freno) la articulación funciona a la perfección pero, exteriormente, evidencia quizás en exceso el paso del tiempo.
En la “rótula” de esta rodilla mecánica la pintura ha desaparecido en las zonas de fricción y se observan signos de oxidación aunque no parecen graves.
La zona de impacto y apoyo de la articulación también ha sufrido un desgaste que quizás podría haberse evitado dotando a esa zona de una anillo de goma que suavizara el apoyo de la articulación sobre la barra inferior.
Creo que la presión que sufre esa zona durante la marcha y los impactos reiterados de la articulación al desplegar la bicicleta pueden convertirla, a la larga, en un punto débil.
Otra peculiaridad del sistema de plegado de la Ossby es que el cuadro también roza con el final de la tija hasta el extremo de que el fabricante ha incluido un pequeño apósito transparente para proteger esa zona. Esta circunstancia es difícilmente evitable ya que el propio fabricante recomienda que la tija asome como mínimo un centímetro por la parte inferior para evitar someter al tubo a tensiones excesivas.
El problema es que si la tija es demasiado larga el plegado parcial no podrá ser completo a no ser que se afloje la abrazadera y se acomode la tija a la distancia adecuada en cada ocasión.
Una posible solución es situar la tija a la altura ideal para el usuario habitual y luego cortarla a la longitud recomendada por Ossby para no comprometer la integridad del cuadro.
Eso es lo que yo he hecho y además le he puesto un tapón para minimizar el roce entre las dos partes. Es que cuando quiero soy “mu apañao”.
EN LA PRÁCTICA
En la práctica la Ossby es una bicicleta ideal para desplazamientos diarios en los que se necesita combinar el desplazamiento a “tracción animal” con el transporte público.
La posibilidad del semi plegado instantáneo facilita mucho las cosas cuando se convive a diario con el agradable hacinamiento del transporte público: trenes llenos, andenes atestados, ascensores que no funcionan…
Las bicicletas tradicionales necesitan un gran espacio para viajar en transporte público y subir una escalera mecánica o atravesar los tornos de acceso puede convertirse en un ejercicio de malabarismo.
La Ossby se acomoda en cualquier espacio resultando especialmente adecuado el destinado a las sillas de ruedas en los trenes de Cercanías que casi siempre está vacío.
Además las pequeñas ruedas no penalizan su uso urbano gracias al excelente cambio de 5 velocidades que permite subir cuestas empinadas sin despeinarse sobre todo si, como en mi caso, tienes más de descapotable que de coupé.
Tampoco le hace ascos a las pistas de tierra siempre que el firme tenga la dureza adecuada mientras que transitar por hierba o barro es tarea casi imposible.
UNA ULTIMA ANÉCDOTA
El otro día coincidí en el tren con una Strida que su dueño llevaba convenientemente plegada y me llamó la atención porque, aunque era una de las candidatas, nunca había visto una salvo en fotos.
Me sorprendió mucho lo alta que resultaba aun estando plegada, lo enorme que resultaba el plato y que para moverla había que sujetar y empujar a la vez.
Al dueño de la Strida parece que también le llamó la atención la Ossby ya que no dejaba de mirarla de soslayo.
La ventaja indiscutible de la Strida cuando se lleva plegada es que te puedes hacer pasar por agrimensor en prácticas.
En el caso de la Ossby,mientras que el 50% de la gente piensa que le has robado la bicicleta a un niño el otro 50% espera que te levantes y empieces a hacer equilibrios sobre la bicicleta como si fueras un artista callejero.
Espero que os resulte útil.
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