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Entrevista a Jaime Gallo en El Aristócrata

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1. ¿Podría D. Jaime hacernos un poco de historia desde que se creó la sastrería Jaime Gallo a nuestros días?

La firma Jaime Gallo empezó en 1972. Fue mi amor a esta profesión, una gran ilusión y el firme propósito de llegar a ser un referente en la sastrería a medida lo que hizo que tomara la no fácil decisión de dedicar ya entonces toda mi vida a este oficio.

Desde esa fecha mi firma ha tenido el objetivo de buscar la calidad, sencillez y armonía en todo nuestro trabajo; trabajo, que debo admitir se ha visto recompensado con creces por el buen recibimiento de éste por parte de mis clientes. Fue precisamente esa gran aceptación la que me obligó a que en un momento determinado en esta sastrería contara en plantilla con cuarenta y nueve trabajadores.

2. ¿Qué ventajas tiene un traje bespoke frente a un ready to wear?

Para mí, un verdadero traje a medida realza y otorga personalidad y además da una enorme confianza a quien lo viste.

No obstante, hay que mencionar que para que un cliente acuda a la sastrería a medida y no a la confección, éste debe tener una especial ilusión por adquirir una pieza única y cercana a una pequeña obra de arte. El cliente debe saber apreciar el enorme trabajo que se encuentra detrás de un traje bespoke. En cierta medida deben haberle inculcado el significado de la elegancia desde pequeño o en tener cierta inquietud por el arte, la belleza y las cosas bien hechas.

Por ejemplo, ayer vino un joven con sus padres que va a cumplir 18 años y yo podía ver en la cara del chico que estaba deseando cumplir la mayoría de edad para hacerse el traje. Eso es a lo que me refiero cuando hablo de ilusión. Cuando a este chico le llamemos para probarse el traje no solo no le va a representar un inconveniente sino que además le va a resultar un disfrute pasar por todo el proceso.

Le voy a dar otro ejemplo. Un importante escultor vino a que le hiciera un frac para un acto académico y me llamó la atención la ropa que vestía muy informal. Tampoco para serle sincero parecía que esto le interesara en exceso. Sin embargo, cuando vino a la primera prueba solo por la expresión de sus ojos yo sabía que había cambiado su percepción por completo. Con la segunda prueba me preguntó: ¿esto tiene arte verdad? Yo le contesté que no sabía si la palabra arte en su acepción más literaria se podía aplicar a la sastrería pero que sinceramente yo sí creía que algo tenía.

En definitiva, cuando hay buen gusto y unos ojos que han sido correctamente educados enseguida uno se da cuenta de todo lo que puede aportar un traje bespoke.

3. Si bien las sastrerías se han popularizado en España, son escasísimas las que todavía trabajan según los cánones más puristas. ¿Considera que la sastrería entendida en su sentido más tradicional está desapareciendo?

Yo sinceramente no sería tan tajante. No creo que esté desapareciendo; lo que está es disminuyendo a una enorme velocidad. El motivo es sencillo; no existen muchos jóvenes que empiecen hoy en este oficio y los que hay en cuanto reciben una oferta que mejora su situación económica, abandonan la profesión por la confección o las tiendas de ropa.

Tenemos que defendernos, ya que desde que existe el I.V.A. este oficio y la artesanía en general están mal defendidos. No tiene lógica que un hotel de 5 estrellas pague el 7% y la artesanía sartorial el 16%. El futuro está en la mano de obra artesanal.

Es necesario y urgente una escuela-taller artesanal subvencionada donde quizás parte de ese I.V.A. podría estar dedicado a esa escuela. Habiendo escuelas-taller pienso que habría alumnos, ya que al ser un aprendizaje largo es totalmente necesario que éste sea un aprendizaje remunerado.

Volviendo a la pregunta inicial, yo creo que la sastrería tradicional no puede desaparecer ya que no podemos olvidar que la sastrería artesanal y la industrial están muy relacionadas. Con buena sastrería la confección está bien protegida. ¿Si no existieran buenos sastres quién entonces va a hacer los patrones y va a conocer las proporciones lógicas que también la confección industrial requiere?

Aunque el apoyo a la sastrería ha sido mínimo, sí lo ha tenido, en cambio, la moda femenina y no siempre con buena fortuna. Tampoco la prensa en general y la especializada en particular ha colaborado mucho. Quizás nosotros no hemos creado muchos intereses. Normalmente en la reseña de una boda se suele indicar como vestía la novia y por quién estaba hecho el vestido, al contrario que el novio, ese señor que iba con ella y dijo el “sí quiero”.

4. ¿Cuáles cree que son las notas características y diferenciadoras de un traje de la sastrería Jaime Gallo?

La primera característica de mi trabajo es que se nota que está hecho a mano; pero a mano de verdad!!!. Podría en algún caso haber dudas sobre si un traje es de confección o a medida pero cuando es a mano se nota rápidamente tanto si está bien hecho como si está mal hecho.

Nuestra norma básica y fundamental es que un traje debe ser cómodo. ¿Pero cómodo significa ancho? No, para nada. Lo que significa es que cada cosa debe estar en su sitio.

Se nota que es español y que tienen el claro sello de la firma. Son trajes armoniosos, de corte limpio y que guardan unas correctas proporciones.

Otra nota característica de nuestro trabajo es que hacemos el talle desde el centro de la espalda hasta donde abrocha el botón delantero. ¿Qué significa esto? Que al contrario de lo que predomina en la calle, nosotros entallamos la chaqueta desde fuera a dentro pero proporcionalmente, es decir, no cogemos todo el sobrante en la espalda y lo cortamos sino que lo hacemos poquito a poquito en cada centímetro del tejido desde la espalda hasta el botón frontal.

Esto se puede apreciar fácilmente en un traje de raya diplomática, o incluso más en una tela de cuadros. Las líneas de la espalda no se juntan o solapan sino que aproximamos cada una un poquito para guardar la armonía del dibujo y del talle.

Otras notas características de la casa son el cuello, las solapas y esa caída tan particular que da la sensación de que la chaqueta se mete en su parte frontal para adentro.

También puede observar que nuestros hombros tienen líneas limpias. El coser la manga al hombro y que en la unión se observe un pequeño escalón es de lo más sencillo, sale solo y no tiene mérito alguno. Lo difícil es unir ambas piezas sin que apenas se aprecie diferencia de nivel alguno; eso es lo difícil!!!

Respecto a nuestros pantalones decir que las dos piernas no se tocan en ningún momento. Tienen independencia absoluta.

Nuestro corte por norma general hace salir favorecido al cliente. Tampoco es que nuestro objetivo sea la perfección, ya que normalmente los trajes perfectos son trajes sosos. Y no hay peor insulto para un sastre que le digan que sus trajes son sosos e inexpresivos. Un traje debe, en definitiva, tener gracia y personalidad; si no mal vamos….

5. ¿Qué diferencia el corte español del italiano o del inglés?

El corte inglés es un corte más militar. Es más armado y duro. Siempre me ha llamado la atención como en los talleres ingleses la mano de obra es casi en su totalidad masculina. Esto hace que los trajes ingleses sean trajes duros debido sencillamente a que les falta la mano femenina, con más sensibilidad. Viendo un ojal enseguida se sabe si lo ha cosido una mujer o un hombre. Respecto a sus ojales me parece que pueden ser mejorables.

Yo, por ejemplo, puedo todavía reconocer quien de toda la gente que trabaja o ha trabajado aquí ha cosido un ojal o un botón. Es más, como anécdota permítame contarle que hace unos días vino un cliente con un traje que le hice hace treinta y cuatro años y en cuando lo vi y por la mano de obra empleada le dije que tenía treinta años. Fallé solo por cuatro!!!.

Dicho esto, también he de decir que en mi mano han caído trajes ingleses de los de antes, que he de reconocer que estaban francamente bien hechos y que solo me quedaba admitir que eso era sencillamente saber, querer y poder. Aunque también he de decir que esta situación ha cambiado y hoy su sastrería está muy por detrás de la nuestra. No tengo problema en afirmar que la calidad de la sastrería inglesa ha bajado mucho y hoy es peor que una buena española.

La sastrería italiana es otra cosa aunque ya hablaremos de ella más adelante. Solo decir en este punto que su gran ventaja comparativa son sus clientes y que en el Sur queda buena mano de obra. Y la mano de obra es fundamental y desgraciadamente no es algo que abunde.

También quiero decir que aunque solo se suela hablar de estos dos países, la buena sastrería no es propiedad en exclusiva de ellos dos. También en Alemania, en la zona de Múnich, hay grandes sastres con buena mano de obra. También en París queda algún sastre con mano de obra de calidad.

6. ¿Por qué cree que se acusa a la sastrería española de haberse quedado estancada y seguir con el mismo tipo de corte de hace veinte años?

Yo no estoy de acuerdo. Si hay algún país que se ha quedado anticuado en sastrería ese ha sido Inglaterra. Los cortes ingleses están mucho más anticuados que los nuestros; pero mucho más!!!

Nuestro corte sí ha evolucionado y ahora es más estilizado que años atrás. También la técnica es diferente puesto que los tejidos actuales son más difíciles, generalmente por tener poco peso y, a veces, demasiado poco.

Por el contrario, la sastrería italiana está a otro nivel. Y esto es en parte así porque, como le comentaba, sus clientes les han ayudado mucho en la evolución de su trabajo. Han sido sus clientes los que han guidado de alguna forma a sus sastres a realizar un corte más atrevido. El cliente italiano es mucho más lanzado y, en definitiva, más presumido que el español.

Como sastre es mi misión escuchar y atender el deseo del cliente pero no perdiendo el traje la personalidad y el estilo de la firma.

7. ¿Qué opinión tiene de la forma de vestir del caballero español en general?

Los caballeros españoles, por norma general, son de una gran timidez en el vestir. Parece que les da vergüenza exponerse a los demás con un traje, un corte o un color diferente al que llevan su círculo de amistades. Al contrario de lo que ocurre en Italia, nunca verá a un español por la calle presumiendo de traje o de elegancia. Sigue habiendo mucho temor al qué dirán.

Permítame un ejemplo que no deja lugar a dudas. Yo voy al Pitti todos los años y siempre aprovecho para estudiar y también deleitarme con el atrevimiento italiano. Si uno se sienta en la Plaza de la República de Florencia observará como incluso en invierno los caballeros se agolpan alrededor de las estufas y presumen a cuál más de su traje. Obviamente, si tu círculo de amigos o la sociedad en general aprecian y animan ese comportamiento es lógico que la gente sea más atrevida y demande un corte más especial.

Algo similar ocurre con los colores. En España da la sensación, por los colores que vemos en la calle, que la gente parece estar triste. Todos van similares. Puede darse el caso de que en una misma mesa estén comiendo cinco caballeros y parezca que todos ellos van con el mismo traje. Eso es impensable en Italia.

Tampoco hoy los señores españoles se atreven con los trajes cruzados. Es cierto que son más incómodos al no deberse desabotonar incluso cuando estemos sentados, pero un caballero elegante debería tener varios de ellos en su armario. Seguro que vuelven estos trajes….como también espero que vuelva el sombrero. Qué complemento más elegante y útil el sombrero!!!

Por el contrario sí debo decir a favor del caballero español que en las chaquetas de sport, por norma general, es mucho más atrevido y prefiere escoger colores vivos y alegres. En España se ven chaquetas de sport muy bonitas.

8. ¿Qué es para usted un caballero elegante?

Para poder hablar de alguien elegante en primer lugar él tiene que serlo; la elegancia debería ser algo innato a la persona.

La sastrería nos puede echar una mano como también pueden hacerlo una correcta elección de la corbata o de los complementos, pero esto es solo una ayuda. Ni el mejor sastre del mundo podría convertir a alguien en elegante.

Yo creo que a una persona elegante se la ve a la legua. Quizás después de verla y pasado un tiempo no te acuerdes ni siquiera qué llevaba puesto cuando la vistes, pero seguro que tenía ese aire tan especial que solo poseen los caballeros elegantes de verdad.

También a la hora de hablar de elegancia hay que tener en cuenta y vigilar mucho la elección de los zapatos. Yo le doy mucha importancia a los zapatos. Ahora que los pantalones van más pequeños de boca, el zapato de cordones me parece obligado.

9. ¿Cuántas horas se invierten en un traje a medida? ¿Cuál es el plazo medio de su elaboración?

Nosotros no tardamos menos de sesenta y cinco horas y un mínimo de dos pruebas aunque intentamos, como le explicaré más adelante, hacer lo más cómodo posible el proceso para aquellos clientes que se tienen que desplazar desde ciudades bastantes alejadas de Madrid.

10. ¿Cuántas personas actualmente trabajan en Jaime Gallo?

En el momento actual dieciocho aunque como ya le he dije llegamos a ser cuarenta y nueve y algunos de ellos con cuarenta años entre nosotros.

11. Desde el Aristócrata pensamos que se está dejando de lado la elegancia clásica presente en los años 30 para dejar paso a modas pasajeras. ¿Cree que nos encontramos ante un proceso irreversible?

Quizás la forma de vestir hoy efectivamente se haya relejado en exceso. Los jóvenes necesitan nuevamente ilusionarse y dejar de ser esclavos de las marcas. A pesar de esto, todavía hay mucha gente que le da gran importancia a la elegancia y al ir bien vestido.

Respecto a lo que usted me comenta de los años treinta, debe tener en cuenta que en aquellos años había muchos sastres en Alemania y Austria que al terminar la Guerra se marcharon a Estados Unidos y fueron los responsables de que los actores de aquellos tiempos vistieran de una forma tan cuidada. Aunque también debemos reconocer que ese corte caracterizado, entre otras cosas, por aquellos anchos pantalones, hoy no tendría cabida.

En definitiva, necesitamos un cambio importante en la forma de vestir. La gente se tiene que volver a ilusionar.

12. ¿Cómo se puede justificar a los lectores de El Aristócrata que el precio un traje ready to wear sea superior al de un traje artesanal?

Yo creo que hay una cosa básica. En la sastrería tradicional no hay intermediario alguno. Va del sastre al cliente. Sin embargo, el los ready to wear hay como mínimo dos intermediarios: la fábrica y la tienda, además de un fuerte desembolso en publicidad y marketing.

Seguramente hayan sido los italianos quienes mejor han sabido explotar sus marcas con un buen marketing y muchos apoyos estatales. Hoy por cualquier traje, con una marca detrás, los italianos te cobran más de tres mil euros y se quedan tan tranquilos. Y eso sí que es muy caro.

Dicho todo esto, debo de admitir que debido a los precios tan disparatados que cobran esas marcas la sastrería tradicional sigue existiendo.

13. ¿Cómo valora el éxodo de sastres de toda la vida de Savile Row a otras zonas más baratas de Londres o incluso a otras ciudades. ¿La llegada de sastres más jóvenes con modelos más modernos cambiará el espíritu de Savile Row? ¿Es el fin de la Row como se conoce hoy?

Pues porque sencillamente las cosas han cambiado mucho. Nada tiene que ver el Savile Row de hace 200 años con el de hoy. No obstante, Savile Row está en el inconsciente de todo caballero y muchos de ellos siguen comprando allí. Esto ha hecho que el precio del m2 sea altísimo.

En Savile Row siguen quedando buenos artesanos aunque tanto su número como el de talleres que siguen funcionando en esa calle es mucho menor al que la mayoría de la gente piensa.

A pesar de ello, las sastrerías de toda la vida londinenses lucharan por seguir allí y defender Savile Row como una marca. Yo creo que si se van de allí saldrán perdiendo ya que es casi una atracción turista. Debemos admitir que cuando alguien compra un traje en Savile Row está comprando aparte del traje un trozo de historia.

14. Si partimos de que conocemos la manera de trabajar de la sastrería Jaime Gallo, a parte de las cuestiones meramente económicas, ¿qué hay que hacer para poder vestir un traje de Jaime Gallo? ¿Es obligatorio que seas recomendado por al menos dos clientes?

No, no es obligatorio. Aunque en la mayoría de las ocasiones funciona el boca a boca y los nuevos clientes vienen porque les ha hablado de nosotros algún cliente de la casa. Es curioso, pero los clientes nuevos suelen venir en Septiembre ya que es en la época de verano cuando el tiempo libre les permite pasar más tiempo juntos y hablar entre otras cosas de los lugares donde se hacen la ropa.

Como le comento, yo soy de la opinión que hacerse un traje a medida debe ser una ilusión. También, qué duda cabe, que será un sacrificio ya que se necesita tiempo para asistir a las pruebas. Esto es particularmente importante hoy, ya que si bien hace cuarenta años el ochenta por ciento de mis clientes estaban en el Barrio Salamanca hoy no son más del diez por ciento.

Hoy en día más del cincuenta por ciento de los trajes que cosemos los hacemos para gente de fuera de Madrid y, entenderá usted, que si alguien viene aquí desde Barcelona o Sevilla varias veces a las pruebas es porque además de ser un gran sufridor tiene mucha ilusión. Y eso por no hablar del diez por ciento de los clientes que vienen de fuera de España!!!.

15. ¿En qué precio empieza un traje de dos piezas?

Si me lo permite no voy a contestar a esa pregunta para no dar lugar a todo tipo de conjeturas. Sin embargo, sí le quiero decir que vestir de sastre no es siempre una cuestión de dinero sino de gusto. ¿Qué le supone a un futbolista o a un torero pagar un traje? Pues no le supone nada y, sin embargo, no son pocas las ocasiones en que prefieren ir con la marca de moda del momento y pagar por un traje industrial más que si se tratase de uno hecho a mano.

Además nuestros precios son más baratos que los italianos o los ingleses y el resultado en el peor de los casos es tan bueno como el mejor suyo…cuando no mucho mejor.

16. ¿Quiénes son, en su opinión, los señores españoles y extranjeros mejor vestidos?

Yo no soy jurado por ser también parte, no obstante, en España hay mucha gente que viste muy bien, pero no todo el mundo los conoce. De los conocidos por las listas de las revistas me parece que están bien representados.

De los extranjeros me quedo con el Príncipe Carlos. Debo admitir que Carlos de Inglaterra viste muy bien; casi siempre cruzado, pero viste bien. Aunque también me gustaría verle con trajes de una fila.

17. ¿Cuántos trajes son necesarios en el armario de todo caballero?

Con doce trajes bien elegidos una persona normal tiene para todo el año. La correcta elección viene determinada tanto por los modelos como por la finalidad a la que los vaya a destinar. No deberían ser los mismos trajes los de un caballero que los vaya a utilizar en la oficina y que, por lo tanto, vayan a sufrir bastante trote que los del señor que pasa poco tiempo sentado.

18. ¿Quiénes son los sastres a los que usted más admira tanto nacionales como extranjeros?

Entenderá usted que no puedo nombrar a todos los del Club; y si nombro a dos seguramente me deje un tercero y se enfade. Si no le importa, prefiero nombrarle a los antiguos.

De los de antes recuerdo, por ejemplo, a Ciriaco en Oviedo cuyos trajes tenían además de mucha calidad mucha gracia. Como le digo, lo peor que le puede pasar a un sastre es que le digan que su traje está muy bien cortado pero que el resultado es soso. Entonces tenemos un problema.

Otros sastres importantes en nuestro país fueron los hermanos Mogrovejo. Tenían un corte muy inglés porque habían estado allí trabajando. Una de sus grandes ventajas es que supieron por primera vez en la historia de la sastrería cobrar lo justo por su trabajo.

Finalmente, estaba también Antonio Collado que desde mi opinión y siempre con mucho cariño debo decir que era un auténtico desastre. ¿Por qué? Pues porque al contrario de los Mogrovejo, no supo nunca cobrar. Vistió a lo mejor del país y los pedidos le salían por las orejas. Reconozco que a mí me ha servido mucho de referencia porque su taller estaba muy cerca de aquí y en los años 70 y 80 había muchos clientes que se hacían trajes tanto en Collado como en mi sastrería. Por lo tanto, yo veía también sus trajes en mis clientes y debo reconocer que utilizaba muy buena mano de obra y a mí me gustaba mucho su estilo singular.

De los internacionales y tras ver el trabajo de los trajes del Príncipe Carlos me quedo con Anderson and Sheppard.

19. ¿Desde cuándo trabaja la camisería? ¿Cuáles son sus retos? ¿Por qué piensa que la camisería a medida en España ha desaparecido prácticamente?

Durante más de veinte años he estado mandando a muchísimos de mis clientes a diferentes camiserías. El problema es que luego me venían a mí con sus quejas; algunas de ellas no fundadas pero otras sí. En vista que algunos sí tenían razón decidimos empezar a hacer también camisas a medida.

Nuestras camisas son tan artesanales como nuestros trajes. Tenemos una enorme lista de tejidos para que el cliente pueda elegir el que más le guste y el que sus características más le favorezcan.
No podemos negar que tantos años trabajando la sastrería a medida nos permite afinar muchísimo la toma de medidas de la camisa consiguiendo una muy correcta hechura. Por ejemplo, algo tan normal como un hombro caído o ser zurdo también debe ser tenido en cuenta a la hora de hacer una camisa a medida.

Nosotros siempre sugerimos al cliente que se haga una primera camisa antes de encargar más. En esa primera camisa, al igual que con el traje, hacemos un patrón al cliente y con las diferentes pruebas lo afinamos al máximo y solo cuando hemos conseguido el patrón definitivo aconsejamos al cliente hacerse más camisas.

La calidad de la mano de obra de la camisería artesanal ha disminuido mucho y no solo en España sino también en otros países como en el mismo Reino Unido. En España todavía hoy se hacen buenas camisas.

El problema de la camisería es cuando aumenta mucho la demanda. La mano de obra es la que es y si una camisería quiere vender un gran número de camisas, la calidad obviamente se tiene que ver perjudicada. Aquí no hay más cera que la que arde!!!

Para mí lo fundamental en la camisería es la toma de medidas. Hay que tener en cuenta tanto si el caballero tiene el cuello largo como si lo tiene corto. Debemos cerciorarnos de que las solapas de la chaqueta le cubrirán los extremos del cuello de la camisa….En definitiva, el traje y la camisa tienen que tener armonía.
El asesoramiento al cliente sobre qué tela es la que mejor le va a resultar según la actividad a la que la vaya a dedicar es también fundamental. Hay telas carísimas y buenísimas pero que desgraciadamente no valen para todos los caballeros. No debería ser lo mismo la tela que escojamos para una camisa que se vaya a vestir en la oficina y que va a sufrir mucho trote que la que vistamos para una ocasión donde la camisa vaya a sufrir menos.

Tampoco hay que olvidar que las planchadoras de ahora poco tienen que ver con las de antaño. Las planchas que hoy se usan en la mayoría de las casas no están pensadas para ciertas telas de camisas y mucho menos las secadoras.

También desde la firma Best-Jaime Gallo (c/Serrano nº 27), dedicada a los complementos del vestir masculino, buscamos en las mejores firmas aquello que por calidad y buen diseño realce el toque personal para cada ocasión.

20. ¿Ha cambiado mucho la sastrería de hace 60 años a la de ahora?

Hace sesenta años la mano de obra era buenísima. En cambio, las telas eran muy bastas y el resultado eran trajes como encorsetados. El corte también era diferente. Por ejemplo, los pantalones daban la sensación de que terminaban a la altura de las asilas.

Las telas han cambiado también una barbaridad. Un claro ejemplo de cómo han evolucionado las telas en todos estos años es que cuando empiezo un traje me resulta muy difícil hacerlo igual al que hice al cliente varios años atrás ya que las telas de una época y otra son totalmente diferentes.

No obstante, no podemos olvidar que en España venimos de un pasado de grandes sastres que con su gran calidad han mantenido nuestra sastrería a una gran altura. Si nuestros sastres antiguos hubieran ejercido su profesión en Inglaterra hubieran sido lo más de lo más. En España había muchos buenos y todavía muchos más que sin ser tan buenos tenían una gran calidad.

21. ¿Qué importancia tiene el patrón en sus trajes?

Aquí siempre, sin excepción, hacemos un patrón a todos los clientes. Hay quien puede pensar que esto puede retrasar el trabajo pero ocurre justo lo contrario. El patrón te permite ir mucho más rápido en los siguientes trajes, improvisando menos.

Si tienes un patrón que sabes que funciona con el cliente y que éste está contento con el resultado del traje, lo mejor es basarse en ese mismo para los siguientes trajes. Nosotros, por ejemplo, hacemos modificaciones constantes tanto al patrón como a la ficha según van transcurriendo las diferentes pruebas. Esto, como le digo, nos permite tener la certeza total de que cuando vuelva ese cliente, el siguiente traje va a tener un corte y terminación similar si no idéntico a su anterior traje. Si no hiciéramos patrón, el resultado final siempre variaría; en mayor o menor medida, pero siempre variaría.

El conseguir un patrón individualizado para cada cliente nos permite también molestarle mucho menos al reducir el número de pruebas ya que trabajamos sobre algo que sabemos que ha dado buen resultado en, al menos, una anterior ocasión.

Luego, conforme pasan los años, los clientes engordan, adelgazan etc. Debido a esto hemos hecho hasta cuatro patrones a algunos clientes. En total yo calculo que podemos tener aquí en el taller más de cuatrocientos patrones actualizados.

22. ¿Cuáles son los retos con los que se enfrenta la sastrería hoy en día?

¿Le parece poco reto mantenerla conforme están las cosas?

Algo muy importante es que hay que saber escuchar al cliente y conocer perfectamente qué es lo que quiere y lo que está buscando.

Yo creo que la situación actual de la sastrería tiene que cambiar. Los chavales jóvenes que quieran ser sastres deben convencerse de que el hacer un curso rápido en una escuela de confección no convierte a nadie en sastre. Hay, como ya le dije anteriormente, que capacitarse en los talleres que es donde de verdad está la experiencia y el conocimiento.

Hoy todavía en España mantenemos una buena calidad pero escasa e inmadura. Debemos todos colaborar. Si nuestros sufridos clientes lo hacen acudiendo a las correspondientes pruebas y sacando a la calle nuestro trabajo, nosotros debemos hacerlo también. Con esto quiero decir que hace falta talante y talento, es decir, hace falta escuchar y orientar al cliente.

Hay que prestar también atención a la calidad de las telas, a su peso y a la torsión de los cabos. Hay que ser más exigentes con los tejidos en beneficio tanto del cliente como de la profesión. No podemos olvidar una vez más que la plancha que va a recibir el traje en casa del cliente será vapor y más vapor. Este planchado solo consigue la ruina del traje de artesanía.

Las sastrerías deberían tener un taller o al menos un mini taller para reforzar el aprendizaje de los chavales jóvenes que se inician en este mundo. El taller es fundamental ya que garantiza que las prendas hayan sido hechas en su totalidad en la sastrería y no por alguien externo como ocurre hoy en día. Desgraciadamente hay sastres incluso renombrados que no cuentan con taller. El taller es vital para poder llevar a cabo todas esas cosas que estás pensando. Si no hay taller, esas cosas terminan no haciéndose o sencillamente no saliendo.

23. ¿Con toda la confusión hoy existente y la aparición repentina de nuevos sastres, qué debemos mirar para saber cuando nuestro traje será de verdad un traje bespoke?

Con fijarse un poquito se sabe si el traje está hecho a mano o no. Muy poco entendido hay que ser para no diferenciar un traje industrial de uno hecho a medida. Y sinceramente le digo, si alguien no puede diferenciar uno de otro con seguridad, no le merece la pena hacérselo a medida.

Mire usted, muchos de los trajes a medida que se ven por ahí se pueden hacer sin siquiera utilizar patrón y si me apura hasta sin tomar medidas. Con experiencia se puede adaptar un patrón de un cliente que tenga un físico similar y ya tienes un nuevo traje supuestamente a medida; pero eso no es bespoke, eso como mucho es made to measure. El bespoke de verdad es otra cosa!!!

Otro punto importante a destacar es que cuanto mejor es la calidad de la mano de obra, más se ven los defectos. Muchas veces esos defectos no podemos ignorar que son buscados a propósito para poder compensar un problema grave o la búsqueda de una hechura muy específica.

24. Si damos por hecho que los sastres “de verdad” son muy pocos y la mayoría de ellos cuentan ya con una cierta edad, ¿qué cabe esperar a las nuevas generaciones?

El futuro pasa por la mano de obra artesanal y de calidad. A mí me parece lógico pensar que hace falta una escuela-taller subvencionada o ayudada y quizás una parte del IVA que pagamos podría ser dedicado a ayudar a esa escuela. No hay derecho a que un chaval joven vaya a una escuela de este tipo sin cobrar dinero. Debería cobrar dinero para beneficio de la sastrería, aunque luego se beneficiara la industria en general.

Sinceramente creo que si existiera esa escuela habría gente que acudiría a aprender. Este aprendizaje es largo y por ello hay que pagarles. Y quiero recalcar una vez más que es fundamental que existan talleres.

25. ¿Qué nos recomienda para cuidar los trajes?

Tratar de alternarlos, con lo que evitará la plancha. Para su planchado las arrugas habrá que quitarlas con humedad y calor, pero una vez quitadas planchar con una sarga seca para eliminar la humedad.

26. ¿Le gustaría aportar alguna cosa más antes de terminar nuestra entrevista?

Para terminar me gustaría decir que mucha gente opina que nuestra profesión es un arte y aunque algunas veces yo también lo pienso, lamentablemente la sastrería no puede ser vendida como tal. Los sastres españoles debemos defender nuestra calidad y nuestros costes ya que la relación calidad-precio de la sastrería española sigue siendo mejor que la británica o la italiana.

Una buena imagen personal le hará sentirse ilusionado, más seguro y le abrirá puertas en todo el mundo.

No quiero dejar pasar la oportunidad sin una vez más recalcar que desde que existe este tipo impositivo tan alto de I.V.A., la Administración parece decidida a buscar nuestra extinción. El tipo del dieciséis por ciento de I.V.A. y los aumentos esperados no favorecen de ninguna manera a esta profesión.

También quiero agradeceros el interés que os tomáis en la defensa de la auténtica elegancia y os animo tanto a ti como a los lectores de www.elaristocrata.com a seguir en esta línea ya que nunca había conocido un medio hasta la aparición de nuestra página donde se trataran todos estos temas con tanta profesionalidad, conocimientos y profundidad.

Muchísimas gracias a todos.
 
Me encanta la heroica y desacomplejada reivindicacion de bajar el tipo del IVA en trajes que cuestan unos 4000 euros...

que crack :D
 
Gracias por el reportaje, Jesús :ok::, muy buena la entravista, del mismo nivel que la que hicieron a D. Jose María Reillo. Lástima de ser pobre, leches!! ::bash::
 
La he leido con mucha atencion, sigue el blog en cuestion y me gusta mucho:clap::clap:
 
Muy buen articulo, a uno le dan ganas de hacerle una visita, pero por el momento es inviable un traje a medida para ir a trabajar, seguire con los ready to go. Saludos
 
Muy interesante. Gracias por ponerlo.
 
Bravo, fantástico!!

Gracias.

Jorge.
 
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