Como hemos visto tanto en este capítulo como en los anteriores, eran tiempos convulsos para el mundo, pero ¿qué ocurría en 1969 en la industra relojera? ¿Eran también tiempos complicados?
Sin duda... 1969 es, probablemente, uno de los años más determinantes para la industria, con acontecimientos que marcarán el futuro para los siguientes 20 ó 30 años. Lo hemos visto y seguiremos viéndolo con detalle a lo largo de este episodio pero, ante todo, sepamos cuáles fueron las principales noticias de la industria en 1969.
Leemos en el "Lancette & C.", que
Hamilton-Buren,
Certina,
Roamer,
Rolex y el grupo MSR (Les Manufactures d'horlogerie suisses réunies) crean en 1969 "Néosonic S.A.", un centro de investigación encargado de desarrollar relojes electrónicos.
En Julio nace el grupo SAPHIR (Société Anonyme de Participations Horlogères et Industrielles), del cual forman parte SAPIC, sociedad titular de
Jaeger-LeCoultre y el holding Favre-Leuba (Favre-Leuba, Bovet Frêres, Jean Vallon), con participación (20%) de Chronos Holding. El 3 de Agosto se funda el Time-Center Protime por parte de
Nivada,
Atlantic,
Felca & Titoni,
Fortis y Eloga. El 19 de Septiembre,
Movado,
Zenith y Mondia se fusionan en el holding MZM.
En EEUU, U.S. Time cambia su denominación a
Timex Corporation mientras que el Grupo
Westinghouse Electric absorbe la Longines-Wittnauer, división americana de la
Longines suiza.
SSIH - Société Suisse pour l’Industrie Horlogère (germen del actual grupo Swatch) adquiere Aetos Watch. Ebauches, SA. crea la división Ebauches Electroniques. El diseñador
Gérald Genta funda la casa homónima.
Veamos cómo las grandes marcas publicitaban sus relojes en 1969. Empecemos con algunas páginas publicadas en la prensa extranjera, diarios y revistas:
(Dos anuncios del Bulova Accutron, publicitado en 1969 como "El reloj más preciso del mundo". Imágenes: www.ebay.com - www.watchesnsuch.net)
(Publicidad del Bulova Accutron y Corum. Imágenes: www.vintagepaperads.com)
(Publicidad de Elgin y Hamilton. En este último anuncio se lee: "Sólo hay una cosa más bonita de tener que el viejo Hamilton de tu abuelo. Un Hamilton nuevo". Imágenes: www.vintagepaperads.com)
(Uno de mis favoritos, con un título realmente inquietante. "Electrice a su mujer". Publicidad del Timex eléctrico)
(Otro anuncio de Hamilton y del Longines Ultra-Chron. Imágenes: www.ebay.com)
(Publicidad de Longines-Wittnauer, la filial americana de Longines adquirida por Westinghouse Electric ese mismo año 1969. A continuación publicidad de una edición especial del Movado Golde Fleecen comercializada en las tiendas de ropa de caballero "Brooks Brothers". Por último, publicidad del Seiko scuba diver. Imágenes: www.ebay.com - www.watchesnsuch.net)
(Dos anuncios de Omega, el de la izquierda es el Omega Constellation de caballero; el de la derecha reloj-joya en platino y diamantes para dama. Imágenes: www.watchesnsuch.net)
(Publicidad del Omega Seamaster. A la derecha publicidad de relojes de la joyería Tiffany & Co., presentando un Patek Philippe en oro de 18k. Imágenes: www.ebay.com - www.watchesnsuch.net)
("Cuando compre un reloj de hombre, compre un reloj de hombre", reza la publicidad del Rado DiaStar. "Si dominar incendios en pozos petrolíferos fuera su trabajo... llevaría un Rolex", asegura la publicidad de este Rolex. Imágenes: www.ebay.com)
(Dos ejemplos de publicidad de los relojes eléctricos Timex. "Nadie le había regalado antes un reloj eléctrico", dice el primero de ellos. "Hay otros relojes electrónicos con calendario automático. Pero cuestan mucho más de $50", sentencia el de la derecha. Imágenes: www.vintagepaperads.com)
(Dos más de Timex, ambos incidiendo en el precio, $39,95. El de la derecha basa su mensaje precisamente en el precio... "La precisión eléctrica llegó con facilidad. El precio es lo que fue duro". Imágenes: www.vintagepaperads.com - www.ebay.com - www.watchesnsuch.net)
(Un último anuncio del reloj eléctrico de Timex junto a la publicidad del cronógrafo PR-516 de Tissot, a $39,95... unas 2.400 Pesetas de la época. Imágenes: www.ebay.com).
(Otro anuncio de Tissot junto al reloj de diapasón "Unisonic" de Universal Geneva. Imágenes: www.ebay.com - www.watchesnsuch.net)
Veamos ahora algunas páginas publicitarias incluidas en revistas y diarios españoles en 1969:
¿Y qué novedades presentan las firmas relojeras en 1969? Muchas, y muy importantes. Como hemos dicho anteriormente, es probable que 1969 sea uno de los años más importantes o, en todo caso, más decisivos para el futuro de la industria relojera de los siguientes 20 ó 30 años. Varios hechos ocurridos ese año lo corroboran, como ya hemos visto detalladamente en los anteriores capítulos. Pero veamos algunas de las novedades de las que todavía no habíamos hablado:
Tissot presenta el "Sideral", primer reloj con la caja en fibra de vidrio, material relacionado desde hacía algunos años con la exploración espacial (de ahí el nombre que se dió al modelo) y a productos como los automóviles, embarcaciones o los esquíes de competición.
Diseñado por Lucien Gurtner, el "Sideral" es un reloj impermeable y resistente a los campos magnéticos hasta 150 gauss. Para racionalizar el ciclo de producción, Tissot había introducido en 1960 el llamado "Calibre único" de 11.1/2 líneas. Dicho calibre estaba disponible en versión solo tiempo (horas, minutos y segundos, calibre 781), versión automática (783), con datario (782) o con ambas complicaciones (784) mediante la superposición de dos dispositivos al módulo base; todo ello con montaje totalmente automatizado.
(Tissot "Sideral" en una versión probablemente de inicios de los 1970s. Foto: sometimesago.itsens.nl)
El "Sideral" viene movido por la versión automática y con datario (784) del Calibre único de 11.1/2 líneas, 21 rubíes, puentes plateados, masa oscilante a 360º de carga bidireccional, volante anular monometálico, espiral plana y dispositivo antigolpes, oscilando a 18.000 alternancias/hora. Alternativamente, había una versión que se entregaba con el calibre Dynotron (ESA 9150 de Ebauches, S.A.) introducido en 1964 y que fue el primer calibre con volante y espiral mandadas por un circuito transistorizado.
Funciones de horas, minutos, segundos centrales y datario a las 3. La caja, en fibra de vidrio monobloque y la esfera en latón pintado (blanco o negro), índices aplicados, agujas de horas y minutos luminiscentes.
(Anuncio del Tissot "Sideral" publicado en "La Vanguardia" en Diciembre de 1969)
Según reza la publicidad... el Sideral es "un reloj para jóvenes... a un precio para jóvenes".
Patek Philippe empieza a entregar en 1969 las primeras unidades del modelo "Ellipse d'Or" (Golden Ellipse) presentado el año anterior.
La caja, en oro, es un rectángulo ovalado que el responsable del diseño, Jean-Daniel Rubeli, crea inspirándose en el "
número áureo ó sección áurea". (también llamado número dorado, razón áurea, razón dorada, media áurea, proporción áurea y divina proporción) representado por la letra griega
φ (fi) (en honor al escultor griego
Fidias), es el
número irracional:
Una sección áurea es una división en dos de un segmento según proporciones dadas por el número áureo. La longitud total a+b es al segmento más largo a como a es al segmento más corto b.
Es decir,
a:b = b: (a-b)
Se trata de un número
algebraico que, expresado habitualmente con la relación 1,1618, posee muchas propiedades interesantes y que fue descubierto en la antigüedad, no como “unidad” sino como relación o proporción entre segmentos de rectas. Esta proporción se encuentra tanto en algunas figuras geométricas como en la naturaleza en elementos tales como caracolas, nervaduras de las hojas de algunos árboles, el grosor de las ramas, etc. o incluso en el cuerpo humano: en un adulto bien conformado, la línea imaginaria que pasa a través del ombligo divide la estatura total según la sección áurea. Asimismo, se atribuye un carácter estético especial a los objetos que siguen la razón áurea, así como una importancia mística.
Pero volvamos al reloj. El "Ellipse d'Or", aparte de por su caja elíptica el modelo se distingue por la esfera en oro, cuya coloración se obtiene depositando un velo de pintura azul cobalto al vacío. Dispone de funciones de horas y minutos en una caja de oro de 18k cerrada a presión. Esfera color azul e índices aplicados.
Inicialmente, el "Ellipse d'Or" estaba disponible en una sola versión, animada con el calibre 23-300. El diseño del reloj, que sigue en la colección de Patek Philippe hoy en día, más de 40 años más tarde, ha permanecido prácticamente invariable durante todo este tiempo. No así el mecanismo.
En 1975 se introducirá el calibre 215, caracterizado por unas dimensiones más contenidas (espesor de 2,55 mm. en lugar de 3 mm; diámetro 21,5 mm. en lugar de 22,7 mm-) y una frecuencia de oscilación más alta (28.800 alternancias en lugar de las 19.800 del modelo aparecido en 1969). Más tarde, montará el calibre 177, derivado del Frédéric Piguet 21 (1,77 mm. x 20,8). Ya en los años 1980s la colección se enriquecerá con la versión esqueleto (1980), de cuarzo (1982), automática ultraplana (1985) y con esfera de segundos a las 6 (1988).
(Imágenes del calibre 215 de Patek Philippe. Fotos: www.timezone.com)
Jaeger-LeCoultre presenta en 1969 una nueva versión del despertador de pulsera "Memovox Automatic", con características bastante distintas de los modelos precedentes de los años 1950s. En lugar de la masa oscilante a martillo incorpora un rotor montado en rodamientos de esfera. el volante es anular y tiene una frecuencia de oscilación más elevada.
Con funciones de horas, minutos, segundos centrales, datario a las 3 y sonería, se monta en una caja de oro de 18k o acero inoxidable, impermeable, con el fondo cerrado a tornillos. La esfera es en latón plateado, con los índices y las agujas luminiscentes y la escala de minutos impresa. Movido por el calibre 916 de 13 líneas, automático, 17 rubíes, puentes plateados, regulado en tres posiciones, masa oscilante a 360º de carga bidireccional, volante anular monometálico, espiral plana, dispositivo antichoque, oscilando a 28.800 alternancias/hora.
(Imagen del calibre 916 de jaeger-LeCoultre. Foto: www.watchprosite.com)
En virtud de los acuerdos suscritos con Bulova en 1968 para zanjar un conflicto de patentes y royalties, Ebauches, S.A. empieza a comercializar el calibre "Swissonic" a diapasón, también llamado MoSaBa ("Montre Sans Balancier", "Reloj Sin Volante"). Se trata de una evolución del Bulova Accutron desarrollado por Max Hetzel en el CEH (Centre Electronique Horloger), con una frecuencia reducida de 360 a 300 Hz. Es el calibre ESA 9162.
(Publicidad del Bulova "Accutron", reloj electrónico con diapasón... "sin volante, sin muelle, sin espirales" ... "el reloj que no hace tictac sino que susurra" ..., aparecido en "La Vanguardia" en Octubre de 1969.)
Este movimiento será adoptado, entre otros, en los siguientes modelos: "Tronosonic", de Baume & Mercier, "Certronic" de Certina, "MoSaBa" de Derby, "Eternasonic" de Eterna, "Ultronic" y "Tritonic" de Longines, "XL-Tronic" de Movado y Zenith, "Tissonic" de Tissot, "Electronic f300 Hz" de Omega ó "Electrosonic" de Rado.
(Longines Ultronic. Fotos: www.electric-watches.co.uk
(El Tissot Tissonic y su calibre. Fotos: www.electric-watches.co.uk)
Al igual que muchos otros fabricantes, Omega utilizó el calibre ESA 9162 (fecha única) y el ESA 9164 (día y fecha) en muchos de sus relojes. Estos Omegas generalmente se conocen como modelos 'F300' que refleja la frecuencia del diapasón. Los ESA 9162 / 9164 son considerados a menudo como el "Rolls Royce" de los movimientos de diapasíon.
Omega asignó sus propios números de calibre para que estos movimientos. El ESA 9162 fue conocido como Calibre 1250 y el 9164 como Calibre 1260. La versión de Omega de estos movimientos difiere ligeramente de los ESA standard 9162 y 9164 en que tiene los puentes bañados en cobre por todo el movimiento, mientras que todos los otros fabricantes de relojes mantuvieron los puentes niquelados que suministraba ESA como standard. Sin embargo, todas las piezas, incluyendo los puentes, son totalmente intercambiables.
(Un Omega Seamaster Chronometer Day Date F300 Hz, con calibre 1260 - ESA 9164. Se pueden apreciar las platinas cobreadas en la fotografía del calibre. Fotos: www.electric-watches.co.uk
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Hemos hablado al principio de este episodio de la "carrera espacial" que durante doce años, desde 1957 a 1969, desarrollaron frenéticamente la URSS y los EEUU en pos de dominar el espacio, como de alguna manera dominaban la Tierra en aquellos momentos. El año 1969 puso el punto y final (o un punto y seguido) a dicha carrera espacial. Hemos hablado también (
en el primer capítulo de este episodio), de la carrera por conseguir el primer cronógrafo automático.
Pero hubo otra carrera muy peculiar que se había desarrollado casi paralelamente en el tiempo a la carrera espacial. Una carrera que empezó a principios de los 1960s, casi tan apasionante como la otra, aunque con dos contendientes muy distintos. En este caso no se trataba de la URSS y los EEUU, sino de las industrias suiza y japonesa de relojería. Era la carrera por conseguir el primer
reloj de cuarzo de pulsera, el reloj más preciso del mundo; el reloj que cambiaría para siempre una industria tradicionalmente mecánica, para convertirla en una industria de tecnología electrónica.
A primera vista, 1969 significaba también el punto final para esa carrera. Pero sólo a primera vista, pues 1969 marcó el punto de arranque de otra carrera todavía más "cruenta" que se desarrolló durante los 1970s y parte de los 1980s, y que estuvo a punto de terminar con la industria relojera suiza tal como la habíamos conocido hasta ese momento. La carrera por lograr el reloj de cuarzo más económico posible. Una carrera que ya no era a dos, como las otras, sino que para ésta aparecieron nuevos contendientes. Aparte de los implicados en la primera fase, Japón y Suiza, en los 1970s se añadirían los EEUU con su enorme potencial en la industria y la investigación en microelectrónica gracias al desarrollo de sus programas militares y espaciales. Una carrera a la que se sumarían finalmente otros países asiáticos, Hong Kong, Taiwan, China... con su casi ilimitada capacidad de fabricar millones de piezas a costes cada vez más reducidos.
Pero hagamos un poco de historia. Estamos hablando del reloj de cuarzo. ¿Qué es un reloj de cuarzo y en qué se diferencia de un reloj mecánico?
El
reloj de cuarzo es un
reloj electrónico que se caracteriza por poseer una pieza de
cuarzo que sirve para generar los impulsos necesarios a intervalos regulares que permitirán la medición del tiempo. El cuarzo,
que como otros minerales[FONT=@Arial Unicode MS] presenta la propiedad natural de oscilar al ser atravesado por una corriente eléctrica,[/FONT] se talla habitualmente en forma de lámina y se introduce en un cilindro metálico que tiene por función la protección del mineral. Para que vibre el cristal de cuarzo, debe ser alimentado por un campo eléctrico oscilante generado por un circuito electrónico.
(Cristales de cuarzo natural)
La electricidad necesaria para activar el cuarzo la suministra la pequeña
pila eléctrica que se monta en el interior de la caja del reloj. Esto es lo que lo diferencia de otros relojes donde los impulsos son generados por medios físicos o mecánicos. El cuarzo actúa como regulador y estabilizador de la frecuencia, lo que servirá finalmente para dar una medida del tiempo.
Pero... ¿cuándo nacieron los relojes de cuarzo... a finales de los 1960s?
No, una serie de invenciones relacionadas precedieron al reloj de cuarzo, aunque fueron necesarios muchos años para que alguien reunisese todas esas invenciones aparentemente inconexas en un solo instrumento capaz de medir el tiempo con la mayor precisión.
El francés
Pierre Curie (1859-1906) descubrió que los cristales de cuarzo vibran. Curie, más conocido por sus investigaciones sobre la radioactividad con su esposa
Marie, también desempeñó un papel pionero en la historia del reloj de cuarzo. Curie observó el fenómeno de la
piezoelectricidad en 1880 mientras trabajaba con su hermano,
Jacques. Descubrieron que ciertos cristales de cuarzo producen electricidad cuando son sometidos a presión. Más tarde determinaron que a la inversa también resultaba ser cierto. Cuando la electricidad se aplica al cristal, se deforma y vibra. Estas vibraciones permiten que el cristal de cuarzo pueda actuar como un controlador de tiempo muy fiable. Sin embargo, los cristales de cuarzo fueron considerados simplemente una curiosidad de laboratorio durante casi 40 años después del descubrimiento de la piezoelectricidad.
(Pierre Curie, quien junto a su hermano Jacques, descubrió la piezoelectricidad en 1880)
El físico norteamericano
Walter Guyton Cady (1874-1973) se interesó por los cristales de cuarzo durante la Primera Guerra Mundial. Junto con muchos otros científicos de la época, Cady estaba involucrado en el esfuerzo por desarrollar una manera de detectar submarinos enemigos mediante la transmisión de sonido bajo el agua. Aunque su trabajo no se completó antes del final de la guerra, sí le hizo sentar las bases para el posterior desarrollo del
sonar.
Mientras era profesor de física en la Universidad de Wesleyan en Middletown, Connecticut, Cady desarrolló el primer resonador de cristal de cuarzo. Cady descubrió que un cristal de cuarzo conectado a un
oscilador de frecuencia variable electrónica vibraba con fuerza en una frecuencia muy específica, pero que en otras frecuencias no vibraba en absoluto. De esta manera, el resonador de cristal de cuarzo podía controlar la frecuencia del circuito oscilante. Cady pronto se dió cuenta de que este circuito podía ser utilizado como un
estándar de frecuencia. En 1921 Cady y sus colegas en la Wesleyan desarrollaron el primer resonador de cristal de cuarzo.
(Portada de la patente del resonador piezoeléctrico presentada por Cady en la oficina americana de patentes United States Patent and Trademark Office, bajo el número de patente 001450246. Pulsar en la imagen para ver la patente completa (pdf), con imágenes y texto. Imagen: www.freepatentsonline.com)
George Washington Pierce estaba trabajando con ondas eléctricas y la telegrafía sin hilos, cuando se interesó por los cristales de cuarzo. Pierce, nacido cerca de Austin, Texas, en 1872, era hijo de un ganadero. Se graduó en la Universidad de Texas en 1893 y en 1897 llegó a la Universidad de Harvard, donde obtuvo su doctorado. Después de un año en Alemania, Pierce volvió al Departamento de Física de la Universidad de Harvard donde se convirtió en el primer director del
Laboratorio Cruf en 1914. Pierce fue reclutado para trabajar en el desarrollo de sonar durante la Primera Guerra Mundial, y estuvo muy influenciado por la obra de Walter Guyton Cady.
Cady había publicado los resultados de su investigación sobre los cristales de cuarzo y los comentó con sus colegas, incluidos Pierce. Pierce se interesó especialmente en el diseño de circuitos osciladores que utilizaran los
estándar de frecuencia proporcionados por resonadores de cristal de cuarzo. Pierce presentó tres diseños diferentes para osciladores de cuarzo en 1923, que pronto fueron patentados, y que posteriormente se utilizaron ampliamente en el ámbito del control de frecuencia. El trabajo de ambos, Pierce y Walter Guyton Cady, sentó las bases para el reloj de cuarzo desarrollado por primera vez por
en 1927.
A comienzos del siglo XX, a medida que los cables telefónicos transportaban más mensajes y las transmisiones de radio se hacían más frecuentes, mantener frecuencias eléctricas estables y desarrollar medios para controlar las frecuencias se convirtieron en problemas técnicos críticos. En 1927, el canadiense
(1896-1980), un ingeniero de telecomunicaciones, estaba a la búsqueda de
estándares de frecuencia fiables en los
laboratorios Bell Telephone de New York para los que trabajaba. Basándose en trabajos anteriores en la piezoelectricidad realizados por el Grupo de Cady y GW Pierce, desarrolló un reloj de alta precisión y gran tamaño basado en las frecuencias estables generadas por un cristal de cuarzo cuando se usaba en un circuito eléctrico.
Marrison demostró que el oscilador de cuarzo utilizado de esta manera era más exacto como estándar de tiempo que los mejores relojes mecánicos existentes utilizados en los observatorios astronómicos. Durante la década de los 1940s, la mayor parte de los laboratorios de hora estándar en todo el mundo cambiaron de los relojes mecánicos al cuarzo.
(El primer reloj de cuarzo suizo, construido después de la Segunda Guerra Mundial, a la izquierda en la fotografía, en exhibición en el Museo Internacional de Relojería, en La Chaux-De-Fonds, Suiza)
Así pues, los relojes de cuarzo existían ya mucho antes de la década de los 1960s, aunque no eran precisamente pequeños ni manejables. El reloj de cuarzo del Sr. Marrison ocupaba nada menos que una habitación entera. La invención de un reloj de pulsera de cuarzo era pues una titánica tarea de miniaturización.
Pero una invención de finales de los 1950s abriría un campo insospechado y sería fundamental para el desarrollo futuro del reloj de cuarzo... y no sólo del reloj de cuarzo, sino de toda la electrónica tal como la conocemos hoy.
En 1958, el ingeniero
Jack Kilby (1923) estaba trabajando en los problemas de la miniaturización electrónica en la "
Texas Instruments" (TI), cuando se le ocurrió la idea de integrar un gran número de interconexiones en una sola pieza de silicio. en el otoño de ese mismo año, Kilby disponía ya de un circuito completamente funcionante y solicitó la patente en 1959. Había inventado el
circuito integrado. El Sr. Kilby obtuvo el Premio Nobel de Física en 2000 e inventó también la calculadora electrónica de mano y la impresora térmica.
Ese mismo año,
Robert Noyce de "
Fairchild Semiconductor" también solicitó una patente sobre el circuito integrado. Durante una disputa de patente de casi diez años, Fairchild y TI llegaron al acuerdo de concederse licencias entre sí y a otras empresas para la fabricación de circuitos integrados. Hoy en día Kilby y Noyce son reconocidos como co-inventores independientes. Kilby fue reconocido con una patente por la estructura de circuito integrado y por demostrar que el circuito funcionaba. Una patente independiente le fue otorgada a Noyce, a quien se reconoció la invención del método de proceso para la conexión de los componentes del circuito. Noyce fundaría años más tarde la compañía
Intel.
(Jack Kilby, inventor del circuito integrado)
El circuito integrado es el que controla las funciones del reloj de cuarzo. En todos los relojes de cuarzo, el circuito integrado mantiene las oscilaciones del cristal de cuarzo, divide la frecuencia de cuarzo hasta un pulso por segundo, y acciona las agujas. Se podían añadir muchas más funciones mediante un
microprocesador, lo que hizo de los relojes de cuarzo prácticamente unas microcomputadoras. Se estaba allanando el camino para conseguir el soñado reloj de cuarzo de pulsera. Pero aún había dificultades que salvar.
(El primer circuito integrado fue creado por Jack Kilby en 1958. Contiene un único transistor y componentes de apoyo sobre una base de germanio. Mide 1,6 x 11,1 mm. Foto: www.texasinstruments.com)
Aparte de las dificultades que se encontraban en los 1940s e inicios de los 1950s para miniaturizar suficientemente los componentes, paliadas con la invención del circuito electrónico integrado, existía otro obstáculo de enorme importancia para poder producir relojes de pulsera de cuarzo. No existían
baterías lo suficientemente pequeñas como para caber en la caja de un reloj de pulsera.
Las baterías generan electricidad mediante una reacción electroquímica. Una batería de un reloj se compone de una sola celda que contiene
electrodos y un
electrolito que, juntos, convierten la energía química en energía eléctrica.
La industria de la microelectrónica dio impulso al desarrollo de pequeñas baterías. Las primeras baterías en miniatura se desarrollaron durante la Segunda Guerra Mundial por
Samuel Ruben y fueron fabricadas por
Philip Rogers Mallory (más tarde ambos formaron la
Mallory Battery Company, actualmente Duracell). Pero no eran ni a prueba de fugas, ni lo bastante duraderas para su uso en los relojes.
Para el primer reloj eléctrico fue necesario inventar una batería especial. Los primeros esfuerzos por desarrollar una batería de reloj se llevaron a cabo por un equipo de investigadores de
Hamilton Watch Company (encabezado por el jefe químico Phil Lichty, e incluyendo a Harold Morgan, Wilmer Gingrich y Edgar Long). Cuando estos esfuerzos fracasaron. Sólo cuando Hamilton se unió a la
National Carbon Company (más tarde Union Carbide) en 1954 se consiguió fabricar una batería de un tamaño suficientemente reducido como para poder ser usada en un reloj de pulsera. Hamilton Watch Co. lanzó el primer reloj eléctrico de pulsera, el Van Horn (Hamilton 500), en Enero de 1957.
(Nota de Prensa de la "Hamilton Watch Company" fechada el 3 de Enero de 1957, anunciando el lanzamiento del primer reloj eléctrico. En la nota leemos que el reloj funciona con una batería "del tamaño de un pequeño botón de camisa, que hará que funcione un mínimo de doce meses". Imagen: electric-watches.co.uk)
La introducción de ese primer reloj eléctrico por parte de Hamilton fue sólo un paso adelante para el desarrollo del reloj electrónico de pulsera, pero este intento aportaba poca mejora en la medición del tiempo, pues la frecuencia de oscilación seguía siendo la misma que en los relojes mecánicos tradicionales.. En el Van Horn, el muelle espiral principal se sustituyó por una batería, pero todavía era necesario el volante.
(Imágenes del Hamilton Van Horn y su movimiento Hamilton 500, en el que podemos apreciar la ausencia de muelle espiral principal y la presencia de la batería "del tamaño de un botón de camisa". Fotos: www.electric-watches.co.uk)
El paso siguiente para el desarrollo de relojes de pulsera que funcionaran con baterías fue el uso de un
diapasón, que producía una tasa de oscilación más estable a una frecuencia más alta, aprovechando el principio de que un diapasón vibra siempre a una frecuencia constante.
(Diapasón afinado a 659 Hz.)
En 1960, Max Hetzel inventó el primer reloj de pulsera de frecuencia acústica, que utilizaba un diapasón en lugar de un volante como el estándar de tiempo, el
Accutron. Nacido en Basilea, Suiza, en 1921, Hetzel obtuvo una master en electrónica por la Universidad Politécnica Federal de Zurich en 1945. Fue contratado por la Compañía
Bulova en 1950 para desarrollar el equipo automatizado de producción de la fábrica de la compañía en Suiza. En 1952 se centró en la invención de un reloj de diapasón a solicitud del presidente de la compañía Arde Bulova, que estaba preocupado por los recientes anuncios de Elgin y Lip de que pronto habría un reloj eléctrico en el mercado. Hetzel eligió el diapasón como la mejor opción, y en 1955 tenía algunos prototipos ya operativos.
(Publicidad del Accutron, en la que se garantiza por escrito una precisión de un minuto al mes. Foto: )
En 1955 Bulova trasladó el proyecto de desarrollo Accutron a su planta en los Estados Unidos. El ingeniero jefe, William Bennett llevó los prototipos de Hetzel a las instalaciones de Bulova en Jackson Heights, Nueva York, donde comenzó a trabajar en un modelo de producción. Bennett, junto con Egbert van Haaften y William Mutter, trabajó durante cuatro años para desarrollar un producto comercialmente viable. En 1959 Max Hetzel abandonó Suiza con destino a las instalaciones de Bulova en Nueva York, donde supervisó la evolución final. Por último, el 25 de octubre de 1960, el Bulova Accutron se presentó a los consumidores.
El Accutron contenía un diapasón al que se hacía oscilar 360 veces por segundo a través de un transistor de germanio impulsado por una batería del tamaño de un botón.
(El movimiento del Accutron. El diapasón está situado entre las dos bobinas electromagnéticas en la parte superior lel reloj, que lo impulsan.)
Cuando el Accutron se presentó en 1960, causó una ernorme sensación en la industria relojera. Fue un éxito inmediato, y se vendió bien durante la década de los 1960s. El Accutron era el reloj más preciso antes de la invención del reloj de cuarzo. Bulova se vanaglorió de que el Accutron era diez veces más preciso que un buen reloj mecánico en esa época; de hecho garantizaba por escrito una precisión de un minuto al mes, es decir por lo menos cinco o seis veces más que los mejores relojes mecánicos de entonces.
(Max Hetzel en la presentación mundial del Accutron. Foto: )
Sin embargo, el reloj de diapasón tenía algunos inconvenientes... no era resistente a los choques y era susceptible a los sonidos exteriores, por lo que no era esa la perfecta solución que la industria relojera andaba buscando. A pesar de ello, la llegada del Accutron supuso un desafío para las compañías relojeras de todo el mundo para crear relojes aún más exactos. De esta competencia, surgiría el reloj de cuarzo de pulsera.
Pronto se vió que la tecnología del diapasón podía dar poco más de sí y se iba a quedar obsoleta en poco tiempo, de modo que los esfuerzos se dirgieron a fabricar un reloj de cuarzo de pulsera. Las frecuencias de oscilación del cuarzo eran infinitamente superiores a las que se podían lograr con el diapasón eléctrico.
(Doble página publicitaria de Noviembre de 1960 en el que se anuncia el Bulova Accutron como un acontecimiento científico de gran relevancia. Foto: www.dashto.com)
Bien, hemos hablado de cristales de cuarzo, de las propiedades piezoeléctricas, de los circuitos integrados... pero ¿cómo funciona un reloj de cuarzo?
Los relojes de cuarzo funcionan de una manera muy diferente a los relojes de mecánicos. En los mecánicos, el escape, con un volante en su corazón, regula la velocidad a la cual la energía almacenada en un resorte en espiral. Esa energía acciona un tren de engranajes que mueve las agujas. Los relojes de cuarzo siguen teniendo engranajes dentro de ellos para contar los segundos, minutos, horas y mover las agujas alrededor de la esfera. Pero los engranajes están regulados por un pequeño cristal de cuarzo en lugar de un volante como en los relojes mecánicos. En este interesante video podemos ver una comparativa entre el funcionamiento del reloj mecánico manual, el automático y el de cuarzo.
El
cuarzo es uno de los minerales más comunes en la Tierra. Está hecho de un compuesto químico llamado
dióxido de silicio (SiO2) (silicio es también el material del que están hechos los chips de los ordenadores), y se puede encontrar por ejemplo en la arena o en la mayoría de los tipos de roca. Como ya hemos visto anteriormente, tal vez la característica más interesante del cuarzo es que es
piezoeléctrico. Eso significa que si apretamos un cristal de cuarzo, genera una pequeña corriente eléctrica. Lo contrario también es cierto: si se pasa la electricidad a través del cuarzo, vibra a una frecuencia precisa (un número exacto de veces por segundo).
Dentro de un reloj de cuarzo, la batería envía la electricidad al cristal de cuarzo a través de un circuito electrónico. El cristal de cuarzo oscila (vibra) a una frecuencia precisa: exactamente 32.768 veces cada segundo. El circuito cuenta el número de vibraciones y los utiliza para generar impulsos eléctricos regulares, uno por segundo. Básicamente, en cuanto cuenta 32.768 veces envía una señal y se resetea a cero. Estos impulsos pueden alimentar una pantalla
LCD (muestra el tiempo numéricamente) o pueden accionar un pequeño motor eléctrico (un
motor de paso a paso, de hecho), dando vuelta a los engranajes que giran las agujas de segundos, minutos y horas.
Así es como funciona en la teoría:
(Imagen: www.explainthatstuff.com)
- La batería proporciona corriente a los circuitos del microchip.
- El circuito del microchip hace que el cristal de cuarzo (tallado con precisión y en forma de diapasón) oscile (vibre) 32.768 veces por segundo.
- El circuito del microchip detecta oscilaciones del cristal y las convierte en impulsos eléctricos regulares, uno por segundo.
- Los impulsos eléctricos accionan un motor eléctrico "paso a paso" en miniatura. Esto convierte la energía eléctrica en energía mecánica.
- El motor eléctrico "paso a paso" gira los engranajes.
- Los engranajes mueven las agujas alrededor de la esfera para marcar la hora.
Y así es como se ve en el interior de un reloj de cuarzo real:
(Imagen: www.explainthatstuff.com)
- Batería.
- Motor eléctrico paso a paso.
- Microchip.
- Circuito que conecta el microchip a otros componentes.
- Oscilador de cristal de cuarzo.
- Tija de la corona para ajustar la hora.
- Los engranajes giran las agujas de las horas, minutos o segundos a velocidades diferentes.
- Eje central diminuto que fija las agujas en su lugar.
Si el cuarzo es tan asombroso, es posible que nos preguntemos por qué un reloj de cuarzo no se mantiene con absoluta precisión para siempre. ¿Por qué adelanta o atrasa algunos segundos? La respuesta es que el cuarzo vibra a una frecuencia ligeramente diferente a distintas temperaturas y presiones por lo que su capacidad de mantener la hora exacta se ve afectada, en un grado pequeño, por el calentamiento o enfriamiento, y las siempre cambiantes circuntancias del mundo que nos rodea. En teoría, si se mantiene un reloj en la muñeca todo el tiempo (que es más o menos constante de temperatura), mantendrá mejor la precisión que si nos lo ponemos o lo quitamos con frecuencia (lo cual causa un cambio drástico de temperatura cada vez). Pero incluso si el cristal de cuarzo pudiera vibrar a una frecuencia constante y perfecta, la forma en que está montado en su circuito, minúsculas imperfecciones en los engranajes, la fricción, etc. también pueden introducir errores en la medición del tiempo. Todos estos efectos son suficientes para introducir una imprecisión de hasta un segundo al día típico en los relojes de cuarzo (teniendo en cuenta que un segundo perdido un día puede ser compensado por un segundo ganado al día siguiente, por lo que la precisión general puede ser de unos pocos segundos al mes).
Bien, probablemente ha llegado el momento de recapitular todo lo que sabemos sobre el cristal de cuarzo y sus propiedades. Hemos hablado de
Pierre Curie y hemos visto como las propiedades de los cristales de cuarzo se conocen desde hace más de un siglo. El cuarzo es un material
piezoeléctrico, lo que significa que genera una carga eléctrica cuando se le aplica una presión mecánica.
Estos cristales también vibran cuando se aplica un voltaje de una fuente externa, como una batería. La piezoelectricidad fue descubierta por Pierre Curie y su hermano Jacques en 1880.
En la década de los 1920s el Sr.
Walter Guyton Cady descubrió que, debido a sus cualidades elásticas, resistencia mecánica y durabilidad, los cristales de cuarzo podrían utilizarse para fabricar resonadores muy estables. Cady también concluyó que el cristal puede ser cortado en formas específicas para crear resonadores de casi cualquier frecuencia. Los cristales de cuarzo se utilizaron por primera vez como un estándar de tiempo por
, que inventó el primer reloj de cuarzo en 1927.
La frecuencia del
oscilador de cuarzo viene determinada por el corte y la forma del cristal de cuarzo. Los cristales de cuarzo dentro de los relojes de hoy vienen en diversas formas y frecuencias. Los cristales más comunes son
diapasones encapsulados en miniatura que vibran 32.768 veces por segundo. Otros tipos de cristales pueden vibrar a más de 50 millones de veces por segundo. En cambio, en la historia de los relojes mecánicos, el volante (que ejercía la misma función que el cristal de cuarzo) oscilaba primero a 2,5, más tarde a 3, y finalmente a 5, 8 ó un máximo de 10 ciclos por segundo.
Hemos podido miniaturizar la mayoría de los componentes, gracias a que el Sr.
Jack Kilby inventó el
circuito integrado y al desarrollo de la batería en miniatura de Union Carbide para el primer reloj eléctrico, producido por
Hamilton Watch Co. en 1957.
Hemos visto otros intentos de desarrollar relojes eléctricos mucho más precisos que el reloj mecánico, como los relojes de diapasón (
Accutron) que inventó el Sr. Hetzel para
Bulova, pero también hemos conocido sus limitaciones.
Tenemos ya todos los ingredientes listos para poder desarrollar un reloj de cuarzo de pulsera... ¿Estamos listos para la carrera? Pues pongámonos cómodos y veamos que nos ofrece esta carrera entre dos contendientes de excepción, la industria suiza y la japonesa.
Empezamos con los suizos. En 1962, la industria relojera suiza fundó un nuevo laboratorio de investigación, el
Centre Electronique Horloger (CEH). La misión del laboratorio era desarrollar un nuevo tipo de reloj electrónico.
¿Quiénes fueron las personas clave en el proyecto del CEH?
El personal clave en el CEH estaba encabezado por Roger Wellinger, el primer director del CEH, quien planificó el nuevo laboratorio. Wellinger era un físico e ingeniero eléctrico suizo de Suiza con veinte años de experiencia en laboratorios de investigación académica e industrial en los EE.UU., especialmente de General Electric. Wellinger contrató tanto jóvenes ingenieros de universidades suizas, como físicos e ingenieros experimentados nacidos en Suiza pero que trabajaban en los Estados Unidos. Desde el principio, el CEH se comprometió a trabajar con la nueva tecnología de circuitos integrados, una estrategia arriesgada que resultó fundamental para la capacidad del laboratorio de elaborar con éxito en sus primeros cinco años varios prototipos de relojes. En 1968, poco después de que el laboratorio demostrara que un reloj de pulsera de cuarzo era factible, Wellinger dejó el CEH por diferencias con la junta de supervisión del laboratorio.
Max Forrer dirigió la Sección de Circuitos, la parte del laboratorio que en última instancia, desarrolló el primer prototipo de reloj suizo de cuarzo. Uno de los suizos que había reclutado Wellinger de los Estados Unidos, Forrer había recibido su doctorado de la Universidad de Stanford y trabajó para General Electric en Palo Alto, California. En 1968 Forrer se convirtió en el director del CEH y organizó los esfuerzos del laboratorio para revisar los prototipos reloj para la producción comercial. El resultado fue el movimiento Beta 21 de reloj de pulsera de cuarzo.
En el CEH Kurt Hübner organizó un completo laboratorio de microelectrónica para la fabricación de circuitos integrados de baja potencia necesarios para los relojes de cuarzo. Un físico educado en Zurich, Hübner había aprendido los fundamentos de la tecnología de IC en el Silicon Valley de California en "Shockley Semiconductor Laboratory", una empresa propiedad de coinventor del transistor. El taller de semiconductores de Hübner en CEH fue el primero en Suiza, y su éxito allanó el camino para lo que hoy es una floreciente industria de la microelectrónica suiza, en Neuchâtel.
(De izquierda a dercha: Roger Wellinger, Max Forrer y Kurt Hübner, investigadores del CEH de Neuchâtel. Fotos: smithsonian.org)
En el CEH los investigadores trabajaron en secreto y bajo la presión de tener que conseguir el éxito. Los investigadores llamaron a sus prototipos de primer reloj de pulsera de cuarzo Beta 1 y Beta 2. Las dos clases de prototipos, construidos con circuitos integrados desarrollados y fabricados en el propio CEH, diferían entre sí en la manera de "dividir" la frecuencia de 8.192 Hz (ciclos por segundo) a pasos de un segundo.
La versión Beta 1 utilizaba 14 etapas en las divisiones y un pequeño motor "paso a paso" para girar las agujas en pasos de un segundo, en lugar de en un círculo suave. Su límite residía en el consumo de energía y, en consecuencia en la autonomía de la pila, que no superaba los 9 meses.
La Beta 2 redujo a 5 la cadena de divisiones y giraba las agujas suavemente, con un motor de vibración y un mecanismo de trinquete, y consumía menos energía que la Beta 1. La duración de la pila alcanza con este prototipo los 17 meses, razón por la cual será ésta la solución adoptada en el momento de proyectar la fabricación industrial del reloj.
Cuando los prototipos demostraron la viabilidad de la nueva tecnología electrónica para relojes en en el Concurso del Observatorio de Neuchâtel en 1967, el laboratorio pasó a diseñar un reloj de pulsera de cuarzo comercial que contenía el módulo Beta 21.
(Calibre 1300 de Omega en el que podemos leer la inscripción CEH Beta 21)
Armin Frei fue uno de los investigadores suizos que el Director Roger Wellinger repatrió de los Estados Unidos. Frei, que había recibido su doctorado en el Instituto Federal de Tecnología Suizo en Zurich, trabajaba para la RCA en lo que ahora es el "David Sarnoff Research Center" en Princeton, Nueva Jersey, y en Varian Associates, de Palo Alto, California, una empresa que fue pionera en estándares de tiempo atómico. En el CEH, Frei investigó en 1965 y 1966 la viabilidad de utilizar un cristal de cuarzo en miniatura como un estándar de tiempo para los relojes de pulsera. Desarrolló un resonador funcional de alta calidad, una pieza en forma de barras de cuarzo que vibra establemente a 8.192 Hz (veces por segundo) cuando se le aplicaba voltaje adecuado. También desarrolló un sistema integrado de circuito oscilador de baja potencia en un chip para mantener el cuarzo vibrando y un dispositivo con electrónica integrada para el ajuste fino de la frecuencia del cuarzo. Los osciladores de cuarzo con estas características básicas seguirían siendo el estándar de la CEH a través de una serie de prototipos probados en el Observatorio de Neuchâtel y para los primeros 6.000 relojes fabricados para la venta.
Rolf Lochinger fue otro de los científicos del CEH, que recibió su doctorado en el Instituto Federal de Tecnología Suizo en Zurich y luego se fue a trabajar para la RCA en los Estados Unidos, en lo que ahora es el Centro de Investigación Sarnoff en Princeton, NJ. Colaborando con Armin Frei en la CEH, Lochinger estudió y diseñó los circuitos que permitieron que la unidad de cuarzo del reloj trabajara junto con otros componentes necesarios para mantener el tiempo. Quiso centrarse en un circuito viable para dividir los 8.192 Hz del cuarzo a un pulso por segundo para girar las agujas del reloj.
A partir de 1966, Jean Hermann, un ingeniero eléctrico educado en Suiza, supervisó el proceso técnico para enviar los prototipos del CEH al Concurso de las pruebas de tiempo del Observatorio de Neuchâtel. Durante el proceso desarrolló, con el técnico François Nikles, un micromotor de paso a paso, para girar las agujas de los prototipos de la versión Beta 1. Hermann también tuvo la ayuda de otros colegas, entre ellos Jean Fellrath, en el desarrollo de los circuitos integrados utilizados en la Beta 1 para dividir la frecuencia del cuarzo para que fuera utilizable en un reloj de pulsera. El propio Hermann desarrolló un circuito integrado para compensar las variaciones en la frecuencia de cuarzo causada por cambios de temperatura. Después de los ensayos, mejoró las características del resonador de cuarzo para que fuera adecuado para la fabricación en grandes cantidades.
Henri Oguey, con experiencia en ingeniería eléctrica y un doctorado en la Universidad Técnica de Zurich, había trabajado para IBM, tanto en Zurich como en Nueva York. En el CEH, con el técnico Rolf Ludin, desarrolló un micromotor vibratorio para girar las agujas en los Beta 2. En contraste con el micromotor de la versión Beta 1, el motor vibratorio de Oguey giraba las agujas suavemente en lugar de a saltos. Oguey también tuvo la ayuda de su colega Jean Fellrath para diseñar un circuito de accionamiento integrado para el motor de vibración. Una vez que el prototipo con el motor vibratorio que había diseñado demostró su idoneidad, Oguey pasó a mejorar la organización de la electrónica y la fabricación de lo que sería el producto comercial, el módulo Beta 21.
(De izquierda a derecha: Armin Frei, Rolf Lochinger, Jean Hermann y Henri Oguey, investigadores del CEH. Fotos: smithsonian.org)
El CEH compartió espacio en un edificio ocupado por el Laboratoire Suisse de Recherches Horlogères (LSRH). La industria relojera suiza había creado el LSRH en 1940 para investigar asuntos relacionados con los relojes mecánicos.
(Edidicio del LSRH en Neuchâtel, Suiza. Durante su primer año, el CEH se alojaba justo debajo del techo del edificio principal de la izquierda. A continuación, se trasladó a esta ala, donde se instaló la línea de proceso. Foto: www.ieee.org)
Precisamente, qué tipo de reloj iba a surgir de los esfuerzos del CEH era algo incierto al principio, pero en 1967 los investigadores tenían ya dos clases de prototipos de reloj de cuarzo funcionando. Los técnicos, que como hemos visto venían trabajando desde 1962, habían abandonado el camino del diapasón y, tras comprobar las oportunidades que se abrían con el desarrollo de los circuitos integrados, se centraron en el cuarzo.
Una vez alcanzado el tamaño (igual o inferior a 3,75 cm. cúbicos) requerido para la inscripción en el Concurso del Observatorio de Neuchâtel de 1967, El CEH presenta estos prototipos de reloj de cuarzo a las pruebas de tiempo. En el concurso participan también los movimientos desarrollados por la casa japonesa Seiko, pero los primeros diez puestos de las clasificaciones finales son ocupados por los helvéticos. La puntuación más elevada bate todos los registros precedentes, resultando 6 veces mejor que la marca obtenida por un movimiento a diapasón y 12 veces mejor que el resultado obtenido por el movimiento mecánico más preciso: el error diario se limita a 4 milésimas de segundo! Este éxito llevó a la CEH a proceder con aún otra versión del reloj, esta vez diseñado ya para la producción comercial.
El reloj de cuarzo suizo estaba listo para ser comercializado.
En 1968 se creó unconsorcio industrial de los fabricantes de relojes suizos con el fin de producir en masa el Beta 21. Sus miembros eran accionistas del CEH, y varios de ellos eran responsables de un componente específico del reloj. El CEH diseñó el módulo del reloj y lse ocupó de a producción de circuitos integrados. Ébauches SA fabricaba las partes mecánicas y el resonador de cristal de cuarzo. Omega produjo el micromotor. Los relojes se montaron en tres talleres independientes que producían los productos finales de acuerdo con las especificaciones de diseño de las empresas relojeras suizas que pasaron los pedidos. Dieciséis empresas relojeras suizas comenzaron a vender los relojes de cuarzo bajo su propia marca en 1970.
(El Omega Constellation Electroquartz f 8192 hz.; comercializado en 1970 y el calibre 1300 Beta 21 de Omega. Fotos:
www.electric-watches.co.uk)
El 22 de Mayo de 1969, el CEH (Centre Electronique Horloger) firma un acuerdo con 20 de sus accionistas (asociaciones y fabricantes suizos, incluyendo 11 manufacturas), para la comercialización de relojes de pulsera de cuarzo movidos por el calibre Beta 2.1 (simplificado en Beta 21). Las casas firmantes se comprometen a ordenar en conjunto 6.000 ejemplares del movimiento, a un precio de 700 francos suizos cada uno. La operación culminaría en Abril de 1970 cuando los 20 fabricantes suizos presentan sus primeros modelos de reloj de pulsera de cuarzo en la Feria de Basilea de ese año. Impresionante... pero tal vez algo tarde para ganar la carrera.
Los suizos habían creado el primer reloj de cuarzo de pulsera, el Beta 21, pero... los japoneses fueron los primeros en comercializar su propia versión de reloj de cuarzo. Veamos cómo.
Mientras los suizos trabajaban en secreto en el CEH, la compañía japonesa Seikosha había estado muy ocupada desarrollando su propia tecnología del cuarzo. En 1958 habían construído un reloj de cuarzo muy preciso para una emisora de radio y televisión (CBC, Chubu Broadcasting Corporation) de Nagoya, Japón. Sin embargo, tenía el tamaño de un armario, pues medía 2,1 metros de altura por 1,3 metros de ancho.
(El reloj de cuarzo de Seiko de 1959. Foto: seikowatches.com)
En 1959, Suwa Seikosha se embarcó en un proyecto al que denominaron "59A", que culminaría con la creación del "cronómetro de marina" para la marina japonesa, un reloj que supuso la entrada de Seiko por primera vez en el concurso del Observatorio de Neuchâtel en 1963. Se había conseguido reducir un tanto el tamaño pero el reloj pesaba todavía 30 Kgs.
En Febrero de 1964 se produjo una versión comercial del cronómetro de marina, llamada Crystal Chronometer QC-951, que fue el que se utilizó cuando Seiko se ocupó del cronometraje oficial de los Juegos Olímpicos de Tokyo celebrados ese año. Después de eso, el Proyecto 59A desarrolló otros pequeños relojes de cuarzo para los concursos de Neuchâtel, así como otras versiones que se utilizaron en los puestos de conducción de los trenes bala japoneses (Tokaido Shinkansen).
(El Seiko QC-951 lanzado en Febrero de 1964 y que se utilizó para algunos eventos de los Juegos Olímpicos de Tokyo de ese mismo año. Foto: www.watchtime.com)
Como hemos visto anteriormente, aunque el principio de medir el tiempo a través de un oscilador de cuarzo era conocido desde que el Sr. Marrison construyera su primer reloj de cuarzo en 1927, el reto para los técnicos que trataban de adaptar esta tecnología a un reloj de pulsera podría resumirse en una sola palabra: "miniaturización". Sin duda era un desafío reducir la teconología que en determinado momento llenaba una habitación entera hasta que fuera lo suficientemente pequeña como para caber en la caja de un reloj. El QC-951 había demostrado que un reloj de cuarzo estable y fiable podía ser portátil. Sin embargo, el reto de una mayor miniaturización se mantuvo. El QC-951 tenía un volumen exterior de 1760 centímetros cúbicos, mientras que un movimiento de reloj debía ocupar un máximo de 3,75 cc. para ser viable.
De modo que Seiko puso a sus ingenieros a trabajar. Pero el desafío de la tecnología del cuarzo trajo también consigo un cambio fundamental en las habilidades que precisaban quienes tenían que ocuparse de ese desarrollo. Los ingenieros mecánicos habían conocido el éxito introduciendo mejoras en los relojes mecánicos, pero los relojes de cuarzo necesitaban también aportaciones de expertos de otras especialidades, incluyendo eléctricos, químicos y otras ramas de la ingeniería. Estos especialistas jugarían un papel clave en el desarrollo de la tecnología. Veamos quiénes eran:
Tsuneya Nakamura, en Daini Seikosha desde 1944, fue nombrado Director General de Suwa Seikosha en 1963. El Sr. Nakamura había escrito un informe sobre la posibilidad de participar en el Concurso del Observatorio de Neuchâtel. Tenía la percepción de que la tecnología del cuarzo podía ser el futuro standard en la medición del tiempo, aunque en los 1960s los relojes mecánicos estaban en su cénit. Algunas personas dentro de la compañía eran reacios a destinar recursos para el desarrollo del cuarzo en un momento en que los relojes mecánicos de Seiko se vendían tan bien. El Sr. Nakamura tenía la idea contraria... precisamente gracias a las enormes ventas de sus relojes mecánicos tenían el suficiente margen de maniobra como para invertir en una tecnología de futuro como para él era el reloj de cuarzo. Su coraje fue muy rentable para la compañía y para él mismo, pues mucho más tarde, en 1987, sería nombrado Presidente de Seiko Epson.
La inversión necesaria para acometer el proyecto era realmente importante, pero la compañía consideró necesario aceptar el reto de desarrollar el "reloj perfecto". Antes de concentrarse en el cuarzo para el nuevo reloj eléctrico, los técnicos de Seiko experimentaron con una diversidad de otros materiales. Koiji Kubota, ingeniero en la compañía desde 1947, se unió al equipo de desarrollo. Experimentaron con varias clases de materiales como posibles osciladores; incluso lo intentaron con el metal del espiral principal, pero su frecuencia de oscilación de 1 Khz era demasiado baja para ser útil.
(Koiji Kubota, en una fotografía del Seiko Institute of Horology, sosteniendo un reloj experimental que utilizaba una sección del muelle espiral principal como oscilador. Foto: Seiko)
El equipo de desarrollo del proyecto tuvo que superar muchas dificultades en los primeros años. Por encima de todo, debían construir un reloj fiable y duradero. Ya hemos comentado que se habían presentado prototipos al Concurso del Observatorio de Neuchâtel, pero la producción regular en serie presentaba retos tecnológicos muy distintos. No ocurría nada si un prototipo para la competición se paraba después de los 45 días que duraba el período de pruebas en Neuchâtel, pero un reloj de cuarzo en producción comercial debía ser robusto, fiable y duradero. Estas diferencias fueron la causa de muchas dificultades al principio.
Finalmente, Suwa Seikosha decidió empezar de cero con el proyecto de realizar relojes de cuarzo de producción comercial, en lugar de aprovechar y adaptar las tecnologías que se habían utilizado para los relojes de los concursos. La corta vida de las baterías fue uno de los primeros problemas que tuvieron que superar, junto a la dificultad de reducir el tamaño de los movimientos de cuarzo y a mantener la precisión en los primeros prototipos cuando se movían de lugar.
El equipo del proyecto se vio medio bloqueado por las dificultades (recordemos que en el Concurso de Neuchâtel de 1967 el prototipo suizo había ocupado las diez primeras posiciones) y tuvo que ser la familia Hattori la que diera el empuje definitivo. En 1968, a Shoji Hattori, Presidente de Hattori Seiko, se le acabó la paciencia y dio la orden de que en un plazo maximo de un año debían tener un producto comercializable. Manteniendo en su sitio a un solo miembro del equipo inicial, Hattori formó un nuevo equipo de desarrollo eligiendo cuatro o cinco de los mejores talentos que pudo encontrar en la casa y tomó la decisión de que el equipo trabajara paralelamente en el diseño por un lado y en la preparación para la producción industrializada por el otro.
El nuevo equipo empezó a trabajar a finales de 1968. Las tres tecnologías clave en los relojes analógicos de cuarzo son el oscilador de cristal de cuarzo, el circuito integrado y el motor "paso a paso". El Departamento de Ingeniería de Suwa Seikosha desarrolló las tres tecnologías "in house", lo cual dió un impulso enorme al futuro de Seiko.
El nuevo equipo de desarrollo de Hattori decidió utilizar un motor "paso a paso" del tipo abierto, que era menor de tamaño, más delgado y más robusto que cualquier otro que se hubiera utilizado anteriormente, y muy similar a los que se siguen utilizando en la actualidad. Conservaba energía moviendo la aguja de los segundos sólo una vez por segundo, en lugar del clásico "barrido", superando así alguno de los problemas experimentados con los primeros prototipos.
Hubo una considerable resistencia por parte del departamento de márketing al cambio fundamental que significaba utilizar una aguja segundera que avanzaba sólo una vez por segundo, pero finalmente los contrarios fueron convencidos por el argumento de que se trataba de una función positiva del reloj de cuarzo. En una de las reuniones de márketing, el Sr. Masahiro Kurita, uno de los miembros destacados del equipo de desarrollo del reloj de cuarzo, comentó: "Yo nunca he visto un segundo". Esto llevó a la creación de una de las frases slogan de la compañía para los relojes de cuarzo: "Have you ever seen one second?" (
Has visto alguna vez un segundo?)
Los circuitos integrados de alto rendimiento (ICs) y los circuitos integrados a gran escala (LSIs por sus siglas en inglés) de bajo consumo eléctrico todavía no estaban disponibles, por lo que el equipo de desarrollo trabajó con los circuitos electrónicos desarrollados por sus predecesores. Heredaron un circuito híbrido compuesto de 76 transistores, 29 condensadores y 83 resistencias que estaban soldados conjuntamente en forma manual. Habían sido desarrollados bajo la premisa de la compañía de que "aquello que no existe lo haremos nosostros mismos".
El siguiente paso importante sería el desarrollo de un circuito electrónico integrado para procesar los impulsos generados por el oscilador de cristal de cuarzo y reducirlos a uno solo por segundo. Ya hemos visto anteriormente que el circuito integrado fue inventado por el Sr. Kirby de Texas Instruments y el Sr. Noyce, de Fairchild. Poco se imaginaban ambos lo importante que era para la fabricación de relojes una de las características principales del circuito electrónico integrado... al no tener partes móviles no había fricción que pudiera causar desgaste, a diferencia del escape en un reloj mecánico tradicional. Esto reduce la necesidad de mantenimiento y le da a los relojes de cuarzo una ventaja adicional sobre los mecánicos.
(El movimiento del Astron. Foto: watchuseek.com)
Ya hemos visto como los suizos presentaron al Concurso de Neuchâtel sus prototipos de reloj de cuarzo de bolsillo, obteniendo excelentes resultados. Sin duda, el CEH dió allí una señal evidente del interés de los suizos en el cuarzo. La carrera estaba lanzada. Los suizos dieron muestra de que querían comercializar los relojes de cuarzo lo antes posible... pero Seiko también tenía claros objetivos comerciales en mente.
Los trabajos en el desarrollo del proyecto continuaban a máxima velocidad en Suiza y Japón mientras compañías de ambos países movían todos los resortes para llegar los primeros al mercado.
Y llegó el día de Navidad, el día 25 de Diciembre de 1969 marca probablemente uno de los días más importantes, tal vez el más importante, en la historia de la relojería morderna. En cualquier caso, sí es el día más importante en la historia de Seiko. Ese día, Seiko vendió su primer reloj de cuarzo de pulsera y revolucionó las espectativas de medir el tiempo de forma precisa. De la noche a la mañana, la precisión de los relojes de pulsera pasó de segundos por día a segundos por año.
El reloj llevaba el nombre de Seiko Astron Cuarzo. Tenía una precisión de más o menos cinco segundos al mes, o un minuto por año. Su cristal de cuarzo oscilaba a una frecuencia de 8.192 ciclos por segundo y sustituye a la espiral, el volante, y el escape en un reloj mecánico. El movimiento de reloj tiene un divisor electrónico con un circuito integrado. Es alimentado por una batería en miniatura, de plata, que tendrá una duración de más de un año. Se produjo una serie limitada a 100 unidades en oro de 18k que se vendieron a un precio de 450.000 yenes, aproximadamente el precio de un Toyota Corolla de la época.
(El Seiko Astron Cuarzo 35SQ, primer reloj de cuarzo de pulsera, comercializado por primera vez el 25 de Diciembre de 1969. Foto: www.watchtime.com)
La publicidad del Astron Cuarzo lo decía todo: "El SEIKO de cuarzo está cambiando las reglas mundiales de la precisión". Su creación revolucionó no sólo la precisión de los relojes, pero también la forma en que el tiempo se expresaría a partir de entonces. Con sus pasos de un segundo, la aguja segundera del Astron tuvo su firma visual propia, precisa y definitiva, haciéndose eco de las certezas científicas de la época de los viajes espaciales y el rápido avance de las tecnologías.
El diseño del Astron fue creado en una competición interna en la propia casa, algo muy inusual para la época. La creación ganadora resultó ciertamente controvertida. En lugar de adoptar un diseño con un toque futurista, el Astron Cuarzo tenía una apariencia clásica y ortodoxa que, según indicaba la casa, refleja la seguridad de SEIKO en su importancia en la industria y la importancia a largo plazo de su tecnología. La silueta generosa y el tratamiento de la superficie, característico de la caja, hablaban también de la poderosa fortaleza y de la confianza de SEIKO.
(Fotografía de una edición especial del 40 aniversario del Astron, en cuya esfera se ha reproducido un artículo publicado en la prensa japonesa el 26 de Diciembre de 1969. Foto: www.seiko-watch.co.jp)
La carrera había terminado. El Seiko Astron Cuarzo había llegado el primero a la meta. Los suizos presentaron sus relojes cuatro meses más tarde, en la feria de Basilea de 1970, como ya sabemos.
---oOo---
Bien... pues hemos llegado al punto final de este episodio de 1969 de nuestra serie "Aquellos maravillosos años". Como hemos hecho en los anteriores capítulos, me van a permitir que les deje de nuevo con nuestra canción "Fly Me to the Moon". Al final del primer capítulo pudimos escuchar
.
Para despedir este episodio, les dejaré con mi versión favorita. La grabó Tony Bennett en 1965 y es una versión mucho más lenta, una balada. Espero que les guste.
Muchas gracias por su atención, y hasta el próximo episodio de nuestra serie "Aquellos maravillosos años".
Mickelson
Febrero 2010
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Fuentes (episodio completo de 1969):
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www.hasselblad.com
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monsite.wanadoo.fr/zenithelprimero
watches.zsebehazy.com
"Historia de la España franquista", de Max Gallo. Editorial Ruedo Ibérico.
"A Journey in Time. The Remarkable Story of Seiko", Ed. Seiko Watch Corp.
"Lancette & Co., un secolo di orologi da polso", de Marco Strazzi
"A Time Capsule", de Kesaharu Imai, editado porWorld Photo Press.
"The Master of Omega", de Alberto Isnardi. Edizioni GTime.
Disclaimer:
La dimensión que ha adquirido internet hace cada vez más difícil y, en ocasiones imposible, determinar quién es el autor de determinada ilustración, fotografía o información extraída de la red. Ello es debido al hecho de que la misma información puede encontrarse, bajo distintas formas, en múltiples lugares. Aunque en la realización del presente trabajo se ha procurado en todo momento indicar la fuente o procedencia de las mismas, o acreditarlas en el apartado de créditos correspondiente, no siempre ha sido posible o puede haberse omitido de forma involuntaria. En cualquier caso, se reconoce expresamente la propiedad de las informaciones, ilustraciones y vídeos que acompañan al presente trabajo a sus respectivos legítimos titulares.
Aunque este trabajo tiene un carácter estrictamente divulgativo, dichas informaciones, fotografías o vídeos serán retirados del mismo al primer requerimiento de sus legítimos propietarios.
Se autoriza la reproducción del contenido del presente trabajo para cualquier fin divulgativo y no comercial, con la mera condición de que se cite su procedencia: www.relojes-especiales.com.
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Episodios disponibles de la serie "Aquellos Maravillosos Años":
1953 - Up to the top of the world...
1969 (I) - Fly me to the moon...
1969 (II) - Fly me to the moon...
1969 (y III) - Fly me to the moon...