A
Alfre1
Habitual
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alla vamos, (perdonad la ausencia de acentos, es una mala costumbre)
Tendría yo unos 6 o 7 años cuando una tia abuela paterna que vivía emigrada en Venezuela, vino a visitarnos, me dio una par de esos besos melosos que solo las mujeres mayores de tu propia familia pueden darte y saco de su bolso un paquetito.
-Toma “mijito” esto es lo que un jovencito como tu debe llevar.
Dentro del paquetito había un reloj, un relojito un poco mayor que los relojes de señora y menor que un reloj de cadete, con un bisel numerado que giraba en ambas direcciones y hacia ruido de clics cada vez que lo movias. Una caja cromada similar a la de los nuevos divers vintage actuales y un plexi abombado que ponía la carne de gallina cuando lo rascabas con los dientes para saber si era o no de cristal. Corona a las tres y saetas metalicas rectangulares sin luminova ni nada que se le pareciese. La correa era de plástico imitando algún tipo de tejido, similar a las de “carbono” de hoy en dia con unos cuadrados grandes con una cruz dentro por la parte interior para que los días de calor no se te quedase pegada a la piel. Seguro que todos las habeis visto. Seria similar la correa de un Longines Legend Diver pero en plástico puro y duro. Remonte manual , mecanismo incabloc de 17 rubies al que todas las noches le daba cuerda junto a mi abuelo, el tenia un reloj de oro con un plexi abombadisimo y un segundero metalico en rojo que me tenia loco, ahora no recuerdo si era un Cyma o un Certina, esta en casa de mi madre. Pero lo mejor de todo, la característica mas importante de se reloj era su esfera en su esfera había una imagen de Carmen Miranda que la ocupaba por completo y que cuando girabas el reloj hacia ti movia su sombrero de frutas y su escandaloso trasero una y otra vez. Era uno de esos dibujos con un plástico rayado por encima que todos hemos tenido de pequeños, esos ositos o gatitos que abren y cierran los ojos, los muñecos que suben y bajan las manos y cosas asi, pero en mi reloj era Carmen Miranda la que se contoneaba. A esa edad no tenemos pulsiones sexuales pero el culo de Carmen me tenia hipnotizado. Justo en su centro una agujita minúscula giraba una vuelta completa cada minuto.
Tendría yo unos 6 o 7 años cuando una tia abuela paterna que vivía emigrada en Venezuela, vino a visitarnos, me dio una par de esos besos melosos que solo las mujeres mayores de tu propia familia pueden darte y saco de su bolso un paquetito.
-Toma “mijito” esto es lo que un jovencito como tu debe llevar.
Dentro del paquetito había un reloj, un relojito un poco mayor que los relojes de señora y menor que un reloj de cadete, con un bisel numerado que giraba en ambas direcciones y hacia ruido de clics cada vez que lo movias. Una caja cromada similar a la de los nuevos divers vintage actuales y un plexi abombado que ponía la carne de gallina cuando lo rascabas con los dientes para saber si era o no de cristal. Corona a las tres y saetas metalicas rectangulares sin luminova ni nada que se le pareciese. La correa era de plástico imitando algún tipo de tejido, similar a las de “carbono” de hoy en dia con unos cuadrados grandes con una cruz dentro por la parte interior para que los días de calor no se te quedase pegada a la piel. Seguro que todos las habeis visto. Seria similar la correa de un Longines Legend Diver pero en plástico puro y duro. Remonte manual , mecanismo incabloc de 17 rubies al que todas las noches le daba cuerda junto a mi abuelo, el tenia un reloj de oro con un plexi abombadisimo y un segundero metalico en rojo que me tenia loco, ahora no recuerdo si era un Cyma o un Certina, esta en casa de mi madre. Pero lo mejor de todo, la característica mas importante de se reloj era su esfera en su esfera había una imagen de Carmen Miranda que la ocupaba por completo y que cuando girabas el reloj hacia ti movia su sombrero de frutas y su escandaloso trasero una y otra vez. Era uno de esos dibujos con un plástico rayado por encima que todos hemos tenido de pequeños, esos ositos o gatitos que abren y cierran los ojos, los muñecos que suben y bajan las manos y cosas asi, pero en mi reloj era Carmen Miranda la que se contoneaba. A esa edad no tenemos pulsiones sexuales pero el culo de Carmen me tenia hipnotizado. Justo en su centro una agujita minúscula giraba una vuelta completa cada minuto.
