Yo estoy a mitad de la primera (y única, ya que ha sido cancelada) temporada y, resultándome entretenida, tengo sentimientos ambivalentes.
En el haber, es una serie con grandes medios (y costes, de ahí su cancelación), muy bien hecha e interpretada y para el que sea aficionado a esa época musical ( y al rock/pop en general) es imposible que no le guste, como es mi caso. Hay grandes creadores detrás (principalmente el showrunner Terence Winter, autor de mi admiradísima Boardwalk Empire, y guionista de El Lobo de Wall Street) y actores que, sin enamorar, tienen mucho oficio (excepto el nieto, o hijo vaya usté a saber, enchufado de Mick Jagger, que no está a la altura mínima de un intérprete profesional y que apesta a nepotismo cada vez que aparece en la pantalla).
En el debe, raya tanto en su planteamiento como en sus personajes, el plagio de Mad Men. El protagonista es un macho alfa propenso a excesos pero con un gran talento innato en lo suyo e insatisfecho perenne. Los secundarios, calcados, desde la esposa florero insatisfecha por haber dejado su carrera (de modelo!) atrás por una vida familiar, hasta el trepas de la oficina, los socios graciosetes voz de la conciencia, y, la repera, la secretaria que se hace la boba pero que ya en el primer capítulo quiere triunfar en un mundo de hombres…
Total, que me da la impresión que HBO quería resarcirse de haber rechazado en su día Mad Men y creó por encargo su propio Mad Men, pero que diría Bender, mejor, con más furcias, drogas, y encima, en vez de una aburrida agencia de publicidad, con una discográfica. Pero se olvidó de que hizo bien en rechazar Mad Men porque una serie tan radical como ésa triunfa una de cada 100 veces y es difícil molde en que basarse…Una pena porque me habría gustado ver a Richie Finestra descubriendo a los Ramones, a Television o a Larry Levan, pero nos quedaremos para siempre en la época de New York Dolls, que, oye, tampoco está mal…
