Jose Claudio
Forer@ Senior
Sin verificar
No me gusta el cine de acción sin más.
Siempre he pensado que frente a una mansalva de hostias, una carrera de coches imposibles o una ensalada de tiros sin control, es preferible un videjuego del que soy guionista, actor y director. Por eso, siempre me han aburrido. Prefiero un buen videojuego en el que yo sé que mando a mi gusto y las hostias las reparto yo.
Pero hay películas de acción con la que siempre he conseguido establecer una relación de complicidad que las convertían en un buen rato del que no salía con la impresión de que me habían saqueado la cartera de modo estúpido. La saga de Bond, James Bond, a pesar de sus altibajos, es el prototipo: su ironía, su sentido del humor, su permiso para matar - o para follar- siempre me han hecho pasar ratos deliciosos, aunque no son las únicas
Vuelve a ser el caso de esta Misión Imposible. En realidad,de toda la saga, es en la que mejor me lo he pasado.
Y no ya por las mansalvas de hostias, ni por la carreras de motos imposibles, ni por las ensaladas de tiros sin error por parte de los buenos, sino por la ambigüedad a la que sabe jugar - ¿ es mala o es buena la agente infiltrada?¿ te espera el placer o a muerte con ella? ¿no es su enigma su principal atractivo?-- que hace trascender la mera narración de película de acción para intentar ser algo más.
Si a ello se le suma el encomiable esfuerzo del director por establecer un paralelismo constante de la trama argumental con la ópera Turandot de Puccini- y debo decir que para mi gusto lo consigue y que, además, es una excelente versión- una buena banda sonora, unos efectos especiales y unos paisajes espectaculares, y unos actores bien dirigidos - sobre todo ella, Rebecca Ferguson, encomiable en sus gestos y miradas- uno sale del cine con el buen sabor de boca y la impresión de que no le han sacado tontamente seis euros de la cartera.
Buen rato asegurado.
Siempre he pensado que frente a una mansalva de hostias, una carrera de coches imposibles o una ensalada de tiros sin control, es preferible un videjuego del que soy guionista, actor y director. Por eso, siempre me han aburrido. Prefiero un buen videojuego en el que yo sé que mando a mi gusto y las hostias las reparto yo.
Pero hay películas de acción con la que siempre he conseguido establecer una relación de complicidad que las convertían en un buen rato del que no salía con la impresión de que me habían saqueado la cartera de modo estúpido. La saga de Bond, James Bond, a pesar de sus altibajos, es el prototipo: su ironía, su sentido del humor, su permiso para matar - o para follar- siempre me han hecho pasar ratos deliciosos, aunque no son las únicas
Vuelve a ser el caso de esta Misión Imposible. En realidad,de toda la saga, es en la que mejor me lo he pasado.
Y no ya por las mansalvas de hostias, ni por la carreras de motos imposibles, ni por las ensaladas de tiros sin error por parte de los buenos, sino por la ambigüedad a la que sabe jugar - ¿ es mala o es buena la agente infiltrada?¿ te espera el placer o a muerte con ella? ¿no es su enigma su principal atractivo?-- que hace trascender la mera narración de película de acción para intentar ser algo más.
Si a ello se le suma el encomiable esfuerzo del director por establecer un paralelismo constante de la trama argumental con la ópera Turandot de Puccini- y debo decir que para mi gusto lo consigue y que, además, es una excelente versión- una buena banda sonora, unos efectos especiales y unos paisajes espectaculares, y unos actores bien dirigidos - sobre todo ella, Rebecca Ferguson, encomiable en sus gestos y miradas- uno sale del cine con el buen sabor de boca y la impresión de que no le han sacado tontamente seis euros de la cartera.
Buen rato asegurado.