Nicolau
Crono-Historiador
Sin verificar
Buenas tardes.
Enseño hoy un cronógrafo médico. Un pulsómetro en sentido propio, ya que servirá para medir las pulsaciones.
He venido repitiendo que no soy especialmente adicto a los cronógrafos, más bien todo lo contrario. Siempre temo dañarlos con su uso. Lo que suele ocurrir frecuentemente en los ejemplares vintage, a no ser, también reitero, se trate de calibres japoneses que fueron pensados para trabajar de manera constante.
El motivo de sacar a colación un cronógrafo y “medico”, viene dado por haberme enseñado mi relojero en varias ocasiones un Ulysse Nardin de bolsillo conógrafo médico con caja de oro y tener hoy la intención de enseñarlo junto al Venus. No obstante, contra todo pronóstico arregló el reloj en tiempo record y lo ha entregado a su propietario, por lo que cuando he ido a la tienda no he podido fotografiarlo.
No obstante, hecho ya a la idea de mostrar una esfera de pulsaciones, sigo adelante con el proyecto y muestro solo el Venus con calibre Landeron, graduado a las típicas 30 pulsaciones.
Pero ¿cómo funcionan los cronómetros médicos?, otra pregunta de mi relojero, que me contestó mi suegro de 91 años médico y que hizo uso de ellos. Muy simple, aprietas el crono, cuentas 30 pulsaciones en la muñeca, paras el crono y lo que indica la escala son pulsaciones por minuto. Sin el cronógrafo, mirando un reloj simple (mejor con segundero central) se tenía que realizar una regla de tres, ya que tomar las pulsaciones durante un minuto entero resultaba excesivamente laborioso.
Y aprovechando vamos a con dos curiosidades más. ¿Quién inventó los cronos?. Dos corrientes el inglés George Graham sobre 1720 y el rosellonés Nicolas-Mathieu Rieussec, hijo del comerciante Josep Rieussec. Como el famoso vino de los Rothschild: el Château Rieussec.
Nicolas-Mathieu Rieussec (1781-1866), fue relojero proveedor del rey (Luis XVIII), utilizó un nuevo instrumento para cronometrar una carrera de caballos en el Campo de Marte, París, el 1 de septiembre de 1821. Aprobado por la Académie Royale des Sciences en 1821, su reloj o “compteur de chemin parcouru” (contador de tiempo transcurrido), también denominado “cronographe à secondes” (cronógrafo de segundos), consiguió una patente de cinco años en 1822.
Su funcionamiento se basaba en el principio de una plumilla inmóvil cargada de tinta sobre un disco giratorio. El innovador dispositivo de Rieussec medía intervalos de tiempo, depositando una gotita de tinta en la superficie del disco giratorio esmaltado al pulsar un botón.
El bien llamado “cronógrafo”, del griego crono (tiempo) y “grafo” (escribir), cambió la medición del tiempo para siempre. El término “cronógrafo” se sigue usando hoy en día para los relojes que tienen un mecanismo adicional destinado a medir intervalos breves, aunque ya se haya abandonado la anotación escrita del tiempo en la esfera. La Montblanc ha sacado un reloj conmemorativo con el nombre del Sr. Nicolau.
Por el contrario, la denominación de “cronómetro”, de crono (tiempo) y metro (medir), fue utilizada durante cierto tiempo para designar a los calibres simples, ya fueran o no de calidad (sic), como "medidores" del tiempo. Y por supuesto sin pasar prueba alguna de cronometría ni obtener boletines de marcha de las oficinas cantonales suizas o similar. Se siguió jugando con el nombre, al menos, hasta los años 30. En no pocas ocasiones con la intención de crear equívoco de ejemplares verdaderamente "pobres" coexistiendo con otros de calidad.
SUPUESTO PROTOTIPO ORIGINAL
PROTOTIPO SIMILAR. VIDE LA MAQUINARIA
Sobre la marca Venus. No confundir la Fabrique d'Ebauches Vénus S.A. fundada en 1924 por P. y J.B Berret con O. Schmitz en Moutier (Münster en alemán), en el Jura suizo, en el cantón de Berna. Especializada en calibres cronógrafos en 1933 se unió a Ebauches S.A (que más adelante terminaría en Eta). En 1966 puso fin a su producción. No obstante en la actualidad se sigue fabricando una Venus (Cal 175) China, versus Seagull ST- 19, cuya patente compró el gobierno chino a los suizos sobre 1963. Es la marca de la estrellita.
Nada que ver con la patente “Venus”, inscrita en 1902 en La-Chaux-de-Fonds por Paul Arthur Schwarz y su esposa de nombre Etienne ("Paul Schwarz-Etienne"), más tarde "Les Fils de Paul Schwarz-Etienne". Es una de las numerosas patentes de la familia Schwarz. El ejemplar mostrado se corresponde con la patente Venus, S.A. La patente fue resurgida y sigue activa en la actualidad. Será la marca con la V que cubre todo el nombre y la de la Venus de Milo.Vamos a por las fotografías:
Saludos cordiales, buen fin de semana.
Enseño hoy un cronógrafo médico. Un pulsómetro en sentido propio, ya que servirá para medir las pulsaciones.
He venido repitiendo que no soy especialmente adicto a los cronógrafos, más bien todo lo contrario. Siempre temo dañarlos con su uso. Lo que suele ocurrir frecuentemente en los ejemplares vintage, a no ser, también reitero, se trate de calibres japoneses que fueron pensados para trabajar de manera constante.
El motivo de sacar a colación un cronógrafo y “medico”, viene dado por haberme enseñado mi relojero en varias ocasiones un Ulysse Nardin de bolsillo conógrafo médico con caja de oro y tener hoy la intención de enseñarlo junto al Venus. No obstante, contra todo pronóstico arregló el reloj en tiempo record y lo ha entregado a su propietario, por lo que cuando he ido a la tienda no he podido fotografiarlo.
No obstante, hecho ya a la idea de mostrar una esfera de pulsaciones, sigo adelante con el proyecto y muestro solo el Venus con calibre Landeron, graduado a las típicas 30 pulsaciones.
Pero ¿cómo funcionan los cronómetros médicos?, otra pregunta de mi relojero, que me contestó mi suegro de 91 años médico y que hizo uso de ellos. Muy simple, aprietas el crono, cuentas 30 pulsaciones en la muñeca, paras el crono y lo que indica la escala son pulsaciones por minuto. Sin el cronógrafo, mirando un reloj simple (mejor con segundero central) se tenía que realizar una regla de tres, ya que tomar las pulsaciones durante un minuto entero resultaba excesivamente laborioso.
Y aprovechando vamos a con dos curiosidades más. ¿Quién inventó los cronos?. Dos corrientes el inglés George Graham sobre 1720 y el rosellonés Nicolas-Mathieu Rieussec, hijo del comerciante Josep Rieussec. Como el famoso vino de los Rothschild: el Château Rieussec.
Nicolas-Mathieu Rieussec (1781-1866), fue relojero proveedor del rey (Luis XVIII), utilizó un nuevo instrumento para cronometrar una carrera de caballos en el Campo de Marte, París, el 1 de septiembre de 1821. Aprobado por la Académie Royale des Sciences en 1821, su reloj o “compteur de chemin parcouru” (contador de tiempo transcurrido), también denominado “cronographe à secondes” (cronógrafo de segundos), consiguió una patente de cinco años en 1822.
Su funcionamiento se basaba en el principio de una plumilla inmóvil cargada de tinta sobre un disco giratorio. El innovador dispositivo de Rieussec medía intervalos de tiempo, depositando una gotita de tinta en la superficie del disco giratorio esmaltado al pulsar un botón.
El bien llamado “cronógrafo”, del griego crono (tiempo) y “grafo” (escribir), cambió la medición del tiempo para siempre. El término “cronógrafo” se sigue usando hoy en día para los relojes que tienen un mecanismo adicional destinado a medir intervalos breves, aunque ya se haya abandonado la anotación escrita del tiempo en la esfera. La Montblanc ha sacado un reloj conmemorativo con el nombre del Sr. Nicolau.
Por el contrario, la denominación de “cronómetro”, de crono (tiempo) y metro (medir), fue utilizada durante cierto tiempo para designar a los calibres simples, ya fueran o no de calidad (sic), como "medidores" del tiempo. Y por supuesto sin pasar prueba alguna de cronometría ni obtener boletines de marcha de las oficinas cantonales suizas o similar. Se siguió jugando con el nombre, al menos, hasta los años 30. En no pocas ocasiones con la intención de crear equívoco de ejemplares verdaderamente "pobres" coexistiendo con otros de calidad.
SUPUESTO PROTOTIPO ORIGINAL
PROTOTIPO SIMILAR. VIDE LA MAQUINARIA
Saludos cordiales, buen fin de semana.
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