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Milpostista
Sin verificar
COLECCIONISMO DE RELOJES
A pesar de que la crisis financiera a la que se enfrenta la mayoría de la población y que conduce a medidas restrictivas en multitud de hogares españoles, se observa un fenómeno que no concuerda con esta situación.
Se trata del coleccionismo de relojes. En la actualidad se produce un aumento de la cantidad de aficionados a los relojes, que además de en número crecen en calidad, exigiendo mejores piezas y en mejores condiciones de conservación tanto estética como de funcionamiento para que puedan cumplir con las expectativas que requieren sus conocimientos.
Esto conduce a que a medida que pasa el tiempo es más difícil encontrar “grandes relojes” por lo que en ocasiones se opta por los “relojes grandes”.
Con los problemas financieros, la dificultad de obtener créditos, etc. el volumen de ventas de joyerías y relojerías se ve menguado, y ante la necesidad de obtener "cash" no es demasiado difícil que acepten vender lo que en principio no era vendible.
Y así podemos apreciar como la fachada anterior cambia de aspecto y le permite al bueno del relojero echarse unos eurillos al bolsillo.
No deja de ser una ventaja más de los buenos buscadores, que en sus viajes de negocios o vacaciones no dejan de husmear en cuanto establecimiento se encuentran en su camino.
El relojito en cuestión a pesar de su tamaño no deja de tener su encanto
Y aunque cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia vemos en la siguiente fotografía una situación que llega un poco más lejos. Se trata de uno de los mejores coleccionistas de relojes del mundo mundial que parece estar decidido a entrar en negociaciones con el alcalde de una hermosa ciudad en la que nadie es forastero y en la que luce en uno de sus paseos un enorme reloj de pulsera.
Por aquello de la ley de protección de datos y del anonimato de los personajes no se muestra su rostro. En cualquier caso podría ser el de cualquiera de nosotros.
Cosas veredes y "sin acritu"
Un saludo.
dejar al ciudadano de la 
