Casiná
De la casa
Sin verificar
Cuando yo paso por algún sitio en busca de máquinas mecánicas de relojes que hayan sido desalojadas de sus casas de oro lo hago con la esperanza -¿o debería decir la ilusión?- de encontrarles una caja de su marca que le sea compatible y si es la suya, es decir, una de las que con ella salía este movimiento de fábrica, pues eso ya es para ponerse en el 8.
Pero está más que demostrado que ésta no es tarea fácil ni mucho menos, aunque en distinos días y alejados en el tiempo, yo haya encontrado ya dos, una Omega y otra Longines, por el mercado de usados del jueves. Por ello, y con el único fin de utilización y disfrute personal de esos movimientos (ya sabemos que no conjuntan valor económico) busco algunas cajas, con o sin movimiento dentro, con cierta calidad constructiva, es decir de acero, que me puedan sacar de alguna espera. Como dice el título: acortar el camino o tiempo de espera para disfrutar de alguno de esos movimientos.
Hace unos días encontré un reloj que debió ser muy atractivo en su plenitud pero que, no sé cómo, su esfera ha sufrido una extraña decoloración en sus costados que, pese a haber pasado prácticamente de blanco a negro, aún conserva las marcas de minutos dentro de esa negrura. Su marca comercial no dice nada, Tarnan, pero además de la belleza que debió tener en su juventud todavía luce una caja de las buenas:
La otra que le acompaña, de un Lagonda, también reúne esas características así que algún día le llegará su hora.
Dentro trae un AS 1203 en perfecto estado que ya lo tengo limpio y funcionando a plena satisfacción. También tendrá su hora, o eso espero.
Y su caja ha servido para vestir un movimiento Omega 267, de muy buen ver y, como es de esperar, de perfecto funcionamiento. Así que ya puedo disfrutarlo yo que, como es natural, no le voy a decir a nadie que su caja no es Omega. Y creo que nadie se dará cuenta ¿verdad?
Pues hoy voy a disfrutarlo en la muñeca y ustedes que lo vean. Esta semana que ha pasado ha sido una auténtica joya en este sentido, tres encajes casi simultaneos: Omega, Tissot y Seiko. ¡¡La recuperación ha empezado ...!! (A que va a tener razón Rajoy...).
Un saludo desde Sevilla. ¡Casi ná!.
Pero está más que demostrado que ésta no es tarea fácil ni mucho menos, aunque en distinos días y alejados en el tiempo, yo haya encontrado ya dos, una Omega y otra Longines, por el mercado de usados del jueves. Por ello, y con el único fin de utilización y disfrute personal de esos movimientos (ya sabemos que no conjuntan valor económico) busco algunas cajas, con o sin movimiento dentro, con cierta calidad constructiva, es decir de acero, que me puedan sacar de alguna espera. Como dice el título: acortar el camino o tiempo de espera para disfrutar de alguno de esos movimientos.
Hace unos días encontré un reloj que debió ser muy atractivo en su plenitud pero que, no sé cómo, su esfera ha sufrido una extraña decoloración en sus costados que, pese a haber pasado prácticamente de blanco a negro, aún conserva las marcas de minutos dentro de esa negrura. Su marca comercial no dice nada, Tarnan, pero además de la belleza que debió tener en su juventud todavía luce una caja de las buenas:
La otra que le acompaña, de un Lagonda, también reúne esas características así que algún día le llegará su hora.
Dentro trae un AS 1203 en perfecto estado que ya lo tengo limpio y funcionando a plena satisfacción. También tendrá su hora, o eso espero.
Y su caja ha servido para vestir un movimiento Omega 267, de muy buen ver y, como es de esperar, de perfecto funcionamiento. Así que ya puedo disfrutarlo yo que, como es natural, no le voy a decir a nadie que su caja no es Omega. Y creo que nadie se dará cuenta ¿verdad?
Pues hoy voy a disfrutarlo en la muñeca y ustedes que lo vean. Esta semana que ha pasado ha sido una auténtica joya en este sentido, tres encajes casi simultaneos: Omega, Tissot y Seiko. ¡¡La recuperación ha empezado ...!! (A que va a tener razón Rajoy...).
Un saludo desde Sevilla. ¡Casi ná!.
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