¿Publidicad desmedida y generalizada? ¿O generalizadamente desmedida?

Como todos los sábados, hoy he dedicado a revisar algunas páginas a las que echo un vistazo de vez en cuando. Una de ellas es el blog de seguridad de Chema Alonso, https://www.elladodelmal.com/ . En ella he visto un artículo que me ha llamado la atención: "Cómo leer el periódico online sin tanto anuncio".

En este artículo el autor sentencia algo con lo que estoy totalmente de acuerdo: "Parece que la web ha vuelto a los años 80 o 90 con tanto banner y tanto anuncio de políticas de cookies - que no tienen mucho sentido cuando es evidente [...]". Para evitarlo propone un método, curioso que muestra que la publicidad que se ve depende en gran manera del navegador que se usa o que se dice a la web que se usa, que no me convence ya que yo uso esa característica -user agent- para otros menesteres, sin embargo, recuerdo haber leído hace bien poco que la célebre extensión de navegadores que me resistía a usar, AdBlock, no filtrará la publicidad ni de Amazon ni de Google -supongo al haber pasado por caja-. Así que he buscado una alternativa, µBlock, que todavía no ha pasado por caja. Tras probarla y ver que el descanso es notable, a pesar de resistirme durante mucho tiempo por pensar que alguien tiene que pagar las webs, blogs, etc., he decidido ponerla, al menos por un tiempo, a ver si se moderan y levantan el bombardeo de publicidad.

¿Soy solo yo, y el afamado, mediático y popular Hacker los que notamos que esto de la publicidad se les ha vuelto a ir de madre o alguien más ha tenido que tomar medidas?

Lo malo de esto es que pagan justos por pecadores, ahora mismo el chivato de la extensión antipublicidad me muestra que ha bloqueado tres anuncios de relojes especiales. Vaya por Dios... intentaré a ver si se puede hacer que el filtro no actúe sobre determinadas páginas cuya moderación es más que notable... en todo caso si no me temo que dejaré uBlock y, lamentablemente, pagarán también aquellos que no se lo merecen.

Pues hombre, creo que tiene más razón que un santo. A fuerza de exprimir la gallina la aplastan y en vez de huevos tienen puré de gallina.

Es un martirio consultar algunos periódicos desde un iPad, por ejemplo, llenos de tramas esperando a que pongas el dedo sin querer y empiece a reproducirse un vídeo con el consiguiente escándalo hasta que bloqueas el sonido (o molestia si estabas escuchando música).

Es lo divertido de la publicidad, el publicista de turno considera que tu televisor es de su propiedad (de ahí lo chillones que suenan todos los anuncios) y, ahora, con los ordenadores, pues eso, que no tienes nada mejor que hacer que aguantar el escándalo de los vídeos ruidosos varios que, además, descargan antes la batería si estás en un dispositivo móvil.

En el caso de los periódicos es de chiste. Se supone que ponen cosas para que las leas, y al mismo tiempo hacen lo posible para que no lo hagas. En muchos casos directamente cierro la página y que les den.

Claro que pagan justos por pecadores. Pero más de un mastuerzo aún no ha entendido que, precisamente, uno de los secretos de Google para hacerse con casi todo el negocio publicitario en Internet fueron los anuncios que no molestan. Que sí, que parece que no se ven. Pero se ven. Y los mismos mastuerzos tampoco son conscientes, claro está, que en mi caso al menos están consiguiendo lo contrario: que después de la agresión (que sí, es una agresión empeñarse en ponerme un vídeo con sonido estridente) me cabree con alguna marca y que les compre Rita.

Como consejo, borrad el Flash del ordenador. Aunque hay mierdas de anuncios que no son Flash, al menos no sufriréis ni los problemas de seguridad (ahora mismo usar Flash es suicida) ni el elvado consumo de batería.

Descargado, gracias: