Cualquier afición llevada al límite nos convierte en frikis.
En mi caso, los animales mueven mi vida, y especialmente, peces y perros.
Si alguien entra en mi habitación, verá una pared plagada de revistas, libros, recortes, vídeos, etc. referidas a los perros, basicamente a una sóla raza(Pit Bull).
Y si entras en mi "cuarto del vicio"(así lo denomina mi madre) pues nada menos que 17 acuarios(de cristal, en condiciones), más una multitud de recipientes plásticos con caracoles, gambas, plantas, protozoos, levaduras, botes de comida por todas partes, cacharros sucios(si ha tocado día de preparación de papillas), conexiónes interminables de cables, muchísimos enchufes, calderos vacíos,..
Cuando mi novia entro por primera vez a compartir la sensación más placentera para mí allí(sentarme en un sofá y observar comportamientos, malpensados, jeje) me dijo éso, que era un friki.