Hmmm...
Bueno, sin ánimo alguno de polemizar, quizás se podrían hacer algunas consideraciones a este respecto.
Toda estructura mecánica es susceptible de desgaste en los elementos que sufren un índice determinado de fricción o rozamiento. Por ello se utilizan aceites por sus propiedades lubricantes.
El ejemplo más socorrido es siempre el de los automóviles. Uno no lleva el coche a cambiar el aceite y filtro porque el vehículo no funcione o funcione "mal", sino para prevenir averías graves por pérdida de las capacidades lubricantes de un aceite, cosa que ocurre en función de dos parámetros; uso y simple transcurso del tiempo.
Para el sub se determina un plazo de mantenimiento de intervalos de cinco años. Este plazo se determina en función de un uso continuado del reloj, porque no se supone que el adquirente tenga otros para rotar.
Es obvio que sí puede ser el caso para muchas personas, lo que determina que el uso sea inferior, dentro de un plazo determinado, al que se supone para la máquina. Por tanto, el intervalo de mantenimiento puede alargarse en función de que, al haber habido un uso menos intenso, el gradiente de fricción también ha sido menor y, por tanto, el potencial desgaste también.
Ahora bien, independientemente de eso y como decía más arriba, todo lubricante tiende a perder sus propiedades con el paso del tiempo. Ello motiva que su eficiencia disminuya y que su capacidad en relación con la fricción y desgaste también lo haga, lo cual motiva que a partir de cierto momento, que no es posible determinar de antemano, las piezas sufran un deterioro que antes no se producía.
En estos casos, no necesariamente se aprecia un funcionamiento incorrecto durante bastante tiempo, pero implicará una avería tarde o temprano, y entonces no habrá mantenimiento sino reparación.
Las juntas y el sistema de sellado, por el propio material que utilizan, también están sujetos a un deterioro por el simple paso del tiempo. La prueba de estanqueidad permite saber si el sellado está comprometido o no en el momento en que se realiza pero no permite saber si ese sellado se mantendrá por mucho tiempo, en función de que se desconoce si ya se está produciendo deterioro.
Por tanto, una cosa es alargar los plazos de mantenimiento dependiendo del uso que se le dé al reloj, y otra cosa totalmente diferente es pensar que dicho mantenimiento no es necesario porque el reloj parece seguir funcionando sin problemas apreciables por el momento. Normalmente, en este último caso, cuando el reloj deje de funcionar o lo haga mal, se necesitará una reparación importante.
Enviado desde la nave espacial Nostromo con Tapatalk HD