Pulir la caja en un CO? Crucemos los dedos.....
...pues si, hay que cruzar los dedos para creer. Creer lo que cuento ahora, porque no es un cuento.
Pero no te asustes, ya sé que he escrito mucho y de antemano espero que sepas disculparme, pero seguro que el final te gustará.
Tal como dije esta mañana, dejé el reloj en el CO Rolex. Como esperaba fueron muy amables, pero la amabilidad en este caso no se valora aunque se agradezca.
Esta tarde, ansioso por tenerlo, me sacrifiqué dejando pasar el tiempo y me acerqué a la tienda sobre las 19 h para asegurarme que estuviera terminado.
Volví a ser bien recibido ¡qué menos...soy un señor cliente...! y tras una corta espera me trajeron el reloj.
Pensé que se habían equivocado porque al mismo tiempo dejaron sobre la mesa otro GMT de las series actuales. Los dos se veían como nuevos. Joer, es que parece que las luces de esos sitios alumbran más que las de mi casa... Refulgían y dejaban unos destellos que me embobaban.
Todo y que un poco aturdido si que estaba pues cerca de mi una pareja, hombre y mujer, vestidos al más puro estilo de los jeques árabes pero totalmente de negro, altos como dos torres, discutían con varios relojes sobre la mesa. Puedo asegurar y aseguro (lo he visto tantas veces en el escaparate...se me han ido otras tantas más los ojos hasta sus complicado esqueleto...) eso, decía que tengo la seguridad de que uno de los relojes era un Vacheron Constantin, un maravilloso Tourbillon al que un día, en el escaparate donde brilla con luz propia, habían dejado ladeada la pequeña etiqueta de referencia y precio y dejaba ver el susto de mi vida...337.000 €. Sí, así tal como has leído.
Atontao del todo estaba cuando me ponen un GMT II bisel rojo-negro en las manos.
- Su reloj, señor.
- Perdón señorita, estaba en otro sitio, vaya, quiero decir que pensaba en...
- ¿Qué le parece...? ¿Le gusta? Puede compararlo con este otro...
Ni qué decir tiene que mi sorpresa fue mayúscula. Yo esperaba un pulido...yo esperaba un rejuvenecimiento del reloj...yo esperaba...Esperaba mucho, si, pero no tanto como el reloj nuevo que dejaron en mis manos. El mío. Sé que era el mío porque al acariciarlo me ronroneó como lo hace mi gatito cuando tardo más de cinco minutos en acariciarlo. Celoso que es él. Y yo.
La diligente empleada alertada de mi sorpresa, me deja caer con dulzura a la vez que con un cierto regusto de orgullo;
- Es que somos profesionales...
Alargué un poco el momento. Quise que la magia de volver a estrenar Rolex tuviera su especial encanto. Más aún, deseaba alargar ese álgido climax de alegre sorpresa tanto, que el impacto de escuchar el precio no me dejara en un pétreo bloque de hielo.
Si, me habían orientado del precio cuando hablábamos de pulir solo el armis... pero no habíamos hablado de precio cuando tras comentarme que bien merecía la pena pulirlo todo, envalentonado y sin recordarme de las telarañas que decoran mi cartera, le dije, adelante, púlanlo. A la vez dentro de mi una voz me repetía... - ¡A tí si que te van a pulir...!
Previsor que es uno, y no como los compradores de Quatar o Bahrein que tenía cerca que no necesitan prevenir nada pues todo es suyo, por si las moscas y para no tirar de mi pobre Visa que no es de esas color black tan de moda ahora, tampoco de oro o platino, atraqué el cajero y metí en mi bolsillo 300 €. Eso si, estaba dispuesto a no pagar ni un solo céntimo más. Mi estrategia estaba bien planeada. Incluso podría llegar a batirme en duelo por mi GMT II.
Con la mejor sonrisa que puede haber dotado la naturaleza a esta mi fea cara y con voz de medusa enamorada, casi susurrando, le pedí la nota. Joer.......qué burro, mira que si me llega a dar la nota mas "alta" de la escala.........
- Un momento, señor.
Saca su iPad mini último modelo y tras acariciarla me dice;
- Son 35 euros....¿desea factura...?
- Gracias señorita, en absoluto, no preciso factura...
Lo que urgentemente necesitaba era salir de la que seguía pareciéndome, por los vecinos que dejaba, la cueva de Ali Babá, no fuera que la guapa (guapa la recuerdo ahora, que entonces, cuando me dijo 35 € me pareció, no un ángel, un coro de arcángeles) y eficiente señorita se hubiese equivocado y en vez de picar 350 euros la iPad, que ya desde el principio la vi como muy antisistema, me hubiera hecho un regalo al estilo Curro Giménez...
Cogí el reloj y con mil parabienes me perdí calle abajo contento como un pajarillo. Mira por donde por miserables 35 € me he permitido la alegría y el lujo de estrenar de nuevo mi Rolex GMT-Master II
Os pido disculpas por la paliza de esta pobre narración, pero si que os puedo asegurar que mi alegría fue real, como también lo fue que pague 35 € por el pulido de la caja y el armis del Rolex. Y que ha quedado tal y como lo recuerdo de nuevo. Nunca lo hubiera pensado, pero...
¡Es que hay días que bien podrían repetirse de tanto en tanto!
Gracias por llegar hasta aquí, y saludos.