Rolex4ever
Habitual
Sin verificar
Hola,
Según escribía este hilo ayer, el nuevo Pelagos Manufactura ganaba el Grand Prix d’Horlogerie de Genève en la categoría de reloj deportivo:
Demostrando una vez más que Tudor está pisando cada vez más fuerte.
Hace tiempo prometí escribir este “Hands On” acerca de un modelo que ha cobrado un gran auge a raíz de su relanzamiento en Basel 2015. El Tudor Pelagos Manufactura.
Antes de entrar en materia voy a hacer una breve semblanza del modelo en que se inspira el Pelagos, que no es otro que el Tudor Submariner llamado Snowflake 7016, 7021 si consideramos que es un modelo con fecha.
Para un servidor, el Submariner Snowflake de Tudor, sin fecha y en color azul con índices tostados, es el Submariner militar por excelencia.
Es el que más se desmarca de Rolex, el que más tradición militar tiene, es (debatible, cierto) la mejor inversión en Submariner de Tudor que se puede hacer hoy por hoy dado su vertiginoso aumento en precio en los últimos tiempos.
En su versión Marine Nationale (MN), un reloj militar de gran pedigree, cuesta unas 5 veces menos que su hermano mayor, el Rolex Submariner Milsub 5517, quizás el Submariner más deseado que existe (con permiso del 6438):
Menciono esto porque creo que los Snowflake de la MN tienen todavía mucho recorrido. En fin, el Sub Snowflake hace check en todos los puntos de mi lista de objetivos vintage.
Entremos en materia. La primera impresión que causa el Snowflake es la de una cierta animadversión hacia su aguja horaria cuadrada. Debo decir que a mí me dio esa misma extraña impresión la primera vez que lo ví. El caso es que, en el mundo utilitario en el que la forma sigue a la función y no al revés, las agujas Snowflake son las reinas de la visibilidad. Mucho mejor que las Mercedes por ejemplo.
Sufrid anti-Snokflakers!
Se puede leer la hora de reojo con mucha facilidad. La aguja de los minutos no tapa a la aguja horaria aunque estén superpuestas. Algo que vale tanto a 30 metros de profundidad o cuando esta uno en una pesada reunión de la que ha de salir en 15 minutos y no se quiere ofender al interlocutor mirando descaradamente el reloj..
Al pasar el tiempo la esfera Snowflake fue creciendo en mí, de tal manera que es ahora que veo las agujas Mercedes y me dan una cierta sensación de fragilidad en comparación con las potentes Snow.
Los Tudor Submariner de los 60s y 70s tienen una tradición militar fuera de toda duda, habiendo sido relojes de dotación no sólo de la Marine Nationale Francesa, sino también a la UDT (Underwater Demolition Team) y los SEALS de la US Navy, del Cuerpo de Infantería Argentino, la Marina Sudafricana, el Ejército Israelí, por mencionar sólo algunos. Evidentemente no sólo hablamos de los Snowflake, los 7928 ya eran un clásico militar:
Aquí con un brazalete tipo Olongapo. Los Snowflakes de dotación se sumninistraban siempre sin brazalete y por tanto eran sujetos de customización:
La equipación de un Navy SEAL / UDT:
Y es que Los Submariners de Tudor tenían la virtud de conjugar lo mejor de dos mundos. La robustez tradicional de Rolex junto a la accesibilidad de un precio ajustado, una esfera sin la ostentación de la corona y un calibre que podía revisar un relojero con una habilidad promedio. No olvidemos que muchos de los relojes de dotación de la marina o el ejército, eran revisados y reparados por relojeros independientes escogidos para el efecto y en muchos casos eran los mismos usuarios de los relojes quienes los mandaban reparar por su propia cuenta. Muchos de estos relojes han llegado a estos tiempos muy deteriorados (tanto militares como civiles), como corresponde a una vida de dura, ya sea en la muñeca de un militar o en la de un ingeniero de caminos o una persona cualquiera que tiene un sólo reloj para usarlo en todo sitio y momento.
Hay que mencionar que en el mundo de los relojes militares, las muestras de uso son un plus, de modo que un 7016 de la M.N. lleno de marcas de guerra (nunca mejor dicho), es todo un hallazgo:
Uno en estado impecable hace saltar las alarmas inmediatamente. Son relojes muy falsificados en el sentido que puede tratarse de un Snowflake original, pero con la tapa trasera grabada recientemente.
Para poder autentificarlo, es necesario recurrir a un experto o mirar si el número de serie se corresponde con las listas de relojes de dotación de la MN. Los papeles de "decomission" son fundamentales, pero estos son más fáciles de falsificar, de ahí que se tenga que recurrir a un vendedor muy solvente.
Veamos ahora los diferentes modelos
El primer Snowflake fue la referencia 7016. Era el primer Tudor Submariner con movimiento ETA ligeramente modificado por Tudor. Hasta entonces los Tudor llevaban calibres 390 fabricados por Fleurier (FEF), movimientos menos robustos pero quizás estéticamente más interesantes que los ETA. Se dice que la razón de abandonar Fleurier fue el ahorro de costes además de la mejora en solidez del calibre dado que, como he dicho, el calibre 390 tenía mejores acabados (era un precioso movimiento con elementos de latón de color rosado) que el calibre ETA 2461 que le sucedió.
Hay quien dice que el movimiento 390 era fabricado en realidad por Rolex. No me consta que haya sido así. Quizás la confusión viene de el hecho que Rolex licenció Fleurier para adaptar el moviemiento perpetual en sus movimientos de uso exclusivo para Tudor, por allá de 1952, año de creación del Tudor Oyster Prince. Esta adaptación podría haber sido hecho por Rolex misma, creando esa confusión.
El 7016 fue lanzado en 1968 pero no fue sino hasta 1974 que aparecieron los primeros con agujas/esfera Snowflake y movimiento ETA 2483. Fue en ese año que Tudor creó estas peculiares agujas y esfera tan distintivas como respuesta a la Marina Nacional Francesa, que pidió un reloj que mejorase la visibilidad de la esfera.
Los primeros Snowflakes tenían esfera negra. Los M.N 74 son extremadamente raros debido a lo proclives que eran a sufrir corrosión en la esfera. A partir de 1975 se suministrarían con esfera azul mejorada con un esmalte resistente a la humedad. Por estas fechas la referencia cambió a 9401 con la llegada del movimiento ETA 2776.
Los últimos Submariners Snowflake fueron suministrados en 1982. Ya desde 1981 se había empezado a suministrar con índices 3,6,9 con forma de tríangulo en vez del rectángulo gordo clásico del Snowflake.
Algo se perdió en este momento pero sin duda nació un icono.
En 1967, un año después que el 1680 de Rolex, Tudor lanza su primer Submariner con fecha, el 7021, que como no, también portaba la variante Snowflake.
El nuevo Tudor Pelagos Manufactura 25600TB.
En Mayo de este año pude ver y tocar los nuevos Pelagos en la presentación oficial en Madrid. En cuanto los nuevos modelos llegaron al CO me acerqué para hacer un reportaje un poco más detallado del que hice con motivo de la presentación. Tuve la suerte de poder tener ambos relojes, sólo con ellos para manosearlos (gracias Alberto de Perodri) durante una hora.
Nunca he tenido en propiedad un Pelagos. Es un reloj que me gusta mucho pero siendo un re-edición del fantástico Snowflake, creo que he puesto muy alto el listón para adquirirlo. Me echaba para atrás el titanio. No me gusta mucho el color de ese metal, su ligereza ni su facilidad para rayarse.
Cierto es que el acabado cepillado lo hace relativamente fácil de volver a su estado original..
Desde el punto de vista de las prestaciones, estoy convencido de que el Pelagos es el mejor reloj de buceo que hay en su rango de precios y si me apuráis, uno de los mejores desde el punto de vista herramienta, en cualquier rango de precios.
Basta con mencionar nuevo Calibre manufactura MT5612, precisión cronométrica, estanco a 500m con válvula automática de Helio, 70 horas de reserva de marcha, el mejor cierre de su segmento, espiral de silicio, cambio de fecha instantáneo y en cualquier momento del día, incluso durante el cambio de fecha, diseño original Tudor/Rolex y encima ahora lo hay en azul..
El tacto del nuevo calibre es muy suave. Teniendo el North Flag y habiendo remontado manualmente el Pelagos, he de decir que no se siente fricción alguna en las ruedas. es como si no tuviese calibre.
Nada que objetar salvo quizás la epístola que decidieron ponerle en la esfera. Demasiadas letras. Pero la verdad es que sólo se ven los primeros minutos, se acostumbra uno rápidamente. Después de todo había que decir alto y claro que el nuevo calibre es cronómetro.
Es curioso, la tapa de la caja es de acero inoxidable y en su primo, el Rolex Sea Dweller Deepsea, la tapa es de titanio y la caja de acero. El cierre es también de acero. En Ambos el insert es de cerámica, pero el Pelagos lo lleva cepillado.
Otra cosa que me llamó la atención es el cristal zafiro con tratamiento antirreflejo. Aquí voy a decir una incoherencia. Siendo un reloj utilitario esta característica es, teóricamente de agradecer, por la mejora en la visibilidad. Pero a mí me gustan los brillos en el zafiro y ya puestos las lupas, son señas de identidad de familia con las que he convivido muchos años. Además la carencia de brillos me hace ver crudamente la rugosidad de la esfera, sobre todo la azul, recordándome que prefiero las esferas del Black Bay.
Las dos esferas son complementarias. La azul es alegre, veraniega, es un reclamo. Llama la atención, está pensada para ello. Te hace querer verla repetidamente. Es intensa:
La esfera negra es adusta, seria, discreta. Con el bisel mate da un acento cuasi anónimo al conjunto. Creo que podría llevarme el Pelagos negro a una reunión importante y, si el puño de la camisa lo permite, pasar casi desapercibido.
Con el azul esto sería imposible. Pero esto es exactamente lo que Tudor quería. Precisamente el tema del tono azul es una de las cosas que más distingue al Pelagos del Snowflake original, con su esfera azul mate en un tono más apagado y oscuro.
Conclusiones.
El Pelagos Manufactura simboliza la nueva Tudor. Relojes profesionales con el ADN una de las mejores familias suizas, historia para escribir libros pero muy actuales y en constante evolución. Además ahora con prestaciones para quitar el hipo y poner nerviosa a la competencia.
Dado mi gusto por las reediciones vintage de Tudor es un reloj que me gusta mucho y espero adquirir pronto una vez que he superado esos pequeños detalles que me han hecho no comprar la primera versión.
Creo que Tudor tiene dos magníficos divers que son compatibles entre sí y que ocupan el espectro alto y bajo de lo que se puede llamar “entrada a los divers de lujo”, ese rango de los 3.000-4.000 euros.
A mí también me gustaría ver un Pelagos en acero y un Black Bay Manufactura, pero entonces invertirían su posición en la escala de precios, algo que quizás Tudor no esté por la labor de hacer.
Saludos,
Según escribía este hilo ayer, el nuevo Pelagos Manufactura ganaba el Grand Prix d’Horlogerie de Genève en la categoría de reloj deportivo:
Demostrando una vez más que Tudor está pisando cada vez más fuerte.
Hace tiempo prometí escribir este “Hands On” acerca de un modelo que ha cobrado un gran auge a raíz de su relanzamiento en Basel 2015. El Tudor Pelagos Manufactura.
Antes de entrar en materia voy a hacer una breve semblanza del modelo en que se inspira el Pelagos, que no es otro que el Tudor Submariner llamado Snowflake 7016, 7021 si consideramos que es un modelo con fecha.
Para un servidor, el Submariner Snowflake de Tudor, sin fecha y en color azul con índices tostados, es el Submariner militar por excelencia.
Es el que más se desmarca de Rolex, el que más tradición militar tiene, es (debatible, cierto) la mejor inversión en Submariner de Tudor que se puede hacer hoy por hoy dado su vertiginoso aumento en precio en los últimos tiempos.
En su versión Marine Nationale (MN), un reloj militar de gran pedigree, cuesta unas 5 veces menos que su hermano mayor, el Rolex Submariner Milsub 5517, quizás el Submariner más deseado que existe (con permiso del 6438):
Menciono esto porque creo que los Snowflake de la MN tienen todavía mucho recorrido. En fin, el Sub Snowflake hace check en todos los puntos de mi lista de objetivos vintage.
Entremos en materia. La primera impresión que causa el Snowflake es la de una cierta animadversión hacia su aguja horaria cuadrada. Debo decir que a mí me dio esa misma extraña impresión la primera vez que lo ví. El caso es que, en el mundo utilitario en el que la forma sigue a la función y no al revés, las agujas Snowflake son las reinas de la visibilidad. Mucho mejor que las Mercedes por ejemplo.
Sufrid anti-Snokflakers!
Se puede leer la hora de reojo con mucha facilidad. La aguja de los minutos no tapa a la aguja horaria aunque estén superpuestas. Algo que vale tanto a 30 metros de profundidad o cuando esta uno en una pesada reunión de la que ha de salir en 15 minutos y no se quiere ofender al interlocutor mirando descaradamente el reloj..
Al pasar el tiempo la esfera Snowflake fue creciendo en mí, de tal manera que es ahora que veo las agujas Mercedes y me dan una cierta sensación de fragilidad en comparación con las potentes Snow.
Los Tudor Submariner de los 60s y 70s tienen una tradición militar fuera de toda duda, habiendo sido relojes de dotación no sólo de la Marine Nationale Francesa, sino también a la UDT (Underwater Demolition Team) y los SEALS de la US Navy, del Cuerpo de Infantería Argentino, la Marina Sudafricana, el Ejército Israelí, por mencionar sólo algunos. Evidentemente no sólo hablamos de los Snowflake, los 7928 ya eran un clásico militar:
Aquí con un brazalete tipo Olongapo. Los Snowflakes de dotación se sumninistraban siempre sin brazalete y por tanto eran sujetos de customización:
La equipación de un Navy SEAL / UDT:
Y es que Los Submariners de Tudor tenían la virtud de conjugar lo mejor de dos mundos. La robustez tradicional de Rolex junto a la accesibilidad de un precio ajustado, una esfera sin la ostentación de la corona y un calibre que podía revisar un relojero con una habilidad promedio. No olvidemos que muchos de los relojes de dotación de la marina o el ejército, eran revisados y reparados por relojeros independientes escogidos para el efecto y en muchos casos eran los mismos usuarios de los relojes quienes los mandaban reparar por su propia cuenta. Muchos de estos relojes han llegado a estos tiempos muy deteriorados (tanto militares como civiles), como corresponde a una vida de dura, ya sea en la muñeca de un militar o en la de un ingeniero de caminos o una persona cualquiera que tiene un sólo reloj para usarlo en todo sitio y momento.
Hay que mencionar que en el mundo de los relojes militares, las muestras de uso son un plus, de modo que un 7016 de la M.N. lleno de marcas de guerra (nunca mejor dicho), es todo un hallazgo:
Uno en estado impecable hace saltar las alarmas inmediatamente. Son relojes muy falsificados en el sentido que puede tratarse de un Snowflake original, pero con la tapa trasera grabada recientemente.
Para poder autentificarlo, es necesario recurrir a un experto o mirar si el número de serie se corresponde con las listas de relojes de dotación de la MN. Los papeles de "decomission" son fundamentales, pero estos son más fáciles de falsificar, de ahí que se tenga que recurrir a un vendedor muy solvente.
Veamos ahora los diferentes modelos
El primer Snowflake fue la referencia 7016. Era el primer Tudor Submariner con movimiento ETA ligeramente modificado por Tudor. Hasta entonces los Tudor llevaban calibres 390 fabricados por Fleurier (FEF), movimientos menos robustos pero quizás estéticamente más interesantes que los ETA. Se dice que la razón de abandonar Fleurier fue el ahorro de costes además de la mejora en solidez del calibre dado que, como he dicho, el calibre 390 tenía mejores acabados (era un precioso movimiento con elementos de latón de color rosado) que el calibre ETA 2461 que le sucedió.
Hay quien dice que el movimiento 390 era fabricado en realidad por Rolex. No me consta que haya sido así. Quizás la confusión viene de el hecho que Rolex licenció Fleurier para adaptar el moviemiento perpetual en sus movimientos de uso exclusivo para Tudor, por allá de 1952, año de creación del Tudor Oyster Prince. Esta adaptación podría haber sido hecho por Rolex misma, creando esa confusión.
El 7016 fue lanzado en 1968 pero no fue sino hasta 1974 que aparecieron los primeros con agujas/esfera Snowflake y movimiento ETA 2483. Fue en ese año que Tudor creó estas peculiares agujas y esfera tan distintivas como respuesta a la Marina Nacional Francesa, que pidió un reloj que mejorase la visibilidad de la esfera.
Los primeros Snowflakes tenían esfera negra. Los M.N 74 son extremadamente raros debido a lo proclives que eran a sufrir corrosión en la esfera. A partir de 1975 se suministrarían con esfera azul mejorada con un esmalte resistente a la humedad. Por estas fechas la referencia cambió a 9401 con la llegada del movimiento ETA 2776.
Los últimos Submariners Snowflake fueron suministrados en 1982. Ya desde 1981 se había empezado a suministrar con índices 3,6,9 con forma de tríangulo en vez del rectángulo gordo clásico del Snowflake.
Algo se perdió en este momento pero sin duda nació un icono.
En 1967, un año después que el 1680 de Rolex, Tudor lanza su primer Submariner con fecha, el 7021, que como no, también portaba la variante Snowflake.
El nuevo Tudor Pelagos Manufactura 25600TB.
En Mayo de este año pude ver y tocar los nuevos Pelagos en la presentación oficial en Madrid. En cuanto los nuevos modelos llegaron al CO me acerqué para hacer un reportaje un poco más detallado del que hice con motivo de la presentación. Tuve la suerte de poder tener ambos relojes, sólo con ellos para manosearlos (gracias Alberto de Perodri) durante una hora.
Nunca he tenido en propiedad un Pelagos. Es un reloj que me gusta mucho pero siendo un re-edición del fantástico Snowflake, creo que he puesto muy alto el listón para adquirirlo. Me echaba para atrás el titanio. No me gusta mucho el color de ese metal, su ligereza ni su facilidad para rayarse.
Cierto es que el acabado cepillado lo hace relativamente fácil de volver a su estado original..
Desde el punto de vista de las prestaciones, estoy convencido de que el Pelagos es el mejor reloj de buceo que hay en su rango de precios y si me apuráis, uno de los mejores desde el punto de vista herramienta, en cualquier rango de precios.
Basta con mencionar nuevo Calibre manufactura MT5612, precisión cronométrica, estanco a 500m con válvula automática de Helio, 70 horas de reserva de marcha, el mejor cierre de su segmento, espiral de silicio, cambio de fecha instantáneo y en cualquier momento del día, incluso durante el cambio de fecha, diseño original Tudor/Rolex y encima ahora lo hay en azul..
El tacto del nuevo calibre es muy suave. Teniendo el North Flag y habiendo remontado manualmente el Pelagos, he de decir que no se siente fricción alguna en las ruedas. es como si no tuviese calibre.
Nada que objetar salvo quizás la epístola que decidieron ponerle en la esfera. Demasiadas letras. Pero la verdad es que sólo se ven los primeros minutos, se acostumbra uno rápidamente. Después de todo había que decir alto y claro que el nuevo calibre es cronómetro.
Es curioso, la tapa de la caja es de acero inoxidable y en su primo, el Rolex Sea Dweller Deepsea, la tapa es de titanio y la caja de acero. El cierre es también de acero. En Ambos el insert es de cerámica, pero el Pelagos lo lleva cepillado.
Otra cosa que me llamó la atención es el cristal zafiro con tratamiento antirreflejo. Aquí voy a decir una incoherencia. Siendo un reloj utilitario esta característica es, teóricamente de agradecer, por la mejora en la visibilidad. Pero a mí me gustan los brillos en el zafiro y ya puestos las lupas, son señas de identidad de familia con las que he convivido muchos años. Además la carencia de brillos me hace ver crudamente la rugosidad de la esfera, sobre todo la azul, recordándome que prefiero las esferas del Black Bay.
Las dos esferas son complementarias. La azul es alegre, veraniega, es un reclamo. Llama la atención, está pensada para ello. Te hace querer verla repetidamente. Es intensa:
La esfera negra es adusta, seria, discreta. Con el bisel mate da un acento cuasi anónimo al conjunto. Creo que podría llevarme el Pelagos negro a una reunión importante y, si el puño de la camisa lo permite, pasar casi desapercibido.
Con el azul esto sería imposible. Pero esto es exactamente lo que Tudor quería. Precisamente el tema del tono azul es una de las cosas que más distingue al Pelagos del Snowflake original, con su esfera azul mate en un tono más apagado y oscuro.
Conclusiones.
El Pelagos Manufactura simboliza la nueva Tudor. Relojes profesionales con el ADN una de las mejores familias suizas, historia para escribir libros pero muy actuales y en constante evolución. Además ahora con prestaciones para quitar el hipo y poner nerviosa a la competencia.
Dado mi gusto por las reediciones vintage de Tudor es un reloj que me gusta mucho y espero adquirir pronto una vez que he superado esos pequeños detalles que me han hecho no comprar la primera versión.
Creo que Tudor tiene dos magníficos divers que son compatibles entre sí y que ocupan el espectro alto y bajo de lo que se puede llamar “entrada a los divers de lujo”, ese rango de los 3.000-4.000 euros.
A mí también me gustaría ver un Pelagos en acero y un Black Bay Manufactura, pero entonces invertirían su posición en la escala de precios, algo que quizás Tudor no esté por la labor de hacer.
Saludos,