rafa70
Forer@ Senior
Sin verificar
Os presento un viejo Orient, aunque nada avejentado.
Mi padre lo llevó a diario en la muñeca desde finales de los sesenta hasta finales de los setenta. Desde entonces ha dormido en un cajón, olvidado,...hasta hace un año aproximadamente. Sólo ha bastado una limpieza del mecanismo para que recupere su buena marcha. Esto me demuestra la gran calidad y madurez de la relojería japonesa de aquella época, con nada que envidiar a la relojería suiza en cuanto a la capacidad para fabricar relojes no sólo para lucir una temporada sino para durar.
Mi padre lo llevó a diario en la muñeca desde finales de los sesenta hasta finales de los setenta. Desde entonces ha dormido en un cajón, olvidado,...hasta hace un año aproximadamente. Sólo ha bastado una limpieza del mecanismo para que recupere su buena marcha. Esto me demuestra la gran calidad y madurez de la relojería japonesa de aquella época, con nada que envidiar a la relojería suiza en cuanto a la capacidad para fabricar relojes no sólo para lucir una temporada sino para durar.