Pues está sorprendentemente bien ajustado.
El reloj tiene una historia curiosa y, hasta cierto punto, hasta increible.
Lo compró mi tío en los 70 en Dubai mientras navegaba.
Trabajando en la máquina, rompió el armis y se le cayó en la sentina. Estuvo, tengo entendido varios días sumergido entre inmundicias y luego fue rescatado en una limpieza. lo limpió por encima pero no se lo volvió a poner sino que se compró otro.
Así se quedo en un cajón años hasta que me lo regaló. Estaba que daba pena, pero con paciéncia, lija de agua, pulimento y pasta de dientes (para el plexi), lo dejé bastante bien.
La estética es, efectivamente, poco propia para un reloj de hoy en día, pero se trata de un vintage y ahí radica su encanto EMMO.
Saludos
Carlos