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El primer nombre con que conocí mi media saboneta Ferrocarril de Antioquia fue "ojo de buey", por la ventanita circular abierta en la tapa delantera para ver la hora. Supongo que alude a la ventana circular que se ve frecuentemente en las fachadas de las iglesias o como respiradero en las casas de climas cálidos y que en muchas partes (Colombia, por ejemplo) la gente llama "ojo de buey".
Esas denominaciones tienen siempre algo de metáfora o de alegoría: saboneta es "jaboncito" (savonette, en francés) porque a alguien le recordó la forma de los jabones de pequeño tamaño que se usaban en Francia o en Suiza (no lo sé). El hunter ("cazador") tal vez facilitaba consultar la hora a alguien que llevaba un arma en una mano y tenía que actuar discretamente para no ahuyentar la presa con el clic al cerrar la tapa del reloj. Cuentan que fue Napoleón quien hizo abrir la ventanita a su reloj, pero creo que nadie dice que sea un reloj "napoleón" ni "corso". Los idiomas tienen sus argucias, sus recursos y sus caprichos.
Acá, en Colombia, los relojeros llamaban "muestra" a los relojes de bolsillo, en alusión a montre, supongo. Así que mi Ferrocarril de Antioquia era una "muestra ojo de buey", quién lo creyera.
Jaime