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Pierre Jaquet Droz

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Aquí os dejo el enlace a un vídeo que encontré navegando en la red. Precioso vídeo de 12,43 minutos

Pierre Jaquet Droz
Nació en la ciudad suiza de La Chaux-de-Fonds en 1721.
Entre 1770 y 1773, después de la desaparición de su hija y esposa, Pierre Jaquet-Droz construye junto a su hijo Henry-Lous una "pequeña familia mecánica": un escritor, un pequeño dibujante y una pianista (Museo de Historia de Neuchâtel), autómatas cuyo tamaño, caras y movimientos de cerca imitan la vida real.
Pierre y su hijo Henri-Louis construyeron numerosos relojes que incorporaban ingeniosos mecanismos y autómatas.
Uno de los relojes que construyó fue conocido como “El Pastor” y fue traído personalmente por Pierre Jaquet-Droz a España y entregado al rey Fernando VI. Puede ser visto en el Salón de Matías Gasparini de Palacio Real de Madrid.

https://www.youtube.com/watch?v=fF0aA3B83Sk
 
Impresionante todo, pero el escribano y el dibujante me parecen el novamás.

Gracias pos compartirlo.
 
Muchas gracias por el enlace.

Yo siempre he sentido una especial fascinación por estos autómatas. Más que maravilla de la técnica me parecen cosa de brujería.

Inspirándome en el tema escribí hace unos años un cuentillo, que espero leer alguna vez a mi recien nacida nieta.

Si alguien tiene la paciencia para leerlo...

"El discípulo de Droz

Marie se había propuesto firmemente no acostarse en toda la noche. Se pasaría todo el tiempo mirando por la ventana, de forma que sería imposible que el Anciano Carbonero dejase su regalo, escapando como siempre sin ser visto.

Su abuelo le había prometido (igual que el año pasado), que esta vez el regalo sería especial. Ella nunca había tenido una muñeca de verdad. Una muñeca de verdad –se decía- tenía que ser otra cosa que unos palos unidos por pequeños clavos, vestidos con un simple trozo de tela, y una cara redonda dibujada, -había que reconocer que con arte y gracia- por su abuelo.

El estar su casa tan aislada en la montaña, siempre nevada en estas fechas, era la razón que le daba su abuelo al explicarle la dificultad de que alguien pudiese llegar hasta allí con regalos. Pensaba que el cestillo repleto de nueces y un par de caramelos que aparecía bajo su ventana otros años, lo llevaría alguno de los arriesgados ayudantes del Anciano Carbonero, en un gran esfuerzo para evitar que ella se quedase sin nada.

Aguantaría sin dormirse.

A sus 72 años, el abuelo Louis seguía trabajando en su taller. Fabricaba primorosamente pequeñas piezas que le seguía encargando la familia de relojeros Jaquet-Droz, para la que había estado trabajando hasta el año 1790, precisamente el año de la muerte del patriarca de la misma, Pierre.

Desde su juventud había estado dedicado a la relojería. Siempre a las órdenes del gran maestro Pierre Jaquet-Droz, con el que había colaborado en casi todas sus grandes innovaciones, incluyendo los famosos autómatas que habían dado la vuelta al mundo.

Precisamente, esa experiencia, su memoria y la habilidad manual y técnica que aun conservaba, le habían permitido, tras años de trabajo fuera de horas y cuando no le podía ver su nieta, hacer realidad el sueño de la niña. Había memorizado y tomado apuntes de las piezas necesarias y la manera de ajustar las mismas. Naturalmente para construir su autómata no necesitaba las 2.500 piezas que tenía el original (que era capaz de tocar 5 melodías diferentes con el movimiento de sus dedos, mover los ojos, respirar y hacer una reverencia al acabar la melodía), él había preparado una versión reducida.

Esta versión reducida no dejaba de ser un verdadero autómata. Una preciosa muñeca que, con cara de porcelana, pelo natural y un precioso vestido, estaba sentada ante un órgano y que era capaz de hacer sonar una preciosa melodía procedente de sus 12 flautas.

Este año sí vendría el Anciano Carbonero.

Le despertó un suave ruido, tan suave como si unos esquís se deslizasen sobre la blanda nieve.

-¡Vaya por Dios! –Dijo- No he hecho más que cerrar los ojos un segundo.

Vio, a la vez, un anciano que se alejaba a toda velocidad sobre sus esquíes y un par de pequeños bultos depositados bajo su ventana y cubiertos con una manta.

-¡Abuelo! –gritó- y salió volando hacia la calle.

Al levantar la manta encontró un cestillo con sus nueces y caramelos. Lo que había a su lado casi no se atrevía a mirarlo. Miraba y no creía lo que estaba viendo.

La muñeca más bonita del mundo estaba delante de ella interpretando la melodía más hermosa que había oído en su vida."
 
Precioso cuento y enhorabuena por esa nieta. Saludos
 
Muy amable. Gracias.
 
gracias por enseñarlo
estoy realmente impactado con las maravillas que fabricaba

que tiempos aquellos que se hacian las cosas con una gran paciencia y con una vision que despues de tanto tiempo nos sigue impactando
 
Hola, picholeiro:

Por fin pude ver el video de los autómatas de Droz (por alguna razón no echaba a andar). Muy bellamente realizado. Impresiona el grado de coordinación espacio-temporal que tenía Droz.

Cuesta creerlo, pero es así: los autómatas son los antepasados de Atapuerca del Curiosity que está escarbando y analizando piedras en Marte. También cuesta creer que el bordado de punto de cruz está en la base de la cibernética. Esas artes, tan frívolas en apariencia (construir autómatas que pueden firmar, bordar en punto de cruz), se parecen en esto a los ejercicios de palotes para aprender a escribir.

Gracias por subir el video y hacérnoslo conocer.

Jaime
 
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