Claudio
Milpostista
Sin verificar
Cronómetro moderno de bolsillo Quillet, de los establecimientos Quillet, de Barcelona.
Publicidad que vio la luz un domingo de mayo de 1914 en el semanario Blanco y Negro. En esta publicidad se ve que la hora que marca el reloj se va aproximando a la posteriormente instituida oficiosamente como la hora característica de los anuncios publicitarios, la de las 10 o 22 horas y 12 minutos, aproximadamente. Dice aquí que solo mediante un examen muy detenido realizado por un técnico, se puede saber que este reloj no es de oro de los de 500 pesetas. El de tapa costaba 15 duros y se podía pagar a duro al mes durante quince meses.
Publicidad que vio la luz un domingo de mayo de 1914 en el semanario Blanco y Negro. En esta publicidad se ve que la hora que marca el reloj se va aproximando a la posteriormente instituida oficiosamente como la hora característica de los anuncios publicitarios, la de las 10 o 22 horas y 12 minutos, aproximadamente. Dice aquí que solo mediante un examen muy detenido realizado por un técnico, se puede saber que este reloj no es de oro de los de 500 pesetas. El de tapa costaba 15 duros y se podía pagar a duro al mes durante quince meses.