tantdetemps
In memoriam
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LEYENDO EL TIEMPO
Después de ver como los relojes escriben el tiempo, esta segunda parte esta dedicada a los relojes que fueron diseñados para leer el tiempo, tan o más importante, es esta segunda parte ya que son muchas las situaciones que a lo largo del día precisamos se nos recuerde o avise para determinado acontecimiento.
Es bien cierto que todos los despertadores de una forma rudimentaria leen el tiempo, de hecho los despertadores, más que leerlo, se podría decir que el tiempo se les viene encima y esto les permite avisar.
Este reloj Selva Negra de mediados del XIX, sería un ejemplo de como ya en esta época se hacían máquinas rudimentarias para leer el tiempo, su disco central numerado del 1 al 12, actua como avisador, con acelerados toques de camapana.
Este reloj Danés, años 30, cuya trasera incorpora un auténtico lector del tiempo, que acciona tantas veces como queramos, por un espacio de tiempo fijo, cualquier elemento eléctrico que conectemos al enchufe inferior.
Los relojes que nos interesan hoy, son los que mecanicamente leen el tiempo, relojes inteligentes que saben que hora es en cada momento del día y esto les permite múltiples avisos.
Los primeros lectores del tiempo aparecen con el siglo XIX, probablemente en los 2 usos más utilizados y para lo que fue inventado el reloj.
El primer uso popular es dar la hora, así aparecen los relojes de Iglesia que controlan una o varias campanas y que saben por medios mecánicos la hora que es, avisando no solo los cuartos y horas, también puedes programar los toques de misa, las novenas, etc... aquí el reloj se convierten en monaguillo y sabe avisar a toda la población de aquellos acontecimientos relacionados con la salvación del alma.
La mayor parte de ellos responden desde los años 20 a estos modelos que os muestro.
Primeros vemos un modelo básico, del fabricante Alemán Horz
Con su lector simple de 24 horas, con definición de 15 minutos y salida para 1 campana.
Ahora un Wagner, también Alemán que además de conocer la hora del día, conoce el día de la semana y diferencia el día de la noche, además a este modelo se le ha añadido una serie de interruptores rotativos, que puede mover un Carillon de hasta 8 campanas.
Estos relojes fabricados para residir y dirigir el tiempo desde la iglesia, tienen una definición básica de 15 minutos (1/4 hora).
Su programador para Carillon
Un tercero más moderno, nos deja ver un control con muchas más posibilidades, además del lector de rueda, incorpora 2 discos, con las 24 horas del dia y un tercero con los dias de la semana (oculto), uno de los discos, es para bloquear las horas de la noche en las que no se quieren avisos o toques.
Pero no solo los relojes completos sabían leer, para los relojes ya existentes se diseñaron módulos lectores a los que enviando una señal cada minuto, se volvían inteligentes y podían gobernar tanto los toques horarios como los piadosos, en iglesias de hasta 8 campanas.
Módulo Inglés de primeros del siglo XX, definición de 5 minutos, y control semanario.
Módulo Alemán, para control de hasta 4 campanas.
Su Lector, con día de la semana y control de 24 horas, 6 lectores distintos, trabajando sobre 4 campanas, control por disco con interruptores de mercurio.
Detalle de las 6 levas (3 en cada lado del disco lector) y de los pequeños discos de salida (abajo) con los toques horarios (Cuartos y horas), además de otras melodías para avisos.
Una vez cubiertas las necesidades del alma, el siguiente lector del tiempo más popular era para cubrir las necesidades del cuerpo, así, mientras unos relojes que escriben nos reciben en la fábrica para iniciar una jornada de trabajo, otros relojes, que saben leer el tiempo, nos dan los avisos para descansar e incluso para finalizar nuestra jornada de trabajo.
Como en el caso anterior, los había muy simples con avisadores programables para una sola salida, generalmente una sirena, hasta elementos muy complejos que podían anunciar con hasta 6 salidas avisos en distintas dependencias a horas distintas para cada una.
Modelo múltiple, definición de 5 minutos, semanario y mensual, hasta 6 salidas independientes, fabricacion Alemana Wagner.
Su completo módulo lector, con día de la semana, con dia y noche (Disco pequeño derecho) y hora (Disco Grande), uno de los módulos mecánicos más complejos que se ha fabricado.
Aqui tambien existian módulos lectores independientes, sin reloj, que necesitaban de una señal cada minuto para alimentar su lector de hora, este que vemos, en uno de los más inteligentes que se ha diseñado, controla el día y el mes del año, hora y minuto, con la particularidad de que se puede ajustar el paralelo terrestre donde estamos situados, para que compense automaticamente las horas de luz solar, según la estación, su aplicacion más práctica era el control de luces nocturnas, antes de la existencia de las cedulas fotoeléctricas.
La evolución permitió reducir su tamaño y ampliar sus posibilidades, uno de los pioneros, era este lector del tiempo con cinta de papel, donde se programaba por perforación tantos avisos como se quisieran, con una definición de 5 minutos.
El reloj, alimentado con un motor síncrono, basado en la fecuencia de red, controla tanto el movimientos de las agujas como el avance de la cinta, protegida dentro de una caja metalica.
El interior, la rueda reloj y las levas para avance de la cinta.
El lector de cinta, con arrastre perforado y rodillo dentado.
Por debajo de la cinta los 5 lectores de contacto, para activar hasta 5 salidas, tantas veces como se requieran.
Detalle de la cinta, en disposición sin-fin, con el agujereado de arrastre y señalizado con las horas y minutos, definición de 5 minutos.
La máxima evolución, también en estos relojes, antes de llegar a los programadores electrónicos, la dejó Patek Philippe, con un reloj industrial, equipado con cassette de cinta de celulosa, con definición de 1 minutos, 2 lineas independientes y posibilidad de programar tantas salidas como se quisieran a intervalos de 1 minuto.
Detalle de la sección del lector del tiempo, en este caso incorporado en la cinta :
Vista del interior con el lector y el disco de los días de la semana y su indicador día/noche. (Negro o blanco)
Lo autenticamente innovador de este lector del tiempo, es el cartucho de cinta de celulosa extraible, tipo sin-fin, con 2 canales independientes, esto permite en segundos, cambiar el cartucho con otro programado para jornadas estivales o con distintos avisos.
Detalle de la cinta, con el tiempo escrito cada minuto, para cualquier programación, basta hacer una perforacion en el momento seleccionado.
Amigos, esto es todo, hemos podido ver algunos relojes diseñados para escribir o para leer el tiempo, todos ellos mecánicos o electromecánicos y que espero haya sido de su agrado.
Después de estos relojes ya se entró en la era electrónica donde circuitos estáticos memorizan los distintos horarios en el que se deben producir nuevos acontecimientos.
Un cordial saludo. Tantdetemps.
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