rodilla
Milpostista
Sin verificar
Hola amigos¡¡¡
En mi casa, he conseguido reservarme un cuartito (no llega a despacho) donde hacer acopio de mis capturas rastriles y cachivaches, lejos (en teoría) de las manos infantiles (4 y 2 años ), de las inspecciones aduaneras y controles de mi mujer (en teoría) y donde puedo (en teoría también) refugiarme para dedicarme a mis devaneos y chapuzas relojeras.
Además de relojes, acumulo de forma desordenada juguetes viejos, algunos libros curiosos, un equipito de música, antiguos aparatos eléctricos y quincalla varia.
El caso es que, esta mañana, me he dado cuenta de que en este reducido espacio (apenas cuatro metros cuadrados) se agolpan hasta cinco relojes de sobremesa.
Son bonitos, representativos de distintos estilos y en perfecto estado de marcha y estético.
Son los siguientes:
1. Lámpara Fase, modelo Impala, de finales de los 60. Todo un icono del diseño patrio (esto no está en el MOMA porque no hay justicia en el mundo ). El reloj que incorpora la lámpara es electrónico, marca Kienzle, con volante y transistores. Rarísimo.
2. Heuer Cavallino. Dedicado en este caso al ínclito Niki Lauda, de mediados de los 70. El reloj, marcado Phillips, también lleva un volante movido por electroimán y control electrónico.
3. Jaeger LeCoultre, 8 días y calendario. De 1960 y al más puro estilo Mad Men.
4. Secticon, finales de los años 50, diseñado por Angelo Mangiarotti. Puro Space Age. El reloj dispone de un volante y escape clásico, controlado electrónicamente.
5. Solari Cifra 3. De mediados de los años 60. Diseñado por Gino Valle gano el Compasso d´Oro, un prestigioso galardón del diseño industrial italiano. Incorpora un reloj eléctrico, como los de cocina.
En mi casa, he conseguido reservarme un cuartito (no llega a despacho) donde hacer acopio de mis capturas rastriles y cachivaches, lejos (en teoría) de las manos infantiles (4 y 2 años ), de las inspecciones aduaneras y controles de mi mujer (en teoría) y donde puedo (en teoría también) refugiarme para dedicarme a mis devaneos y chapuzas relojeras.
Además de relojes, acumulo de forma desordenada juguetes viejos, algunos libros curiosos, un equipito de música, antiguos aparatos eléctricos y quincalla varia.
El caso es que, esta mañana, me he dado cuenta de que en este reducido espacio (apenas cuatro metros cuadrados) se agolpan hasta cinco relojes de sobremesa.
Son bonitos, representativos de distintos estilos y en perfecto estado de marcha y estético.
Son los siguientes:
1. Lámpara Fase, modelo Impala, de finales de los 60. Todo un icono del diseño patrio (esto no está en el MOMA porque no hay justicia en el mundo ). El reloj que incorpora la lámpara es electrónico, marca Kienzle, con volante y transistores. Rarísimo.
2. Heuer Cavallino. Dedicado en este caso al ínclito Niki Lauda, de mediados de los 70. El reloj, marcado Phillips, también lleva un volante movido por electroimán y control electrónico.
3. Jaeger LeCoultre, 8 días y calendario. De 1960 y al más puro estilo Mad Men.
4. Secticon, finales de los años 50, diseñado por Angelo Mangiarotti. Puro Space Age. El reloj dispone de un volante y escape clásico, controlado electrónicamente.
5. Solari Cifra 3. De mediados de los años 60. Diseñado por Gino Valle gano el Compasso d´Oro, un prestigioso galardón del diseño industrial italiano. Incorpora un reloj eléctrico, como los de cocina.
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