B
Bermano
Novat@
Sin verificar
Un saludo a todos,
He decidido, después de un tiempo largo buceando por la sabiduría que se encuentra en este foro, formar parte de él y dejar de actuar como un espectador anónimo. En principio no tengo mucho que aportar ya que mis conocimientos no llegan al nivel que en este espacio se encuentra, pero intentaré aportar mi granito de arena. Antes que nada agradecer de antemano a los expertos la ayuda para resolver alguna cuestión que pueda plantear, y a las personas que con su apoyo dan lugar a espacios de conocimiento e intercambio como este. Quedo pues agradecido.
Dicho esto, me presento: soy hombre, 31 años, resido en Madrid por motivos vitales y trabajo en medios de comunicación. Mi afición por los relojes, esos instrumentos de precisión que llevas contigo, empezó en casa. En mis años de infancia la imagen de mi padre es con un Rolex Oyster. Luego fueron viniendo algún otro de esa categoría: Submariner, Certina, Longines, y Omega Seamaster, aparte de muchos más de calidad o marca menos reconocida. Esta afición suya hace que sea fácil acertar con un regalo. Aunque he podido apreciar la calidad de algún reloj "serio", por practicidad o economía, he tenido artilugios más humildes, y al fin de al cabo pienso que si te gusta y te hace el servicio vale. Recuerdo cuando me compré uno con tritio y estando orgulloso de él, y de lo bien que se leía en la oscuridad, se lo enseñe a un amigo. Él no lo entendía -¿por qué te has gastado el dinero es esto si mi Casio de veinte euros tiene un botón que hace lo mismo?- y es cierto, hace lo mismo, pero no igual. Cada uno a lo suyo.
Aún siendo usuario de cuarzos, siempre me ha fascinado la complejidad de un mecanismo mecánico, y he procurado mantener siempre alguno. La mecanización de esas minúsculas piezas, su ajuste preciso y su capacidad de reproducir un movimiento constante durante un periodo muy largo de tiempo. Y todo esto toma forma de un accesorio que en la muñeca pasa muchas veces desapercibido. Vivimos en una época en la que la tecnología más novedosa esta basada en electrónica y software, y parece que la mecánica ha quedado relegada, pero es realmente asombroso como el ser humano ha sido capaz de desarrollar esta a tal nivel y con ese grado de miniaturización, para quedar este desarrollo relegado a una cotidianedad.
Los relojes que he tenido han sido, por encima: el de la primera comunión -un clásico-, varios Casio de cuando nos fascinaba lo digital y podías cambiar el canal en el televisor desde la muñeca -¡el no va más, oiga!-, algún analógico del corte inglés cuya marca patrocinaba algún famoso de la época, alguno con más apariencia que otra cosa, incluido el de la esfera ultra recargada de cosas que no sabías para que servían o no usabas -¡tiene tacógrafo!-, otros muchos que veías en tiendas. Con el tiempo algún Seiko y un Citizen también. Así hasta que llegó un momento en el cual solo tenía dos, el elegante y el de "combate". Durante mucho tiempo este fue un Timex, analógico, pavonado, esfera limpia, con la pantalla retroiluminada. Esto último un gran invento. Un reloj que ni me quitaba en la ducha, recibía golpes por doquier y con una relación de calidad coste increíble, al menos el que yo tuve. Sin embargo todo llega a su fin, y después del tercer cambio de pila y segundo de correa, era el momento de cambiar. Y yo, que siempre soy de investigar, dí con este foro, y en la búsqueda de otro reloj herramienta, según iba investigando iba entrando el gusanillo. Así hasta hoy, con varios modelos en perspectiva -ese Monster con alguna modificación Yobokies, o algún Flieger- y en el proceso apreciando el descubrimiento de otros muchos, como el de Parnis estética Panerai, o las milanesas.
En fin, me he extendido más de lo que quería. Un saludo y un placer estar aquí.
He decidido, después de un tiempo largo buceando por la sabiduría que se encuentra en este foro, formar parte de él y dejar de actuar como un espectador anónimo. En principio no tengo mucho que aportar ya que mis conocimientos no llegan al nivel que en este espacio se encuentra, pero intentaré aportar mi granito de arena. Antes que nada agradecer de antemano a los expertos la ayuda para resolver alguna cuestión que pueda plantear, y a las personas que con su apoyo dan lugar a espacios de conocimiento e intercambio como este. Quedo pues agradecido.
Dicho esto, me presento: soy hombre, 31 años, resido en Madrid por motivos vitales y trabajo en medios de comunicación. Mi afición por los relojes, esos instrumentos de precisión que llevas contigo, empezó en casa. En mis años de infancia la imagen de mi padre es con un Rolex Oyster. Luego fueron viniendo algún otro de esa categoría: Submariner, Certina, Longines, y Omega Seamaster, aparte de muchos más de calidad o marca menos reconocida. Esta afición suya hace que sea fácil acertar con un regalo. Aunque he podido apreciar la calidad de algún reloj "serio", por practicidad o economía, he tenido artilugios más humildes, y al fin de al cabo pienso que si te gusta y te hace el servicio vale. Recuerdo cuando me compré uno con tritio y estando orgulloso de él, y de lo bien que se leía en la oscuridad, se lo enseñe a un amigo. Él no lo entendía -¿por qué te has gastado el dinero es esto si mi Casio de veinte euros tiene un botón que hace lo mismo?- y es cierto, hace lo mismo, pero no igual. Cada uno a lo suyo.
Aún siendo usuario de cuarzos, siempre me ha fascinado la complejidad de un mecanismo mecánico, y he procurado mantener siempre alguno. La mecanización de esas minúsculas piezas, su ajuste preciso y su capacidad de reproducir un movimiento constante durante un periodo muy largo de tiempo. Y todo esto toma forma de un accesorio que en la muñeca pasa muchas veces desapercibido. Vivimos en una época en la que la tecnología más novedosa esta basada en electrónica y software, y parece que la mecánica ha quedado relegada, pero es realmente asombroso como el ser humano ha sido capaz de desarrollar esta a tal nivel y con ese grado de miniaturización, para quedar este desarrollo relegado a una cotidianedad.
Los relojes que he tenido han sido, por encima: el de la primera comunión -un clásico-, varios Casio de cuando nos fascinaba lo digital y podías cambiar el canal en el televisor desde la muñeca -¡el no va más, oiga!-, algún analógico del corte inglés cuya marca patrocinaba algún famoso de la época, alguno con más apariencia que otra cosa, incluido el de la esfera ultra recargada de cosas que no sabías para que servían o no usabas -¡tiene tacógrafo!-, otros muchos que veías en tiendas. Con el tiempo algún Seiko y un Citizen también. Así hasta que llegó un momento en el cual solo tenía dos, el elegante y el de "combate". Durante mucho tiempo este fue un Timex, analógico, pavonado, esfera limpia, con la pantalla retroiluminada. Esto último un gran invento. Un reloj que ni me quitaba en la ducha, recibía golpes por doquier y con una relación de calidad coste increíble, al menos el que yo tuve. Sin embargo todo llega a su fin, y después del tercer cambio de pila y segundo de correa, era el momento de cambiar. Y yo, que siempre soy de investigar, dí con este foro, y en la búsqueda de otro reloj herramienta, según iba investigando iba entrando el gusanillo. Así hasta hoy, con varios modelos en perspectiva -ese Monster con alguna modificación Yobokies, o algún Flieger- y en el proceso apreciando el descubrimiento de otros muchos, como el de Parnis estética Panerai, o las milanesas.
En fin, me he extendido más de lo que quería. Un saludo y un placer estar aquí.