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Puertas abiertas del Jarama 2011, lleno total
Y tan lleno. A partir de las 9:30 de la mañana ya había caravana en la A-1 para dejar la autovía por la salida del R.A.C.E. A las 11h ya tenías que estar bien armado de paciencia (y de un buen embrague) para aguantar sin nervios la entrada al circuito. El tiempo acompañaba para disfrutar de un paseo por el paddock viendo los coches, pero no ayudaba a los que esperaban totalmente parados en sus coches, la gran mayoría sin aire acondicionado.
No hay problema, los locos que nos juntamos en días como estos venimos dispuestos a aguantar frío, calor, mojaduras y esperas. Es el precio a pagar por ver el Jarama lleno hasta la bandera. El paddock, como siempre, una locura (cuando hablo de locos rozo la literalidad). La gente y los coches tenían que convivir en los carriles reservados para desplazarse por el mismo, que resultaban bastante estrechos debido a que la gente lo invadía constantemente y los coches no dejaban de fluir en todas direcciones.
En este sentido solo tengo una queja, aunque enérgica, para el circuito. La anotación anterior no pasa de ser una sugerencia -la ausencia de espacio para circular-, aunque es posible que de no estar así distribuido no cupiesen todos los coches en el circuito. También es cierto que siempre se deja una zona de aparcamiento “Vip” que, lejos de llenarse, siempre está prácticamente vacía.
La verdadera queja es el lamentable estado de la Pelousse tras la celebración del GP Camión de España la semana pasada, cantidades ingentes de basura recogida en montones a lo largo y ancho de la Pelousse afeaban mucho el ya de por sí deteriorado paisaje lunar del circuito. La sensación de abandono se hacía, más que nunca, presente en el Circuito del Jarama. Para dos días que se llena el circuito -camiones y puertas abiertas- no es de recibo que tenga este aspecto.
Pero no todo son quejas, sino más bien al contrario. Desconozco de quién era responsabilidad -o irrsponsabilidad, hablando con propiedad- la limpieza del circuito, pero es una pena que los aficionados se lo encuentren así. En los demás aspectos hemos de decir que se agradece el esfuerzo y dedicación de la Fundación RACE en la organización de este evento, personificados en la persona de D. José Ruiz Thiery, patrono de la fundación RACE y cabeza visible de la organización de este evento. Los preparativos comienzan meses antes, con la aceptación de los clubes que quieren participar.
Está claro que nada puede queda al azar en un evento donde pueden llegar a participar 800 vehículos. Con estas cifras se antoja necesaria una infraestructura con un gran despliegue de efectivos, a pesar de que este evento se realiza sin motivación económica alguna sino con la de promover la cultura del automóvil, ensalzar los vehículos clásicos y servir como punto de encuentro para los aficionados.
Queda patente en esta organización el horario, que se respetó con una puntualidad británica; siempre es una sorpresa positiva digna de mención (NDLR: parece ser que en la última tanda de la tarde no fue así, durante las dos tandas que yo rodé por la mañana la puntualidad fue absoluta). No es sorpresa porque otros años no haya sido así sino que sorprende por el gran esfuerzo de coordinación que supone conseguirlo; es muy complicado manejar a tanta gente -y a sus coches- que, a veces, muestra muy poco respeto por el esfuerzo de la organización.
También me gustaría destacar la manga conjuntamente organizada por la AECC y Todoporsche, en la que tuve el orgullo de participar. Mi acompañante, Pablo, de 16 años de edad, se fue -creo yo- muy contento de haber podido rodar en el circuito. A pesar de que era una manga de paseo y que la pista estaba desbordante de coches (más de 40, si no me equivoco), pudimos hacer algunos tramos más ligeros y alguna cruzadita de regalo que le arrancó una sonrisa.
Colaborando con la AECC y con el RACE estuvo nuestro compañero, y también patrono de la fundación RACE, Ramón Roca. Él se encargó de guiar a los cuarenta niños de la AECC por el museo y por todo el circuito para que disfrutaran de una jornada inolvidable. Tanto es así que el que acabó siendo asistido fue él, desmayado por puro agotamiento. Además se quedó -a causa del notable ajetreo que tuvo durante toda la mañana- con las ganas de rodar conmigo como copiloto (cosa que, a la larga, su corazón agradecerá).
Y cuando me refiero a su corazón lo digo porque el mío sufre a veces viendo los coches desde la grada: la gente parece que pierda la noción de la velocidad cuando rueda en las puertas abiertas. Se ven coches visitando la gravilla en cada vuelta, especialmente en la zona del Super 7. Claramente sus escapatorias son las más concurridas y por ello la gente se amontona para ver pasar los coches en las gradas más cercanas.
Otro punto conflictivo suele ser el final de recta: un exceso de optimismo y unos frenos que no están en forma suelen motivar salidas en ese punto. Recordemos que hemos visto ya de todo en las puertas abiertas en años anteriores: un Renaul 21 Turbo volcado, un Plymouth Cuda en idéntica situación… Un poco de sentido común y tener el coche en perfecto estado son requisitos indispensables para rodar con garantías en el Jarama.
En mi manga, participaba con el Club Todoporsche, compartíamos tanda con los BMW del Club-M y con el Club Capri. Ambos clubs me sorprendieron: los BMW M3 E30 iban como aviones y los Ford Capri, simplemente, iban. Aunque en el paddock prometían mucho, en la pista resultaron un poco desalentadores: ¡cada vuelta me encontraba alguno que había hecho un trompo! Lo que más llamaba la atención es que perdían el control a baja velocidad.
Seguramente unas suspensiones demasiado blandas y neumáticos con poca sección provoquen que sean tan delicados en el circuito. Con tanto tráfico las vueltas al Jarama se convirtieron, obligatoriamente, en un paseo. No merece la pena jugarse un poco de chapa para rodar más rápido este día. Para hacer tiempos a días mucho más adecuados.
Lamentablemente este año no pude pasar el día completo en el circuito y me perdí las mangas más espectaculares del día: los 1430 y los Cosworth -manga, parece ser, con cierta polémica- que siempre dan juego en la pista. Lo cierto es que ahora queda un año entero para la celebración de la próximas puertas abiertas, ya estoy planeando ir el año que viene.
PD: espero que estén los Cosworth, de otro modo no sería lo mismo.
Como siempre con algunos clubes, sólo faltó un tramo cronometrado aprovechando la gravilla.
Pinchar enlace para ver mas fotos.
https://www.flickr.com/photos/8000vueltas/
Fuente:8000vueltas.
Y tan lleno. A partir de las 9:30 de la mañana ya había caravana en la A-1 para dejar la autovía por la salida del R.A.C.E. A las 11h ya tenías que estar bien armado de paciencia (y de un buen embrague) para aguantar sin nervios la entrada al circuito. El tiempo acompañaba para disfrutar de un paseo por el paddock viendo los coches, pero no ayudaba a los que esperaban totalmente parados en sus coches, la gran mayoría sin aire acondicionado.
No hay problema, los locos que nos juntamos en días como estos venimos dispuestos a aguantar frío, calor, mojaduras y esperas. Es el precio a pagar por ver el Jarama lleno hasta la bandera. El paddock, como siempre, una locura (cuando hablo de locos rozo la literalidad). La gente y los coches tenían que convivir en los carriles reservados para desplazarse por el mismo, que resultaban bastante estrechos debido a que la gente lo invadía constantemente y los coches no dejaban de fluir en todas direcciones.
En este sentido solo tengo una queja, aunque enérgica, para el circuito. La anotación anterior no pasa de ser una sugerencia -la ausencia de espacio para circular-, aunque es posible que de no estar así distribuido no cupiesen todos los coches en el circuito. También es cierto que siempre se deja una zona de aparcamiento “Vip” que, lejos de llenarse, siempre está prácticamente vacía.
La verdadera queja es el lamentable estado de la Pelousse tras la celebración del GP Camión de España la semana pasada, cantidades ingentes de basura recogida en montones a lo largo y ancho de la Pelousse afeaban mucho el ya de por sí deteriorado paisaje lunar del circuito. La sensación de abandono se hacía, más que nunca, presente en el Circuito del Jarama. Para dos días que se llena el circuito -camiones y puertas abiertas- no es de recibo que tenga este aspecto.
Pero no todo son quejas, sino más bien al contrario. Desconozco de quién era responsabilidad -o irrsponsabilidad, hablando con propiedad- la limpieza del circuito, pero es una pena que los aficionados se lo encuentren así. En los demás aspectos hemos de decir que se agradece el esfuerzo y dedicación de la Fundación RACE en la organización de este evento, personificados en la persona de D. José Ruiz Thiery, patrono de la fundación RACE y cabeza visible de la organización de este evento. Los preparativos comienzan meses antes, con la aceptación de los clubes que quieren participar.
Está claro que nada puede queda al azar en un evento donde pueden llegar a participar 800 vehículos. Con estas cifras se antoja necesaria una infraestructura con un gran despliegue de efectivos, a pesar de que este evento se realiza sin motivación económica alguna sino con la de promover la cultura del automóvil, ensalzar los vehículos clásicos y servir como punto de encuentro para los aficionados.
Queda patente en esta organización el horario, que se respetó con una puntualidad británica; siempre es una sorpresa positiva digna de mención (NDLR: parece ser que en la última tanda de la tarde no fue así, durante las dos tandas que yo rodé por la mañana la puntualidad fue absoluta). No es sorpresa porque otros años no haya sido así sino que sorprende por el gran esfuerzo de coordinación que supone conseguirlo; es muy complicado manejar a tanta gente -y a sus coches- que, a veces, muestra muy poco respeto por el esfuerzo de la organización.
También me gustaría destacar la manga conjuntamente organizada por la AECC y Todoporsche, en la que tuve el orgullo de participar. Mi acompañante, Pablo, de 16 años de edad, se fue -creo yo- muy contento de haber podido rodar en el circuito. A pesar de que era una manga de paseo y que la pista estaba desbordante de coches (más de 40, si no me equivoco), pudimos hacer algunos tramos más ligeros y alguna cruzadita de regalo que le arrancó una sonrisa.
Colaborando con la AECC y con el RACE estuvo nuestro compañero, y también patrono de la fundación RACE, Ramón Roca. Él se encargó de guiar a los cuarenta niños de la AECC por el museo y por todo el circuito para que disfrutaran de una jornada inolvidable. Tanto es así que el que acabó siendo asistido fue él, desmayado por puro agotamiento. Además se quedó -a causa del notable ajetreo que tuvo durante toda la mañana- con las ganas de rodar conmigo como copiloto (cosa que, a la larga, su corazón agradecerá).
Y cuando me refiero a su corazón lo digo porque el mío sufre a veces viendo los coches desde la grada: la gente parece que pierda la noción de la velocidad cuando rueda en las puertas abiertas. Se ven coches visitando la gravilla en cada vuelta, especialmente en la zona del Super 7. Claramente sus escapatorias son las más concurridas y por ello la gente se amontona para ver pasar los coches en las gradas más cercanas.
Otro punto conflictivo suele ser el final de recta: un exceso de optimismo y unos frenos que no están en forma suelen motivar salidas en ese punto. Recordemos que hemos visto ya de todo en las puertas abiertas en años anteriores: un Renaul 21 Turbo volcado, un Plymouth Cuda en idéntica situación… Un poco de sentido común y tener el coche en perfecto estado son requisitos indispensables para rodar con garantías en el Jarama.
En mi manga, participaba con el Club Todoporsche, compartíamos tanda con los BMW del Club-M y con el Club Capri. Ambos clubs me sorprendieron: los BMW M3 E30 iban como aviones y los Ford Capri, simplemente, iban. Aunque en el paddock prometían mucho, en la pista resultaron un poco desalentadores: ¡cada vuelta me encontraba alguno que había hecho un trompo! Lo que más llamaba la atención es que perdían el control a baja velocidad.
Seguramente unas suspensiones demasiado blandas y neumáticos con poca sección provoquen que sean tan delicados en el circuito. Con tanto tráfico las vueltas al Jarama se convirtieron, obligatoriamente, en un paseo. No merece la pena jugarse un poco de chapa para rodar más rápido este día. Para hacer tiempos a días mucho más adecuados.
Lamentablemente este año no pude pasar el día completo en el circuito y me perdí las mangas más espectaculares del día: los 1430 y los Cosworth -manga, parece ser, con cierta polémica- que siempre dan juego en la pista. Lo cierto es que ahora queda un año entero para la celebración de la próximas puertas abiertas, ya estoy planeando ir el año que viene.
PD: espero que estén los Cosworth, de otro modo no sería lo mismo.
Como siempre con algunos clubes, sólo faltó un tramo cronometrado aprovechando la gravilla.
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https://www.flickr.com/photos/8000vueltas/
Fuente:8000vueltas.
