EMA
Habitual
Sin verificar
Omega Seamaster 300
Master co-axial
Master co-axial
Por gentileza de la boutique de Omega en Madrid y gracias a la paciencia y buena disposición de su personal, y especialmente de María, he podido hacer unas fotos a este remake.
El reloj tomado como modelo es el de Acero con Acero, referencia 233.30.41.21.01.00. Con una resistencia al agua de 300 metros y 41 mm de tamaño. En esta ocasión, Omega nos ofrece una revisión del primer Seamaster 300, lanzado por la marca en 1957.
En lugar de repetir la información que podéis consultar en la página oficial, pongo el enlace para que la podáis consultar.
http://www.omegawatches.com/es/collection/seamaster/seamaster-300/master-co-axial-41-mm/23330412101001
Vamos a las fotos, que creo que es lo más ilustrativo en la presentación de un reloj.
Antes de nada, pedir perdón por la calidad de las imágenes. Están tomadas con la cámara del teléfono.
Al tomar el reloj en la mano, éste nos transmite calidad. Los acabados del reloj son muy buenos, como ya nos tiene acostumbrados Omega.
El punto negativo se lo pondría al acabado en brillo del armis. Para mi gusto, demasiado brillo en un reloj que,en sus orígenes, nació para ser una herramienta.
Yo soy de los que opinan que un diver debe tener fondo ciego, pero, en esta ocasión, hago una excepción, ya que nos permite contemplar el calibre 8400 que late en su interior.
Calibre: Omega 8400
Movimiento automático con Escape Co-Axial para mayor precisión, estabilidad y durabilidad. Resistente a campos magnéticos, incluso mayores de 15 000 gauss. Volante-espiral de oscilación libre, con espiral de silicio; 2 barriletes montados en serie; armado automático en ambas direcciones, para reducir el tiempo de carga. Los puentes y la masa oscilante están enriquecidos con decoración exclusiva Côtes de Genève en arabesco. Reserva de marcha: 60 horas
Para terminar, el reloj en la muñeca de María.
Una vez más me gustaría dar las gracias a María por su saber hacer.
Espero que os haya entretenido un rato la presentación del reloj que, lejos de pretender ser un análisis del mismo, tan sólo aspira a ser un reflejo de las ganas que tenía de poder contemplar esta pieza con tranquilidad.
Un saludo,
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y a ver si nos tomamos un café.
