capeones
Milpostista
Sin verificar
A raíz del fenomenal hilo de Jesús (Achita) sobre los calibres cronográficos automáticos suizos
https://relojes-especiales.com/thre...raficos-automaticos-integrados-suizos.251978/
ésta es la quinta entrega de una serie que ya cuenta con cuatro capítulos anteriores, elaborados por distintos foreros, sobre otros calibres de Omega, Frederic Piguet, Patek Philippe y Chopard:
https://relojes-especiales.com/thre...icos-suizos-una-review-del-omega-9300.257125/
https://relojes-especiales.com/thre...raficos-automaticos-integrados-suizos.262229/
Esta quinta entrega es la review correspondiente a la familia 33xx de Omega, centrándome sobre todo en el que ha tenido y tiene mayor utilización en el catálogo Omega: el 3313 coaxial.
Se trata de un calibre lanzado en el año 2000, creado por Frederic Piguet en exclusiva para Omega, con denominación interna FP1285. Ha sido amplísimamente utilizado por Omega, en sus gamas Speedmaster, Seamaster y DeVille, con lo que hay relojes para elegir con este calibre… por ejemplo:
Un –en mi opinión- precioso DeVille Chronoscope con el 3612, la variante con cronógrafo rattrapante
La versión 1957 del Broad Arrow, auto homenaje de Omega al CK2915, que monta el 3313:
En dial chocolate…
Y en blanco vintage, versión que viste mi muñeca de cuando en cuando
:
La versión anterior del Seamaster Planet Ocean, también con el 3313:
Otro Speedmaster Broad Arrow, esta vez equipado con el 3603, versión GMT de la familia:
Y el que es el último en incorporarse a los que utilizan esta familia de movimientos: el nuevo Bullhead
, en este caso con el movimiento girado 90º en sentido antihorario, y descartando el subdial horario en favor de un bisel interno giratorio:
Una vez visto en qué envoltorios viene a día de hoy… los datos de un calibre, EMHO, muy notable:
Es un movimiento de 12 líneas (27mm.) y 6,85mm. de espesor. Un calibre cronográfico de dimensiones contenidas (pero no extraordinariamente fino). Para que nos entendamos, en términos de tamaño,
Por dimensiones, un calibre muy polivalente, que permite fácilmente cronógrafos con espesor total de 13-14 mm. Vamos, que encaja perfectamente en ese rango dulce de tamaños de caja, de 39 a 42mm., aunque Omega ha llegado a montarlo en el PO de 45,5…
Además,
Y está muy razonablemente decorado, combinando Côtes de Genève en puentes principales con acabado en perlage en partes vistas y no vistas, y con una interesante sensación de profundidad por la utilización de puentes de reducido tamaño…
En esta revisión de la familia 33xx de Frederic Piguet / Omega merece la pena pararse un poco en la historia y en el concepto del calibre, porque hay puntos que han hecho correr ríos de tinta electrónica en los foros internacionales, más para mal que para bien del calibre.
Antes de empezar, es relevante ubicar el calibre en el tiempo. Año 2000, Omega decide empezar a renovar su gama cronográfica con este calibre, en su versión inicial 3303. Y el lanzamiento resulta prácticamente simultáneo al primer calibre cronográfico in-house de la historia de Rolex, el 4130… no hay casualidades en la industria
.
El 3303 es un calibre de diseño ‘tradicional’ para un cronógrafo de alto nivel. Incorpora rueda de pilares, también un embrague vertical. Utiliza una arquitectura de puentes de reducido tamaño, lo que lo hace muy vistoso, y es la construcción tradicional de los cronógrafos automáticos desde los primeros de los 70. Un puente de volante simple, rotor unidireccional, un solo barril. Materiales, calidades y tolerancias de primera, pero sin exotismos. Enfoque similar a sus coetáneos, los 4130, Seiko 6Sxx, Breguet 585…
También, como en algunos de ellos, el rotor no lleva rodamientos de bolas como apoyo, lo que casi llama la atención al compararlo con calibres modernos, pero no parece poner en cuestión su fiabilidad (y ahí están otros calibres ultra fiables, como el Rolex 3135, funcionando sin ellos desde hace décadas
). Una reserva de marcha razonable (52 h.), pero sin llegar a las 60-70 horas a las que llegan algunos calibres más modernos de doble barril (bueno, ni a las 72 del Rolex 4130 o del Seiko xR86 )
Aquí, un detalle de su rueda de pilares, de tamaño bastante reducido, pero de acabados irreprochables:
También se separa de las últimas tendencias en los calibres más modernos en su enfoque de puentes, pequeños, que dejan ver mucho del movimiento –muy en la línea de los primeros calibres cronográficos automáticos, incluyendo a los Zenith-, en contraposición a los calibres más modernos, que se unen a la escuela alemana de puentes ¾… o parecidos a ¾
.
Hubo versiones ‘no decoradas’ del 3313 (por ejemplo, la 3300/3301). No decoradas, pero con mecanizado impecable, muy en la línea seguida por el Rolex 4130: sin adornos, pero de construcción inmaculada. Fijaos en el acabado general, aparentemente ‘unfinished’, pero que con la foto macro delata un mecanizado de muy alta calidad.
Las versiones ‘decoradas’, que constituyen la inmensa mayoría de las utilizadas, combinan côtes de genève con perlage, y el resultado es muy notable:
Creo relevante ubicarlo en el tiempo, porque tendríamos que esperar a la segunda mitad de esa década para empezar a ver rodamientos de óxido de zirconio, dobles barriles, escapes de silicio… La ausencia de todos esos elementos le ubica al final de una época de grandes calibres cronográficos que utilizaban conceptos en vigor durante tres décadas (y no entendáis esto como un demérito o una crítica, es simplemente la constatación de un hecho forzado por la evolución de los materiales y la mejora de las tolerancias de fabricación).
La historia negra del 33xx
La familia 33xx de Omega no empezó con buen pie en los foros de internet. Una serie de fallos recurrentes en la actuación del cronógrafo, combinado con algunos artículos, interesados o no, y con el altavoz de los foros, le granjearon mala fama al 33x3 durante la primera década de este siglo. De hecho, de hablar de los fallos reales se pasó a cuestionar –sin motivo objetivo- el escape coaxial, introducido en el 3313, y de ahí a crear la sombra de que el 33x3 era un calibre delicado y propenso a romperse con mucha facilidad.
La realidad es que el número de unidades con fallos fue extremadamente bajo, y que en el 2003/2004 Omega había cambiado los componentes necesarios para que ya no fuesen recurrentes los fallos. Esos componentes rediseñados fueron un tornillo del puente cronográfico, dos de las levas (actuación de la rueda de pilares y reseteo del crono), y un muelle del contador de minutos. Todos ellos componentes del cronógrafo, a pesar de la leyenda negra que hablaba infundadamente de fallos recurrentes en cualquier otra parte del movimiento (sic). En internet están accesibles los documentos de Omega de qué componentes son diferentes y por qué fueron cambiados, pero parece que es más sencillo leer opiniones en los foros que documentación de calibres (obviamente
).
En paralelo, con estos cambios Omega actualizó las versiones del calibre, empezando con la 33x3A, actualizada a la ‘B’ en torno a 2004, y a la ‘C’, que introducía mejoras adicionales en 2008, pero ya no relacionadas con fallos recurrentes, que habían desaparecido (por ejemplo, una nueva geometría de la rueda de escape coaxial, en línea con las últimas evoluciones del mismo que se habían producido a lo largo de la década. Además, Omega introducía un kit de conversión a la versión ‘C’ que permitía actualizar las versiones ‘A’ y ‘B’ a esta última, como parte de las operaciones de la revisión del calibre.
Fin de la historia de la pelea de los 33xx con los foros de internet. Vosotros decidís donde está la verdad…
Por cierto, en paralelo a estas discusiones, siempre ha habido ruido acerca de si manufactura sí o manufactura no. Seguro que en este hilo también surgirá la polémica, así que me adelanto y doy mi opinión: El FP1285 es un calibre creado en exclusiva para Omega, y, prácticamente sin excepción, todos los FP1285 están utilizados por Omega (alguno fue 'prestado' a Tiffany's para su gama de relojes...). Si eso unimos que los FP1285/33xx en seguida incorporaron la firma exclusiva de Omega en la última década, el escape coaxial, tenemos un calibre inequívoca y unívocamente identificado con Omega. Y por ello, independientemente de que siendo puristas no sea Omega, le considero como equivalente indistinguible de manufactura. Y ni siquiera me importa si Frederic Piguet también es Swatch. Me importa mucho más la capacidad de Frederic Piguet, que le hizo merecedor de suministrar calibres a las más ilustres casas (VC, AP, Breguet, Cartier, Linde Werdelin… y tantos otros), además de convertirle, en la actualidad, en la manufactura de Blancpain. La verdad, creo que el estar emparentado con esta gloriosa familia le añade glamour al 3313
.
Para tomar un poco de aire después de esta historia oscura, una foto del DeVille Chronoscope GMT:
En fin, aclarados los puntos oscuros que han surgido en las discusiones de la historia de este calibre, creo que merece la pena destacar los puntos fuertes del mismo:
Primero, el diseño de actuación del crono, con rueda de pilares y embrague vertical, combinado con el ‘savoir faire’ de Frederic Piguet, resulta en uno de los cronos más agradables al tacto que han pasado por mi mano. La puesta en marcha es precisa y con el ‘click’ exacto para que no haya dudas, pero sin esa desagradable sensación de otros calibres menos sofisticados, donde más que ‘click’ hay que apretar hasta que hay un ‘CLACK’… no sé si me explico. Y el reseteo… indudablemente por el diseño del martillo, es de un tacto excelente, un tacto de ‘mantequilla’, en que las agujas vuelven a cero de forma instantánea y con precisión absoluta, con otro cálido ‘click’ final, pero aparentemente sin esfuerzo. Como característica común a todos los cronos con embrague vertical, la puesta en marcha y parada del crono es instantánea, sin el más mínimo salto de la aguja ni imprecisión en la actuación del mismo.
Aprovechando que es un calibre con unos añitos en el mercado, y que no resulta complicado encontrar fotos, una del calibre despiezado, en la que se aprecia perfectamente el embrague vertical y una de las levas de reseteo (y ya de paso, el acabado en perlage de partes no vistas). Por cierto, el embrague vertical es una pieza que en este calibre lleva engrase de por vida (y que por lo tanto no se limpia en las revisiones, espero que si lo lleváis fuera del CO no lo metan en la lavadora):
Segundo, el escape. Omega / Frederic Piguet consiguieron un resultado excelente en este calibre. Con soluciones muy convencionales (volante libre, puente simple, espiral Nivarox –metálica-) combinadas con el escape coaxial en la versión 3313, si de algo tiene fama la familia 33xx es de estabilidad y precisión de marcha, indudablemente conseguida por la experiencia de FP en el diseño, y por la excelencia en la fabricación. Al mismo tiempo que los foros de internet pregonaban que el calibre se desintegraba con sólo mirarlo… surgían los comentarios de que cuando funcionaba, era de una precisión y estabilidad mucho más que destacable.
Y de bonus, foto de los componentes coaxiales de este escape, en la versión 3313B. Absolutamente inconfundible el áncora con tres puntos de contacto del escape coaxial:
Tercero, la polivalencia. Gracias a sus dimensiones contenidas, Omega ha podido ofrecer este calibre en multitud de relojes, sin preocuparse demasiado porque la caja fuese de dimensiones razonables. Desafortunadamente, en algún momento se olvidaron de esta lección, y se les olvidó contener las dimensiones de su nuevo –y todavía mejor- calibre 9300… . Si a la polivalencia por dimensiones le unimos el haberlo complementado con versiones GMT y Rattrapante, tenemos un calibre de alto nivel que puede utilizarse en casi cualquier reloj, ya sea sport, diver o decididamente formal, y eso es exactamente lo que hizo Omega.
Cuarto, el acabado. Al igual que su nuevo hermano, el 9300, estamos hablando de un calibre ‘industrial’, así que no hablamos de alta relojería. Sus acabados no son los del 1185 decorado por AP o por VC. Estamos hablando ‘simplemente’ de un acabado notable, hecho por máquinas, pero para un calibre montado a mano, con sus côtes de genève, el perlage utilizado profusamente, los habituales rodiados de los componentes en acero… un calibre muy merecedor de los fondos vistos con los que habitualmente va acompañado en las gamas DeVille y Speedmaster.
Un notable acabado del calibre, que resiste muy bien el macro:
El corazón del reloj:
Las côtes de genéve de la masa oscilante:
Por último… ¿cómo es la vida diaria con un 3313?. Y esto son las impresiones subjetivas de cuando llevo el Speedmaster Broad Arrow 1957 (del 2007) en la muñeca…
Pues lo primero a destacar es la precisión y estabilidad de marcha, no sólo en el mío (quizá 3-4 segundos a la semana, con muy poca variación en función de posición y carga), sino que, a pesar de los comentarios iniciales sobre su fiabilidad, los 33xx siempre recibían, al mismo tiempo, elogios por su precisión sobresaliente. Sin silicio ni materiales exóticos, parece que el mérito está en el diseño y en la calidad de fabricación del escape, unido al hecho de que sea coaxial, que aparentemente contribuye a mantener la buena marcha durante períodos más prolongados. Esto, combinado con la comodidad del reloj en sí –de un tamaño y grosor ideales, no condicionados por el tamaño del calibre-, hace que sea un perfecto compañero para medir el tiempo todos los días. En cuanto a aspectos estéticos condicionados por el calibre, su enfoque tradicional de crono con tres registros, más una fecha razonablemente resuelta sin romper la simetría del dial, hace que los 33xx sean perfectos para crear relojes intemporales, como lo es el BA 1957. Añadamos a esto un mecanismo de carga automática, el tan práctico fechador, una reserva razonable, una excelente visibilidad del dial y un hermetismo más que suficiente (100m.) y me resulta, en resumen, un perfecto 'reloj para todos los días'.
Para acabar, y en mi opinión, el 3313 con sus pros y contras desde una visión absolutamente práctica:
Pros:
Contras:
Estas son mis opiniones, no necesariamente acertadas en cada momento. Pero después de haber convivido con JLC 757, Omega 3313, Rolex 4130, Seiko 9R86… y por supuesto Valjoux 7750, mi opinión es que espero que el tiempo ponga al 3313 en su sitio, esto es, le reconozca su lugar como un gran calibre dentro de la historia de Omega.
No soy relojero, sólo aficionado, así que agradezco correcciones si hay alguna inexactitud en el post...
https://relojes-especiales.com/thre...raficos-automaticos-integrados-suizos.251978/
ésta es la quinta entrega de una serie que ya cuenta con cuatro capítulos anteriores, elaborados por distintos foreros, sobre otros calibres de Omega, Frederic Piguet, Patek Philippe y Chopard:
https://relojes-especiales.com/thre...icos-suizos-una-review-del-omega-9300.257125/
https://relojes-especiales.com/thre...raficos-automaticos-integrados-suizos.262229/
Esta quinta entrega es la review correspondiente a la familia 33xx de Omega, centrándome sobre todo en el que ha tenido y tiene mayor utilización en el catálogo Omega: el 3313 coaxial.
Se trata de un calibre lanzado en el año 2000, creado por Frederic Piguet en exclusiva para Omega, con denominación interna FP1285. Ha sido amplísimamente utilizado por Omega, en sus gamas Speedmaster, Seamaster y DeVille, con lo que hay relojes para elegir con este calibre… por ejemplo:
Un –en mi opinión- precioso DeVille Chronoscope con el 3612, la variante con cronógrafo rattrapante
La versión 1957 del Broad Arrow, auto homenaje de Omega al CK2915, que monta el 3313:
En dial chocolate…
Y en blanco vintage, versión que viste mi muñeca de cuando en cuando
:La versión anterior del Seamaster Planet Ocean, también con el 3313:
Otro Speedmaster Broad Arrow, esta vez equipado con el 3603, versión GMT de la familia:
Y el que es el último en incorporarse a los que utilizan esta familia de movimientos: el nuevo Bullhead
, en este caso con el movimiento girado 90º en sentido antihorario, y descartando el subdial horario en favor de un bisel interno giratorio:Una vez visto en qué envoltorios viene a día de hoy… los datos de un calibre, EMHO, muy notable:
Es un movimiento de 12 líneas (27mm.) y 6,85mm. de espesor. Un calibre cronográfico de dimensiones contenidas (pero no extraordinariamente fino). Para que nos entendamos, en términos de tamaño,
- significativamente más pequeño que el nuevo 9300 de Omega (14 líneas y 7,6 mm.)
- significativamente más fino que un 7750 (7,9mm.)
- similar al Rolex 4130 (13,3 líneas y 6,5mm.)
- similar al Patek Philippe CH 28-520 (13,3 líneas y 6,6mm.)
- bastante más grueso que su primo, el FP1185, utilizado por Vacheron, AP, Blancpain y otros (5,5mm (!!!), el cronógrafo automático más fino que hay en el mercado).
Por dimensiones, un calibre muy polivalente, que permite fácilmente cronógrafos con espesor total de 13-14 mm. Vamos, que encaja perfectamente en ese rango dulce de tamaños de caja, de 39 a 42mm., aunque Omega ha llegado a montarlo en el PO de 45,5…
Además,
- es cronómetro certificado COSC en todas sus versiones
- tiene 37 rubíes (puntualmente, 36 en alguna de sus variantes)
- oscila a 28.800 alternancias / hora
- tiene un solo barril y 52 horas de reserva de marcha
- es un cronógrafo automático de carga unidireccional, con rueda de pilares y embrague vertical
- tiene escape coaxial a tres niveles
- utiliza volante libre con nivarox
- … y tiene fechador .
Y está muy razonablemente decorado, combinando Côtes de Genève en puentes principales con acabado en perlage en partes vistas y no vistas, y con una interesante sensación de profundidad por la utilización de puentes de reducido tamaño…
En esta revisión de la familia 33xx de Frederic Piguet / Omega merece la pena pararse un poco en la historia y en el concepto del calibre, porque hay puntos que han hecho correr ríos de tinta electrónica en los foros internacionales, más para mal que para bien del calibre.
Antes de empezar, es relevante ubicar el calibre en el tiempo. Año 2000, Omega decide empezar a renovar su gama cronográfica con este calibre, en su versión inicial 3303. Y el lanzamiento resulta prácticamente simultáneo al primer calibre cronográfico in-house de la historia de Rolex, el 4130… no hay casualidades en la industria
.El 3303 es un calibre de diseño ‘tradicional’ para un cronógrafo de alto nivel. Incorpora rueda de pilares, también un embrague vertical. Utiliza una arquitectura de puentes de reducido tamaño, lo que lo hace muy vistoso, y es la construcción tradicional de los cronógrafos automáticos desde los primeros de los 70. Un puente de volante simple, rotor unidireccional, un solo barril. Materiales, calidades y tolerancias de primera, pero sin exotismos. Enfoque similar a sus coetáneos, los 4130, Seiko 6Sxx, Breguet 585…
También, como en algunos de ellos, el rotor no lleva rodamientos de bolas como apoyo, lo que casi llama la atención al compararlo con calibres modernos, pero no parece poner en cuestión su fiabilidad (y ahí están otros calibres ultra fiables, como el Rolex 3135, funcionando sin ellos desde hace décadas
). Una reserva de marcha razonable (52 h.), pero sin llegar a las 60-70 horas a las que llegan algunos calibres más modernos de doble barril (bueno, ni a las 72 del Rolex 4130 o del Seiko xR86 )Aquí, un detalle de su rueda de pilares, de tamaño bastante reducido, pero de acabados irreprochables:
También se separa de las últimas tendencias en los calibres más modernos en su enfoque de puentes, pequeños, que dejan ver mucho del movimiento –muy en la línea de los primeros calibres cronográficos automáticos, incluyendo a los Zenith-, en contraposición a los calibres más modernos, que se unen a la escuela alemana de puentes ¾… o parecidos a ¾
.Hubo versiones ‘no decoradas’ del 3313 (por ejemplo, la 3300/3301). No decoradas, pero con mecanizado impecable, muy en la línea seguida por el Rolex 4130: sin adornos, pero de construcción inmaculada. Fijaos en el acabado general, aparentemente ‘unfinished’, pero que con la foto macro delata un mecanizado de muy alta calidad.
Las versiones ‘decoradas’, que constituyen la inmensa mayoría de las utilizadas, combinan côtes de genève con perlage, y el resultado es muy notable:
Creo relevante ubicarlo en el tiempo, porque tendríamos que esperar a la segunda mitad de esa década para empezar a ver rodamientos de óxido de zirconio, dobles barriles, escapes de silicio… La ausencia de todos esos elementos le ubica al final de una época de grandes calibres cronográficos que utilizaban conceptos en vigor durante tres décadas (y no entendáis esto como un demérito o una crítica, es simplemente la constatación de un hecho forzado por la evolución de los materiales y la mejora de las tolerancias de fabricación).
La historia negra del 33xx
La familia 33xx de Omega no empezó con buen pie en los foros de internet. Una serie de fallos recurrentes en la actuación del cronógrafo, combinado con algunos artículos, interesados o no, y con el altavoz de los foros, le granjearon mala fama al 33x3 durante la primera década de este siglo. De hecho, de hablar de los fallos reales se pasó a cuestionar –sin motivo objetivo- el escape coaxial, introducido en el 3313, y de ahí a crear la sombra de que el 33x3 era un calibre delicado y propenso a romperse con mucha facilidad.
La realidad es que el número de unidades con fallos fue extremadamente bajo, y que en el 2003/2004 Omega había cambiado los componentes necesarios para que ya no fuesen recurrentes los fallos. Esos componentes rediseñados fueron un tornillo del puente cronográfico, dos de las levas (actuación de la rueda de pilares y reseteo del crono), y un muelle del contador de minutos. Todos ellos componentes del cronógrafo, a pesar de la leyenda negra que hablaba infundadamente de fallos recurrentes en cualquier otra parte del movimiento (sic). En internet están accesibles los documentos de Omega de qué componentes son diferentes y por qué fueron cambiados, pero parece que es más sencillo leer opiniones en los foros que documentación de calibres (obviamente
).En paralelo, con estos cambios Omega actualizó las versiones del calibre, empezando con la 33x3A, actualizada a la ‘B’ en torno a 2004, y a la ‘C’, que introducía mejoras adicionales en 2008, pero ya no relacionadas con fallos recurrentes, que habían desaparecido (por ejemplo, una nueva geometría de la rueda de escape coaxial, en línea con las últimas evoluciones del mismo que se habían producido a lo largo de la década. Además, Omega introducía un kit de conversión a la versión ‘C’ que permitía actualizar las versiones ‘A’ y ‘B’ a esta última, como parte de las operaciones de la revisión del calibre.
Fin de la historia de la pelea de los 33xx con los foros de internet. Vosotros decidís donde está la verdad…
Por cierto, en paralelo a estas discusiones, siempre ha habido ruido acerca de si manufactura sí o manufactura no. Seguro que en este hilo también surgirá la polémica, así que me adelanto y doy mi opinión: El FP1285 es un calibre creado en exclusiva para Omega, y, prácticamente sin excepción, todos los FP1285 están utilizados por Omega (alguno fue 'prestado' a Tiffany's para su gama de relojes...). Si eso unimos que los FP1285/33xx en seguida incorporaron la firma exclusiva de Omega en la última década, el escape coaxial, tenemos un calibre inequívoca y unívocamente identificado con Omega. Y por ello, independientemente de que siendo puristas no sea Omega, le considero como equivalente indistinguible de manufactura. Y ni siquiera me importa si Frederic Piguet también es Swatch. Me importa mucho más la capacidad de Frederic Piguet, que le hizo merecedor de suministrar calibres a las más ilustres casas (VC, AP, Breguet, Cartier, Linde Werdelin… y tantos otros), además de convertirle, en la actualidad, en la manufactura de Blancpain. La verdad, creo que el estar emparentado con esta gloriosa familia le añade glamour al 3313
. Para tomar un poco de aire después de esta historia oscura, una foto del DeVille Chronoscope GMT:
En fin, aclarados los puntos oscuros que han surgido en las discusiones de la historia de este calibre, creo que merece la pena destacar los puntos fuertes del mismo:
Primero, el diseño de actuación del crono, con rueda de pilares y embrague vertical, combinado con el ‘savoir faire’ de Frederic Piguet, resulta en uno de los cronos más agradables al tacto que han pasado por mi mano. La puesta en marcha es precisa y con el ‘click’ exacto para que no haya dudas, pero sin esa desagradable sensación de otros calibres menos sofisticados, donde más que ‘click’ hay que apretar hasta que hay un ‘CLACK’… no sé si me explico
. Y el reseteo… indudablemente por el diseño del martillo, es de un tacto excelente, un tacto de ‘mantequilla’, en que las agujas vuelven a cero de forma instantánea y con precisión absoluta, con otro cálido ‘click’ final, pero aparentemente sin esfuerzo. Como característica común a todos los cronos con embrague vertical, la puesta en marcha y parada del crono es instantánea, sin el más mínimo salto de la aguja ni imprecisión en la actuación del mismo. Aprovechando que es un calibre con unos añitos en el mercado, y que no resulta complicado encontrar fotos, una del calibre despiezado, en la que se aprecia perfectamente el embrague vertical y una de las levas de reseteo (y ya de paso, el acabado en perlage de partes no vistas). Por cierto, el embrague vertical es una pieza que en este calibre lleva engrase de por vida (y que por lo tanto no se limpia en las revisiones, espero que si lo lleváis fuera del CO no lo metan en la lavadora
):Segundo, el escape. Omega / Frederic Piguet consiguieron un resultado excelente en este calibre. Con soluciones muy convencionales (volante libre, puente simple, espiral Nivarox –metálica-) combinadas con el escape coaxial en la versión 3313, si de algo tiene fama la familia 33xx es de estabilidad y precisión de marcha, indudablemente conseguida por la experiencia de FP en el diseño, y por la excelencia en la fabricación. Al mismo tiempo que los foros de internet pregonaban que el calibre se desintegraba con sólo mirarlo… surgían los comentarios de que cuando funcionaba, era de una precisión y estabilidad mucho más que destacable.
Y de bonus, foto de los componentes coaxiales de este escape, en la versión 3313B. Absolutamente inconfundible el áncora con tres puntos de contacto del escape coaxial:
Tercero, la polivalencia. Gracias a sus dimensiones contenidas, Omega ha podido ofrecer este calibre en multitud de relojes, sin preocuparse demasiado porque la caja fuese de dimensiones razonables. Desafortunadamente, en algún momento se olvidaron de esta lección, y se les olvidó contener las dimensiones de su nuevo –y todavía mejor- calibre 9300… . Si a la polivalencia por dimensiones le unimos el haberlo complementado con versiones GMT y Rattrapante, tenemos un calibre de alto nivel que puede utilizarse en casi cualquier reloj, ya sea sport, diver o decididamente formal, y eso es exactamente lo que hizo Omega.
Cuarto, el acabado. Al igual que su nuevo hermano, el 9300, estamos hablando de un calibre ‘industrial’, así que no hablamos de alta relojería. Sus acabados no son los del 1185 decorado por AP o por VC. Estamos hablando ‘simplemente’ de un acabado notable, hecho por máquinas, pero para un calibre montado a mano, con sus côtes de genève, el perlage utilizado profusamente, los habituales rodiados de los componentes en acero… un calibre muy merecedor de los fondos vistos con los que habitualmente va acompañado en las gamas DeVille y Speedmaster.
Un notable acabado del calibre, que resiste muy bien el macro:
El corazón del reloj:
Las côtes de genéve de la masa oscilante:
Por último… ¿cómo es la vida diaria con un 3313?. Y esto son las impresiones subjetivas de cuando llevo el Speedmaster Broad Arrow 1957 (del 2007) en la muñeca…
Pues lo primero a destacar es la precisión y estabilidad de marcha, no sólo en el mío (quizá 3-4 segundos a la semana, con muy poca variación en función de posición y carga), sino que, a pesar de los comentarios iniciales sobre su fiabilidad, los 33xx siempre recibían, al mismo tiempo, elogios por su precisión sobresaliente. Sin silicio ni materiales exóticos, parece que el mérito está en el diseño y en la calidad de fabricación del escape, unido al hecho de que sea coaxial, que aparentemente contribuye a mantener la buena marcha durante períodos más prolongados. Esto, combinado con la comodidad del reloj en sí –de un tamaño y grosor ideales, no condicionados por el tamaño del calibre-, hace que sea un perfecto compañero para medir el tiempo todos los días. En cuanto a aspectos estéticos condicionados por el calibre, su enfoque tradicional de crono con tres registros, más una fecha razonablemente resuelta sin romper la simetría del dial, hace que los 33xx sean perfectos para crear relojes intemporales, como lo es el BA 1957. Añadamos a esto un mecanismo de carga automática, el tan práctico fechador, una reserva razonable, una excelente visibilidad del dial y un hermetismo más que suficiente (100m.) y me resulta, en resumen, un perfecto 'reloj para todos los días'
.Para acabar, y en mi opinión, el 3313 con sus pros y contras desde una visión absolutamente práctica:
Pros:
- Tacto del crono y estabilidad de marcha
- Visualmente atractivo, con gran sensación de profundidad por los puentes de tamaño reducido.
- Calibre de primera línea a precio ‘razonable’ (comparado con la competencia)
Contras:
- La mala fama que arrastra de los comentarios de hace una década hace que todavía en muchos foros se le ponga ‘en cuarentena’. Todavía se ven hilos en foros internacionales que cuando se pregunta por algún reloj con base en este calibre, contienen post con el comentario de ‘Yo no me compraría un 33xx, porque está demostrado que fallan muchísimo’ (sic)…
Estas son mis opiniones, no necesariamente acertadas en cada momento. Pero después de haber convivido con JLC 757, Omega 3313, Rolex 4130, Seiko 9R86… y por supuesto Valjoux 7750, mi opinión es que espero que el tiempo ponga al 3313 en su sitio, esto es, le reconozca su lugar como un gran calibre dentro de la historia de Omega.
No soy relojero, sólo aficionado, así que agradezco correcciones si hay alguna inexactitud en el post...
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