Hay que contarla pero ya.
Hace ya un tiempo que pasó lo que os voy a contar.
En aquel entonces mi vecino Zapatero contrato a un joven aprendiz, también Árabe, este tardo un tiempo en relacionarse comigo, cosas del idioma y la cultura, pero un mal día le agarro la maquina la camisa y lo dejo hecho un cromo, mal herido recurrió a mi para que lo curara, pero vistos los daños que le había causado la cruel maquina no pude hacer mas que, llevarlo directo al ambulatorio, lo curaron, quedándole marcas en cara y manos, desde entonces el muchacho se confío conmigo, explicándome algún que otro de sus amoríos de juventud, y poniéndome los dientes largos, un día me pide que si le puedo presentar alguna joven, que hace tiempo que no liga, a lo que le conteste, no hay problema, si quieres te presento una alemanita, una rubia y un tipo duro, entusiasmado quedo, al cabo de un rato me presento de nuevo y tirándole un par de la antiguas monedas una rubia y un duro al suelo le digo, hay tienes para aliviar tus penas y desfogarte con ellas y si no es suficiente ya sabes a tocar la zambomba con la alemanita, no se si copio o no la indirecta, pero siguió insistiendo que me apiadara de el que lo estaba pasando muy mal, que le echara una mano, pero eso si mariconadas, fue entonces cuando surgió la historia de los melones y la crueldad de la naturaleza con el hombre, el relato lo cuento mas abajo .
Al volver al trabajo tras el descanso del medio día me pase por la frutería, compre un pequeño melón de culo blando bien maduro, y se lo regale al aprendiz, dándole las instrucciones pertinentes de cómo lo tenia que utilizarlo para aliviar su mal de juventud, a eso que llego el jefe el Zapatero mayor, este viendo un melón sobre el mostrador, ontento se le vio y atónitos nos quedamos los dos, adios coñito, al ver que cogiendo el melón magreo como mujer fuera y navaja del bolsillo saco, calo y se lo comió, viendo como lo disfrutaba, calladitos y conteniendo la risa nos quedamos los dos, tras el banquete le comente a que estaba destinado dicho melón.
La crueldad de la naturaleza con el hombre
Uno de esos días que fui de compras con mi señora me dio por observar las formas eróticas de frutas y hortalizas, de todos lo tamaños y para todos los gustos encontré pero que crueldad no supe ver ninguna adecuada para el hombre todos estos frutos eran para el consuelo de sexos contrarios pero ninguna ni de forma ni tamaño que la madre naturaleza creara pensando en el hombre, que equivocado estaba mira por donde la TV. me saco de mi ignorancia en un programa sobre el tema me descubrió que si existía una fruta sexual para el hombre, el melón.
Con los relojes de Galy
Los cuentos del tío Galy
Las pelotas de Galy
Gane unos €urillo
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Con las castañas los perdí.
Con la electrolisis lo intente.
Pero con los melones de Galy con instrucciones, esto si que tiene que ser negocio.
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En este enlace instrucciones de cómo no comerse un melón.