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Pues acércate por Nerja y su famosa cueva, yo estuve el mes pasado y me encantó
por a?? alozaina, no. ardales, tampoco
a 65 km tienes el mio, coin, de romano queda poco, pero de buena gente los hay a miles
La Ciudad Romana de Acinipo
Por Pedro Aguayo de Hoyos
Profesor de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada
Publicado en el número 8 de la revista La Serranía en enero de 2001
El yacimiento arqueológico de Ronda la Vieja (ciudad romana de Acinipo) está situado en la Depresión de Ronda, a 20 km de esta ciudad, por la carretera Ronda-Sevilla, desde la que en su km. 108, a 10 de Ronda, parte la carretera comarcal a Setenil, que tras 10 km de ascenso, permite llegar a las ruinas de Acinipo. Situada en una gran mesa caliza, con una altitud máxima de 999 m. sobre el nivel del mar. La meseta tiene una apreciable inclinación en sentido oeste-este, con 900 m. de eje mayor, en sentido norte-sur, con una superficie total de 32 hectáreas. Su situación le proporciona un valor estratégico y de dominio visual del territorio que le rodea y la posibilidad de comunicación con otras áreas como las campiñas del Guadalquivir, siguiendo el río Corbones, la bahía de Cádiz, a través del río Gaudalete o la depresión de Antequera, siguiendo hacia oriente el surco intrabético, por donde discurre la carretera nacional Jerez-Cartagena, y desde aquí, por la cuenca del río Guadalhorce, alcanzar la costa mediterránea en las proximidades de Málaga.
La zona inmediata a Ronda la Vieja dispone de los recursos naturales necesarios para la subsistencia de una comunidad humana: agua, buenas tierras de cultivo, materias primas para la fabricación de útiles de labranza y domésticos (canteras de sílex, arcilla y metales) y un medio natural rico en elementos vegetales y animales para la caza y la recolección.
Los restos constructivos visibles pertenecen a la ciudad romana de Acinipo, aunque las investigaciones, desarrolladas a lo largo de varias campañas de excavaciones arqueológicas, han demostrado que la ocupación de este asentamiento es mucho más antigua, abarcando una cronología que va desde el cuarto milenio antes de Cristo al siglo IV/V después de Cristo.
Referencias escritas a Acinipo nos aparecen por primera vez en los textos clásicos de los geógrafos latinos Ptolomeo y de Plinio, que la sitúan en la Beturia Céltica. No obstante, es a partir del siglo XVI cuando comienzan a aparecer citas de la ciudad en los grandes tratados históricos de la época, donde se intenta asignar la ubicación de la ciudad con lugares concretos y con una reiterada confusión con la batalla de Munda, relación que será mantenida en los siglos siguientes, dando lugar a una amplia producción literaria, que refleja encendidas polémicas eruditas.
A partir de la década de los 60, hasta la actualidad, se inicia una etapa de atención a la ciudad romana como yacimiento arqueológico y monumento fundamental de nuestro patrimonio histórico. En ella se producen las primeras intervenciones arqueológicas modernas con la utilización de técnicas adecuadas, lejos ya de las primeras excavaciones emprendidas por los hermanos Oliver en el siglo XVIII, o las desaprensivas excavaciones clandestinas que, junto con el expolio de los restos de materiales constructivos, significan el capítulo más negro de la historia del yacimiento, lo que por desgracia se prolonga hasta hoy.
A partir de 1985, una vez asumidas las competencias en materia de patrimonio histórico por parte de la Junta de Andalucía, se presentó por nuestra parte y se aprobó un Proyecto de Investigación con el titulo de la «Prehistoria Reciente en la Depresión de Ronda», que centra sus primeros trabajos de excavación en la secuencia prerromana de la ciudad. Se han realizado un total de tres campañas de excavación en los estratos pre y protohistóricos, donde se han obtenido una potente secuencia que abarca desde la segunda mitad del tercer milenio a. C. al siglo IV d. C. Junto a esa documentación del proceso arqueológico de la formación de la sociedad ibero-turdetana, hemos podido excavar una zona amplia donde se desarrollan una serie de fases constructivas sucesivas, centradas en el segundo y primer milenio a. C., que muestran la evolución en un área del poblado, primero prehistórico, que va alcanzando una gran envergadura, tanto en extensión como en riqueza y que culminará en un importante núcleo poblacional en los siglos VIII a VI a. C., predecesor de la ciudad ibérica, que desde el siglo IV, será la base de la ciudad romana de Acinipo. Esta documentación viene a ratificar las ideas expresadas por las fuentes literarias clásicas y por las historiográficas recientes, en las que se dejaba entrever el largo pasado histórico de esta ciudad.
De la ciudad romana, que permanece en casi su totalidad sin excavar, lo hecho hasta ahora permite conocer el buen estado de conservación del urbanismo, constituido por edificaciones dispuestas en terrazas escalonadas, que salvan la acusada pendiente natural de la meseta donde se ubicaron. Las excavaciones dirigidas por D. Rafael Puertas Tricas, director del museo arqueológico de Málaga, han dejado al descubierto una serie de grandes construcciones, que él interpretó como parte del foro o plaza pública de la ciudad, realizadas con grandes sillares, muchas veces reutilizados.
De las viviendas privadas romanas, junto a la entrada, se ha podido excavar parte de dos viviendas contiguas. Se trata de típicas casas de atrium, con varias habitaciones en torno a un patio con una pequeña alberca para la recogida de aguas de lluvia. Estas habitaciones están estucadas y pintadas con colores rojos, verdes, amarillos, formando motivos geométricos, solerias de ladrillos o de opus, una especie de mortero romano. Las casas continuaban hacia el interior de la meseta quizás en torno a otro patio peristilo, que no han sido documentados.
De forma parcial, también es posible conocer una de las termas públicas de la ciudad, con el sistema de las tres piscinas escalonadas conservadas: caldarium, agua caliente, tepidarium, agua templada y frigidarium, agua fría. Así mismo se ha excavado el hipocaustum o lugar subterráneo, excavado en la roca, donde se producía el calor que calentaba el agua y las paredes de las termas.
El sistema defensivo que rodea toda la parte accesible de la cuidad es visible en superficie, del que se conservan lienzos de murallas ciclópeas, con torres circulares y cuadradas, observables en la ladera oriental de la mesa de Ronda la Vieja. En este mismo sentido, es posible observar la puerta monumental sur de la ciudad, que se conserva en relativo buen estado de conservación. Como corresponde a todas las ciudades romanas, las necrópolis principales se sitúan junto a las puertas principales de la ciudad, en las laderas sur y nororiental.
Sobre la meseta pueden verse esparcidos multitud de restos constructivos de todo tipo, pero lo que puede ser de mayor interés son una serie de monumentos epigráficos, algunos bien conservados, que dan idea de la importancia de la ciudad. Parte de estos restos epigráficos y de materiales de construcción, como columnas, pueden encontrarse en los cortijos de los alrededores. También es posible observar las canteras de extracción de sillares para la construcción de edificios principales públicos y privados, que se encuentran dentro de los límites de la propia ciudad.
Sin embargo, el edificio mejor conservado y símbolo de la ciudad es su teatro. Excavado en la ladera todo su graderío, el vaciado suministró toda la piedra necesaria para la elevación del frente de escena, con dos pisos, en el superior con ornacinas para las estatuas de los personajes o dioses a los que se dedica la obra, y el inferior con puertas de acceso a los camerinos. El escenario se cubría con un cuerpo, a modo de pórtico, apoyado en el muro de la escena y en columnas, de capiteles corintios (se conserva uno de ellos), en la parte delantera del escenario. La base de este, excavada en la roca, conserva las huellas de los anclajes de los artilugios que se utilizaban para los telones y la tramoya en general. El acceso desde la ciudad se hacia a través de dos vomitorium o pasillos, en forma de L, cubiertos, que accedían a la cavea. Ésta se dividía en dos parte, el semicírculo delante de la escena, reservado para las autoridades y personas de más relieve, con mármoles y materiales de mayor lujo en su revestimiento y pavimento, y el graderío, organizado en seis sectores separados por pasillos escalonados, por donde se accede a los asientos, donde se ubicaba el pueblo. El edificio se cerraba con un grueso y alto muro perimetral, que apenas se conserva su traza. Tras la excavación de D. Mariano del Amo de las Eras y restauración posterior de D. Romón Fernández Baca, el teatro de Acinipo es uno de los mejor conservado de la península ibérica, a lo que se une su interés por ser uno de los más antiguos, cambio de era, sin apenas modificaciones, de los que aún son visibles en nuestro país.
Junto al teatro habría que plantear la posible existencia de otro gran edificio público en la zona Oeste de la mesa. Tanto las fotografías aéreas, como las huellas superficiales, dejan ver una zona deprimida en forma de herradura, donde se concentran las aguas de lluvia, por lo que es conocida por la laguna. Nosotros creemos que se trata del lugar donde estuvo ubicado un anfiteatro, de reducidas proporciones y con la mitad oeste excavado en la ladera rocosa y la mitad este edificado con una estructura de madera, hoy desaparecida. La existencia de este segundo monumento sería lógica, si consideramos la importancia de la ciudad de Acinipo y la existencia de este tipo de edificios públicos en otras ciudades romanas de Hispania, que se corresponde con la categoría de cada una, siendo normal la asociación teatro-anfiteatro en aquellas de categoría similar a Acinipo.
La importancia de la ciudad radica en su papel administrativo y político como cabecera de la comarca y que queda evidenciado por la facultad de emitir moneda propia en las que, además de sus símbolos, un racimo de uvas y dos espigas de trigo, base de la economía de la ciudad, aparecen cargos públicos como un edil, lo que demuestra su acceso a la categoría de civitas o cuidad de pleno derecho latino ya en el siglo I antes de Cristo.
coño paisano..te he leido varias veces y ahora me doy cuenta que eres de coin...yo soy de alh.de la torrepor a?? alozaina, no. ardales, tampoco
a 65 km tienes el mio, coin, de romano queda poco, pero de buena gente los hay a miles
coño, avisar joioscoño paisano..te he leido varias veces y ahora me doy cuenta que eres de coin...yo soy de alh.de la torre
a ver si te apuntas a la proxima quedada...: