RYUICHI
Milpostista
Sin verificar
Los lemnios se habían peleado con sus esposas, quejándose de que olían mal, y habían tomado concubinas entre las muchachas tracias capturadas en sus incursiones. En venganza, las mujeres lemnias asesinaron a todos sin compasión, viejos y jóvenes por igual, con la excepción del rey Toante, a quien salvó la vida en secreto su hija Hipsípila, poniéndolo a la deriva en una embarcación sin remos. Ahora bien, cuando el Argo apareció a la vista y las lemnias lo tomaron como una nave enemiga procedente de Tracia, se pusieron las armas de sus maridos difuntos y corrieron audazmente a la costa para repeler la amenaza de ataque. Sin embargo, el elocuente Equión, desembarcando con el báculo en la mano, como heraldo de Jasón, enseguida las tranquilizó. Entonces Hipsípila convocó un consejo en el que se propuso que se enviaran alimentos y vino a los Argonautas, pero que no se les permitiera entrar en sus ciudad de Mirina por temor a que se les acusara de la matanza. Polixo, la anciana nodriza de Hipsípila, se puso en pie y manifestó que sin hombres, la raza lemnia no tardaría en extinguirse. "Lo más sensato, dijo, sería que os ofrecieseis amorosamente a estos aventureros bien nacidos y así, no sólo pondríais nuestra isla bajo una fuerte protección, sino que aemás pariríais una raza nueva y fuerte".
Este desinteresado consejo fue aclamado a voces y los Argonautas fueron bien recibidos en Mirina..... Hipsípila no tardó en convencer a los Argonautas para que aplazasen su partida, pues cada aventurero estaba rodeado por numerosas mujeres jóvenes, todas las cuales deseaban compartir el lecho con él.....engendraron muchos hijos en esta ocasión, y si no hubiera sido por Heracles, que estaba vigilando el Argo, y que finalmente se dirigió resueltamente a Mirina, golpeando las puertas de las casas con su clava y pidiendo a sus compañeros que volvieran a cumplir su deber, es probable que el vellocino de oro no hubiera salido nunca de Cólquide.
Robert Graves "Los mitos griegos".
Saludos,
Este desinteresado consejo fue aclamado a voces y los Argonautas fueron bien recibidos en Mirina..... Hipsípila no tardó en convencer a los Argonautas para que aplazasen su partida, pues cada aventurero estaba rodeado por numerosas mujeres jóvenes, todas las cuales deseaban compartir el lecho con él.....engendraron muchos hijos en esta ocasión, y si no hubiera sido por Heracles, que estaba vigilando el Argo, y que finalmente se dirigió resueltamente a Mirina, golpeando las puertas de las casas con su clava y pidiendo a sus compañeros que volvieran a cumplir su deber, es probable que el vellocino de oro no hubiera salido nunca de Cólquide.
Robert Graves "Los mitos griegos".
Saludos,