B
barista
Visitante
Buenas noches compañeras y compañeros del Foro Off Topic
Un placer y honor saludarlos
Hoy he releído por enécima vez " El que se enoja pierde " cuento Maya de difícil datación. Y por una suerte de asociación misteriosa lo he mezclado con la famosa frase de Aristóteles que dice ( depende la traducción ): " El hombre es esclavo de sus palabras y dueño de su silencio ".
A veces es necesario puntualizar sobre ciertos aspectos de nuestras acciones, cuáles son las motivaciones racionales y los marcos interpretativos en las que se hayan. En ocasiones la abstracta cualidad viscosa de la impersonalidad nos obliga a una dureza no querida, pero efectiva. Las acciones cruciales que se derivan de esas referencias carentes de ambivalencias nos obligan a capitular una parte de lo que nos caracteriza: la solidez intelectual.
Ese mínimo entendimiento compartido que debería ser norma indispensable en las relaciones humanas establecidas en ámbitos donde prima la pluriculturalidad se reduce a una lucha desigual de poder, una especie de: " si no te gusta ya sabes donde está la puerta... ".
Soy de las personas que piensan que las explicaciones redundantes se transforman en vicios intelectuales muy estériles que desgastan y humillan a quién debe afrontarlos.
Una reflexión para el fin de semana. Gracias por leer y es bienvenida la participación.
Serengenge72013
Un placer y honor saludarlos
Hoy he releído por enécima vez " El que se enoja pierde " cuento Maya de difícil datación. Y por una suerte de asociación misteriosa lo he mezclado con la famosa frase de Aristóteles que dice ( depende la traducción ): " El hombre es esclavo de sus palabras y dueño de su silencio ".
A veces es necesario puntualizar sobre ciertos aspectos de nuestras acciones, cuáles son las motivaciones racionales y los marcos interpretativos en las que se hayan. En ocasiones la abstracta cualidad viscosa de la impersonalidad nos obliga a una dureza no querida, pero efectiva. Las acciones cruciales que se derivan de esas referencias carentes de ambivalencias nos obligan a capitular una parte de lo que nos caracteriza: la solidez intelectual.
Ese mínimo entendimiento compartido que debería ser norma indispensable en las relaciones humanas establecidas en ámbitos donde prima la pluriculturalidad se reduce a una lucha desigual de poder, una especie de: " si no te gusta ya sabes donde está la puerta... ".
Soy de las personas que piensan que las explicaciones redundantes se transforman en vicios intelectuales muy estériles que desgastan y humillan a quién debe afrontarlos.
Una reflexión para el fin de semana. Gracias por leer y es bienvenida la participación.
Serengenge72013