"Patente de corso". 27/05/2013

Hola a todos. Aquí tenemos a D. Arturo repartiendo estopa de nuevo... Que lo disfrutéis.

http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/758/un-cura-un-guardia-unos-ministros/

alexrod dijo:

Hola a todos. Aquí tenemos a D. Arturo repartiendo estopa de nuevo... Que lo disfrutéis.

http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/758/un-cura-un-guardia-unos-ministros/

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Es divertido, pero curioso que en su última frase incurra en lo que lleva criticando durante las 100 anteriores...

No es este mi Arturo, sigue enamorado.

a ver cuando vuelve la caña de veras.

gracias por colgarlo

Que semos incultos? Que semos ordinarios? Anda! Que tengo que ir a ver el Sálvame y el resumen de Gran Hermano que si no le decía yo de que pienso que no al tío ese...

Sigo sin entender la pirueta tradicional por la que se le endilga una misa al bueno de Sampedro.

Menos mal, hay más gente que se queja de lo mismo ...

Suscribo su último párrafo: "Y en manos de unos y otros, en este infame compadreo que no pretende igualdad de oportunidades para que todos lleguen a donde merezcan llegar, sino rebajarlo todo al triste nivel de los más zafios y tarugos, nos vamos despacio, inexorablemente, a la mismísima mierda."

Me ha recordado un poco una ocasión en la que fui multado por la Guardia Civil, por exceso de velocidad un radar móvil detrás escondido detrás de un camión al borde de la carretera. Me pareció innoble, por esconderse y por aprovecharse de tres discos, 80, 60, y 40, prácticamente juntos. Cuando me pararon me atendió un guardia con barba de tres días sin quepis ni chaquetilla; era en la entrada a Munera, Ciudad Real, en agosto, a las tres de la tarde. Me multó, ciertamente me multó, pero antes de recogerle la notificación exigí que fuera a su coche a cubrirse y a ponerse y abotonarse la guerrera debidamente. Añadí además que del afeitado ni hablábamos. Y es que si te han de multar al menos que lo haga un tío correctamente vestido y aseado, qué menos ¿no?. El guardia encajó sin un solo quejido, como un hombrecito, fue al coche y se uniformó como debía y ya entonces completó su trabajo. En aquel momento no me lo pareció, estaba muy enfadado, pero ahora con algo de tiempo sí veo que es cierto que hay cosas que no tienen precio.