Nunca me ha gustado demasiado el estilo de Pérez-Reverte, pero siempre había admirado su aparente conocimiento de los temas sobre los que habla.
Hoy me he quedado perplejo al ver el absoluto desconocimiento que tiene de ciertas partes de nuestra historia.
No le culpo, no se puede saber de todo, pero creo que hay para hablar de algo hay que estar medianamente informado.
Todavía no salgo de mi asombro a ver el siguiente texto.
Mientras tanto, el reino de Navarra (que incluía lo que hoy llamamos País Vasco) también disfrutaba de su propia guerra civil con el asunto del príncipe de Viana y su hermana doña Blanca, que al fin palmaron envenenados, con detalles entrañables que dejan chiquita la serie Juego de tronos. Navarra anduvo entre Pinto y Valdemoro, o sea, entre España y Francia, dinastía por aquí y dinastía por allá, hasta que en 1512 Fernando de Aragón la incorporó por las bravas, militarmente, a la corona española. A diferencia de los portugueses en Aljubarrota, los navarros perdieron la guerra y su independencia, aunque al menos salvaron los fueros -todos los estados europeos y del mundo se formaron con aplicación del mismo artículo catorce: si ganas eres independiente; si pierdes, toca joderse-. Eso ocurrió hace cinco siglos justos, y significa por tanto que los vascos y navarros son españoles desde hace sólo veinte años menos que, por ejemplo, los granadinos
El reino de Navarra no incluía lo que hoy llamamos País Vasco, desde por lo menos 200 años antes.
En el siglo XVI, el Reino de Navarra ocupaba lo que más o menos hoy la Comunidad foral más un territorio hoy en Francia, conocido como la Baja Navarra, incluso actualmente. El Rey de castilla dejo esta parte del Reino a su suerte, por la imposibilidad de defenderlo más allá de los Pirineos. Esta porción de territorio mantuvo su independencia hasta que Enrique IV de Francia y Navarra la unió a la corona francesa.
La conquista militar no se produjo como muchos pueden pensar desde el sur, si no desde el noroeste, por el valle de la Sakana.
La mayoría de los soldados que intervinieron en ella provenían de Guipukoa y Alava, comandados por el duque de Alba.
Los territorios hoy conocidos como País Vasco, en aquella época eran absolutamente leales a Castilla. No Hay más que ver la activa intervención en la probablemente más importante acción del reino de Castilla en aquella época. La conquista de América.
De hecho, años más tarde, un soldado guipuzkoano, conocido como Ignacio de Loyola cayó herido en Pamplona, no por defender el Reino de Navarra, como según la teoría de Pérez-Reverte debería ser, si no por defender la ciudad de unos de los intentos de su legítimo rey de recuperarla, ayudado por un ejército llegado de Francia.
Las fiestas más populares actualmente en Irún y Fuenterrabía (los alardes) celebran la victoria del ejército castellano, contra el intento de un ejército Francés de poner al legítimo rey de Navarra de nuevo en el trono.
Yo pensaba que la manipulación de la historia en este caso estaba en manos de los nacionalistas más radicales, pero también creo que por desconocimiento el señor Pérez-Reverte ha puesto su granito de arena.
Saludos y perdón por el tocho.
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