tortuga
Forer@ Senior
Sin verificar
Es que lo mío no tiene arreglo, soy un idiota del carajo.
Iba tan tranquilo por la calle paseando y cavilando fantasías relojeriles, cuando alzo la vista y me encuentro de frente un espectáculo femenino de primera magnitud, como una semifinal champions ligui... dos tías pa rebuznar que iban comiéndose el pico la una a la otra. Me tuve hasta que girar para comprobar los ajustes del pantalón de latex que una de ellas portaba y aquí es donde empezó todo. Cuando volví a girarme para continuar, no pude esquivar el palo de la luz que tenía justamente enfrente y me pegué una leche del doce en mi inmaculada frente. Yo tratando de aparentar normalidad mientras un par predicadores de los testigos de Jehová vienen con prontitud desde la otra acera y con gesto alarmado me preguntan si estoy bien. Avergonzado, pues imagino que han presenciado toda la escena, les digo que no es nada, mientras un goteron de sangre me resbala cara abajo manchándome la camisa y un dolor punzante que comienza en la frente y atraviesa toda la cabeza me acomete sin tregua. Uno de ellos me ofrece un pañuelo que rápidamente me lo pongo mientras unas vibraciones como de campana aun perduran dentro de mi melón. Temo averme roto la cabeza. Muy gentilmente se empeñan en acompañarme a un servicio de urgencias y lo hacen en su propio coche que anda aparcado a unas manzanas de allí.
La historia no la contaría si no fuera por el ataque de risa que le dío a la enfermera cuando me estaba cosiendo y le expliqué lo sucedido. Pero es que tuvo que venir a relevarla otra compañera y yo me siento muy pero que muy avergonzado.
Sigo teniendo dolor de cabeza pero ahora lo acompañan tres putos puntos
Iba tan tranquilo por la calle paseando y cavilando fantasías relojeriles, cuando alzo la vista y me encuentro de frente un espectáculo femenino de primera magnitud, como una semifinal champions ligui... dos tías pa rebuznar que iban comiéndose el pico la una a la otra. Me tuve hasta que girar para comprobar los ajustes del pantalón de latex que una de ellas portaba y aquí es donde empezó todo. Cuando volví a girarme para continuar, no pude esquivar el palo de la luz que tenía justamente enfrente y me pegué una leche del doce en mi inmaculada frente. Yo tratando de aparentar normalidad mientras un par predicadores de los testigos de Jehová vienen con prontitud desde la otra acera y con gesto alarmado me preguntan si estoy bien. Avergonzado, pues imagino que han presenciado toda la escena, les digo que no es nada, mientras un goteron de sangre me resbala cara abajo manchándome la camisa y un dolor punzante que comienza en la frente y atraviesa toda la cabeza me acomete sin tregua. Uno de ellos me ofrece un pañuelo que rápidamente me lo pongo mientras unas vibraciones como de campana aun perduran dentro de mi melón. Temo averme roto la cabeza. Muy gentilmente se empeñan en acompañarme a un servicio de urgencias y lo hacen en su propio coche que anda aparcado a unas manzanas de allí.
La historia no la contaría si no fuera por el ataque de risa que le dío a la enfermera cuando me estaba cosiendo y le expliqué lo sucedido. Pero es que tuvo que venir a relevarla otra compañera y yo me siento muy pero que muy avergonzado.
Sigo teniendo dolor de cabeza pero ahora lo acompañan tres putos puntos